Ludovico Silva y la filosofía de sus poemas sentidos
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Escritor, ensayista, poeta y filósofo venezolano. Reconocido como uno de los más grandes intelectuales del siglo XX. Ludovico Silva y la filosofía de sus poemas sentidos.
Su nombre de pila fue Luis José Silva Michelena, y Ludovico Silva era su seudónimo. Nació en Caracas el 16 de febrero 1937 y falleció el 4 de diciembre 1988.
Estudió en Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), graduándose de filósofo en el año 1969 con la categoría de summa cum laude. En esta universidad conoció al filósofo Juan David García Bacca, que terminó siendo un figura influyente en su carrera al punto de ser su maestro.
Del año 1964 al 1968 ejerció como secretario general del Ateneo de Caracas. Algunas de sus obras han sido traducidas a los idiomas italiano y alemán.
Incursionó en la radio con un programa que se llamaba “La palabra libre”. Tuvo una columna en el diario El Nacional, que llevaba por nombre “Belvedere”.
Ludovico Silva y la filosofía de sus poemas sentidos
Poemarios publicados
Tenebra (México, 1964)
Boom! (Caracas, 1965)
In vino veritas (Caracas, 1977)
Cuaderno de la noche (Caracas, 1979)
Piedras y campanas (1979)
Crucifixión del vino (1996, póstumo)
Ensayos
La plusvalía ideológica (Caracas, 1970; UCV)
Sobre el socialismo y los intelectuales (Caracas, 1970)
Teoría y práctica de la ideología (México, 1971; Nuestro Tiempo)
El estilo literario de Marx (México, 1971; Siglo XXI)
Vicente Gerbasi y la modernidad poética (Universidad de Carabobo, 1974)
Marx y la alienación (Caracas, 1974; Monte Ávila Editores)
Anti-manual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos (Caracas, 1975; Monte Ávila Editores)
De lo uno a lo otro (Caracas, 1976; UCV)
Contracultura (ed. Vadell Hermanos, Valencia,1980)
Filosofía de la ociosidad (Caracas, 1987; UCV)
En busca del Socialismo perdido (Caracas, 1988)
Poema de Ludovico Silva
SENTIDOS
Poemas del libro Cadáveres de circunstancias (1979).
“Mis ojos nada saben de estas joyas
conque mi alma ha mirado
la soledad futura del recuerdo.
Mis manos nada saben de estas ramas
conque mi alma ha tocado
la tristeza de ser tan solo un cuerpo.
Mi lengua nada sabe de los perros
conque mi alma ha gustado
el licor genesíaco del tiempo.
Mi nariz nada sabe del fragmento
conque mi alma ha olfateado
la vecindad sangrante del espejo.
Mi oído nada sabe
del caracol sonoro
conque mi alma ha inventado
el rumor de la mar ebria de muertos”.