Lluvias de “estrellas” navideñas
Las lluvias de “estrellas” como las luces navideñas del cosmos (debido a las fechas) brillan para todo el globo terráqueo en el mes de diciembre. Es conocimiento popular que la naturaleza siempre reclama atención (y paciencia), y como cada año, durante madrugadas consecutivas, se puede observar en todas las partes del mundo la última caída intensa de meteoritos y la más majestuosa.
En la constelación de los Gemelos, cerca de Orión, es el punto en donde parecen nacer estos meteoros, de allí, deriva el nombre del suceso astronómico: Las Gemínidas, se originan del asteroide bautizado como “3200 Faetón”. Hicieron acto de presencia alrededor del siglo XIX con actividad mínima seguida de 20 o menos meteoros visibles por hora. En la actualidad son muchísimo más resaltables porque se pueden ver en promedio de dos estrellas fugaces por minuto en el firmamento. Y actualmente, hasta la NASA la considera una de las mejores lluvias de meteoritos sobre la tierra.
Según datos de la Organización Internacional de Meteoro, el día de su mayor actividad sobre Venezuela, está programado para el 14 de diciembre de 2018. Sin embargo, se puede disfrutar desde el jueves 13 hasta el lunes 17. La espectacular vista se podrá apreciar con máxima intensidad alrededor de las 2:00 am. ¡Los meteoros se podrán ver por todo el firmamento! ¡Anímate!
¿Quién no querría ver una de las dos más populares lluvias de “estrellas” al año? Aunque las zonas geográficas más alejadas de la contaminación lumínica serán capaces de detectar con mayor facilidad el espectáculo, aquí, en la ciudad de Caracas (los caraqueños jamás planean quedarse atrás) también hay un lugar favorable para admirar el acontecimiento:
El Mirador La Alameda, en el sector de Valle Arriba en Bello Monte. Sabemos que la propia vista del lugar no tiene mucho que envidiar, sin embargo allí es beneficiosa la altitud para apreciar estos efímeros rayos de luz, además, se une una brisa de madrugada decembrina en donde entrarás en un performance ligeramente surrealista. No se necesita mucho esfuerzo para crear un ambiente agradable y cómodo, una manta espontánea o algunas sillas de playa (reclinables), y por supuesto, abrigarte con tres suéteres, guantes y hasta un gorro.
Este mismo viernes puedes sentir el infinito. Porque estos sucesos no pierden su magia.
Cada vez el cielo nocturno deslumbra con sus formas y muy pocas veces se admira de verdad más allá del número de estrellas que podemos contar a simple vista.
Acompáñate de amigos, quizás, como clímax de algún plan de viernes por la noche o latentemente pasar un momento romántico con tu pareja. Recuerda tener paciencia, a las estrellas y a la naturaleza les gusta hacerse esperar, ¡es su truco para embelesar!