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Caracas, un vistazo a sus 452 años

Caracas, un vistazo a sus 452 años

452 años

La Sultana del Ávila cumple 452 años desde que Diego de Losada reconquistó aquellas tierras donde crecía la hierba Caracas. Son 452 años que no han pasado en vano, la ciudad ha crecido y con ella sus ciudadanos; tiene más que ofrecer, más que ver y más que dar.

No obstante para llegar a donde estamos hoy, aquellos caraqueños de antaño tuvieron que recorrer un largo camino, incluso nuestros familiares más longevos fueron testigos y protagonistas de la historia de la ciudad de la eterna primavera.

Este recorrido es mucho más interesante de lo que se podría pensar porque es nada más y nada menos que el legado y el presente de nuestra ciudad.

Desde aquel primer cuadrilátero de 25 cuadras que se bautizó como Santiago de León de Caracas, hasta la moderna y abarcante ciudad que hoy cumple 452 años. Todo cuenta dentro de la historia que le da sentido a nuestra ciudad, y esa historia debe ser contada.

Si bien la etapa colonial de la ciudad constituye casi la mitad de la historia de la misma, esta mantuvo la organización original tanto física como política durante mucho tiempo. Por supuesto, la independencia causó un cambio significativo en muchos ámbitos de la vida de la ciudad. No obstante, quizás podríamos sentirnos más asombrados e identificados con una época más cercana a nosotros. Por esto, nuestro breve relato acerca de la antigua ciudad de los techos rojos comienza precisamente en la Caracas de los techos rojos.

De la Caracas de los techos rojos a la Caracas de principios de siglo

La Caracas de principios de siglo XX, continuaba siendo un pueblo, el ritmo de vida era lento y eran pocas las actividades que ofrecía la ciudad para con sus habitantes. Durante esta época se le daba a Caracas la denominación de «ciudad de los techos rojos» debido a la abundancia de hogares con tejas de arcilla rojiza que cubrían los tejados.

Así mismo, eran los tiempos de las zarzuelas y vals, que se escuchaban en el majestuoso Teatro Municipal o como se conocía en aquella época, teatro Guzmán Blanco. Este personaje, años antes había emprendido la empresa de afrancesar Caracas, a través de la arquitectura, el ornamento y costumbres típicas del pueblo francés. Por supuesto, como buenos caraqueños, adaptamos estas costumbres a nuestro propio semblante. Desde la vestimenta, hasta en la arquitectura, Caracas se había vuelto una pequeña París. Ejemplo de esto es el cambio de la voz francesa «Monsieur» a «Musiú», además vale resaltar que la primera edificación de más de dos pisos, el pasaje Linares, era de estilo francés.

Pasaría algún tiempo hasta que un par de hombres provenientes de parajes lejanos del occidente del país comenzaran a reorganizar la ciudad. El benemérito Juan Vicente Gómez sería el más sobresaliente de estas dos figuras, modernizando la vialidad y sanidad de la ciudad. Caracas comenzaba a adquirir características de una ciudad moderna.

Al mismo tiempo los aeroplanos comenzaron a sobrevolar la ciudad, prueba de esto fue el primer vuelo realizado sobre Caracas el 29 de septiembre de 1912 por Frank Boland. Mientras tanto, poco a poco la ciudad intentaba surgir de su letargo, iba dejando atrás iconos de la épocas pasadas, como lo fue el caso de El Cojo Ilustrado, famosa revista cultural de Venezuela, que salió de circulación en 1915.

Además la producción de café y cacao disminuyeron, debido a la nueva gran industria: el petróleo.

Para aquellos tiempos ya Manuel Cabré había comenzado a pintar al Ávila desde distintos puntos del valle de Caracas. En 1917 las bellas artes tendrían su lugar con la inauguración del museo dedicado a esta disciplina en su primera sede, el 24 de julio de ese año. Así como la ciudad en crecimiento necesitaba arte y sanidad, también necesitaba recreación, por esta razón en 1925, es declarado un remanso lleno de altos Caobos al este de la quebrada Anauco como parque «Sucre», que hoy conocemos popularmente como Parque Los Caobos; éste se volvería uno de los principales pulmones de la ciudad en crecimiento. Una década después, específicamente en 1935, el benemérito moriría dejando un gran espacio a la incertidumbre dentro de la ciudad.

Cuando se impuso lo moderno

Los años 40 será la época clave cuando la estructura de la ciudad se transforma, dejando atrás muchas de las antiguas edificaciones e ideas. Al mismo tiempo en Europa se vivía una de las guerras más cruentas de la historia, provocando una migración masiva de europeos hacia tierras americanas, volcando nuevas ideas a la ya pujante ciudad.

Italianos, canarios, españoles y portugueses eran el mayor número de europeos que llegaban a tierras venezolanas. De estos nuevos residentes, muchos eran profesionales que nutrirían las nacientes universidades, las obras proyectadas y se abrirían paso poco a poco en nuestro paladar.

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El auge por nuevas ideas, por hacer cosas nuevas produjo una avalancha de progreso acumulado que se vio reflejado los siguientes años. Una cervecería crearía un equipo de béisbol en 1942, llamado «cervecería Caracas BBC»; Miguel Otero Silva crearía un diario llamado El Nacional en 1943 [lock][/lock]y en el afán por abrirle las puertas a la modernidad el Hotel Majestic pagaría las consecuencias en 1949 cuando Caracas vio demolerse a una de sus joyas.

El mundo posó sus ojos sobre la antigua ciudad de los techos rojos, por su progreso, aunado a eso en 1955 Susana Dujim se traería a Caracas el título de Miss Mundo de ese año, siendo la primera hispanoamericana en ganar tal galardón. Grandes artistas, políticos y personalidad se reunían al rededor del Gran Café de Sabana Grande, abierto por un ex prófugo francés.

De donde estuvo el hotel Majestic surgió una obra maestra de la arquitectura moderna: El Centro Simón Bolívar, con sus altas torres gemelas que fueron las primeras torres en coronar al paisaje Caraqueño, además de mantener todos los principios modernos en la arquitectura. En ese mismo año, el arquitecto Carlos Raúl Villanueva concluiría e inauguraria su obra más importante: La ciudad Universitaria de Caracas de la UCV, muestra del espíritu moderno, ubicada sobre los antiguos terrenos de la hacienda Ibarra.

En esos años el afán por llegar más lejos logró cambiar la silueta de nuestra montaña madre, el Ávila. Ahora el Cerro el Ávila estaria coronado por el hotel Humboldt, construido en tiempo récord, por el arquitecto Tomás Sanabria en 1956. Este faro de cristal, concreto y acero se volvió la joya de la corona del nuevo sistema teleférico de Caracas, que además se conectaba con el litoral central, inaugurado un par de años antes.

Esta historia continúa, la ciudad ha vivido numerosos cambios que han transformado su semblante e historia. Por ahora son 452 años de momentos que hacen ciudad, gracias a sus ciudadanos, los caraqueños. Ahora te invitamos a reimaginar a nuestra ciudad desde su pasado y presente, con vistas a la Caracas posible.

¡Son 452 años que hay que celebrar!

¿Cómo celebras estos 452 años de Caracas? ¡Cuéntanos!

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