La Candelaria: el ‘barrio español’ de Caracas
La Candelaria ha sido el hogar, a lo largo de varias décadas, de muchas comunidades inmigrantes. Personas que han llegado en busca de nuevos colores, nuevos olores, pero que, al final, terminan ellos mismos dando vida y recreando los espacios. Buena parte de quienes han hecho vida aquí, son de origen canario, gallego, vasco y portugués. La esencia de La Candelaria, es como tener un pedacito de la península ibérica en Caracas, gracias a lo que más valor tiene que es su gente.
Los orígenes de esta naturaleza tan única, se remontan en un espacio que va desde la colonia hasta los desenlaces de la Segunda Guerra Mundial. Gran parte de los inmigrantes que llegaron a nuestro país, fueron canarios y consigo trajeron no solamente maletas y recuerdos, sino costumbres y la esperanza de una nueva oportunidad. La Candelaria estaría allí para darles cobijo y lugar en este mundo.
Muchos son los lazos que nos unen con los canarios. Por ejemplo, la historia de Venezuela está plagada de personajes con ascendencia canaria como el Generalísimo Francisco de Miranda, José Gregorio Hernández, José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco , Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y hasta el mismísimo Libertador Simón Bolívar, quien tenía antepasados canarios en su lado materno.
Influencia gallega en La Candelaria
El nombre de La Candelaria, proviene de la Virgen de La Candelaria, patrona del archipiélago canario. Pero sería mentira decir que han sido únicamente los canarios quienes han impactado esta zona, porque también, así lo han hecho los gallegos, quienes incluso luego de asentarse perfectamente en el lugar, fundaron el Club Social de la Hermandad Gallega en la avenida Andrés Bello.
Cuando nos hablan de España pensamos inmediatamente en vino y comida, esto es precisamente una de las cosas que los inmigrantes de la zona supieron impulsar. La Candelaria, inclusive hoy día, es conocida por el nivel exquisito en lo que respecta a gastronomía española y mediterránea. Aquí podemos disfrutar de restaurantes no solamente de buena comida, sino de un ambiente que puede trasladarnos hasta el otro lado del mundo.