Vino y punto: el extenso mundo del vino

Vino y punto es una gran convención en donde la gente crece su conocimiento sobre el vino, tiene cercanía con los distribuidores y obtienen una gran experiencia.

¿Cómo surgió Vino y punto?

Nace de la inquietud de hacer renacer el espacio ideal para compartir el gusto por el vino en un ambiente donde diferentes distribuidores exponen sus propuestas al mercado en la ciudad de Caracas, ofreciendo sus etiquetas, información, catas y lo más importante conocer las demandas de los asistentes en lo que a gustos se refiere ya que se genera el contacto directo entre público y distribuidor.

¿Qué es lo que más te gusta te esta convención?

La cercanía con los distribuidores, poder hacerles preguntas, obtener información de primera mano, degustar parte de su portafolio y así poder establecer la toma de decisión de compra, además de hacer sentir especial al visitante, ofreciéndoles, una experiencia llena de detalles.

¿Cómo surgió el interés en el vino?

Somos más que amantes del vino, somos profesionales en el área, queremos compartir con el público nuestra experiencia y conocimiento. Nada mejor para el desarrollo de la experiencia.

¿Qué es lo que más disfrutas del vino?

La variedad, poder establecer sus diferencias y el poder elegir la etiqueta adecuada para cada ocasión. El vino es el mejor cómplice de tus planes.

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¿Qué crees que es lo más especial en cuanto al vino?

Que siempre te sorprende.

¿Qué cosas básicas la gente debe saber sobre el vino?

La respuesta es extensa, los invitamos a acompañarnos en nuestra próxima edición donde obtendrán muchísima información.

¿Qué consejos darías para disfrutar más de la experiencia de tomar vino?

Asumir la experiencia desde el placer, desde los sentidos, con responsabilidad y atendiendo a cada detalle para poder aprovechar al 100% la actividad.

¿Cuál es tu vino favorito?

El que me da placer.

Si Caracas fuera un vino, ¿Qué sabores y aromas tendría?

Tendría aromas de frutas tropicales, las notas de tierra húmeda y Soto bosque del Ávila, al humo del tráfico caótico y de un budare caliente, al café de la mañana y el chocolate del antojo vespertino, una pincelada de ají dulce, con toques de papelón, y así un desfile interminable de popurrí de ciudad pero no de cualquier ciudad sino de ¡Caracas!

En boca, definitivamente una entrada dulce marcada que define las intenciones de la mayoría de sus habitantes, con una marcada acidez que describe el sentido del humor del caraqueño, esta se balancea con una mineralidad tan amplia como persistente así como las ganas de seguir adelante además de una nota amarga que recuerda que, ¡no todo está perdido!

Esta sin duda es una gran convención y si quieren estar pendientes de su próxima convención visiten su Instagram.