La historia del bisturí con punta de diamante
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El científico venezolano Humberto Fernández Morán es el responsable de la historia del bisturí con punta de diamante. Fue su creador, pero también realizó grandes aportes a la invención del microscopio electrónico y otros avances de gran importancia.
Este médico y científico fue uno de los más reconocidos por sus grandes contribuciones a la ciencia, la biofísica y la medicina. Nació en La Cañada de Urdaneta, Maracaibo, el 18 de febrero de 1924. Murió el 17 de marzo de 1999, en Estocolmo, Suecia. Estudió en Alemania. Fue Ministro de Educación en el año 1958.
Fue uno de los primeros en implementar el concepto de crioultramicrotomía, desarrollando trabajo en esa área y en el uso de lentes superconductores y helio líquido en los microscopios electrónicos y generando aportes que mejoraron los ultramicrotomos.
Dentro de sus aportes al avance de la ciencia en Venezuela se le reconoce como el precursor de lo que hoy es el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), donde gerencia la creación del primer reactor nuclear en Latinoamérica.
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Pero sin duda, su aporte más reconocido nacional e internacionalmente es el bisturí con punta de diamante, invento que patentó y por el que recibió el Premio Vovain en el año 1967, aparte de sus aportes en el microscopio electrónico antes mencionado.
También fue Docente en la Universidad de Chicago, desde donde fue uno de los científicos que más aportes generó al desarrollo del proyecto de la NASA en el Programa Apolo 3.
Era políglota, dominando fluidamente español, inglés, sueco, francés y alemán. También fue miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
La trayectoria personal de este importante científico venezolano comenzó desde temprana edad en la que ya manifestaba grandes cualidades para el estudio de la ciencia.
También se debe decir que su trayectoria estuvo signada por el acontecer político que terminaron marcando su reconocimiento o falta de él, en algunos casos de forma mezquina, ya que fue execrado a pesar de sus grandes méritos, pero el peso de su historia sobrepasa cualquier egoísmo.