Alejandro Colina, escultor de mitos y leyendas

La estatua de María Lionza en Caracas es la pieza artística más conocida de este escultor y pintor caraqueño, pero no es la única ya que son muchos los monumentos diseñados por este artista plástico. Alejandro Colina, escultor de mitos y leyendas.

Nació en Caracas, el  8 de febrero de 1901 y falleció el 23 de octubre de 1976, a los 75 años de edad. Es uno de los más grandes representes del arte monumental en Venezuela. Una gran cantidad de monumentos históricos fueron forjados por este artista plástico.

A los 13 años de edad comienza a estudiar en la Academia de Bellas Artes de Caracas, en la que su profesor fue el famoso artista plástico el maestro Antonio Herrera Toro.

Comienza a estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de Caracas, en donde expone varias de sus obras.

Alejandro Colina, escultor de mitos y leyendas

Se ausenta de Caracas en 1920 para radicarse por ocho años en la zona de La Guajira, en el Estado Zulia, se dedica a convivir con las etnias indígenas radicadas en esa zona y comienza un intercambio cultural en el que aprende mucho de la vida de estos indígenas.

Luego de ese tiempo regresa a la capital y se dedica a resaltar en sus piezas artísticas todo lo relacionado con la cultura de esas comunidades indígenas autóctonas, por tanto recoge mucho del mundo místico religioso y heroico de estas etnias ubicadas en Venezuela.

Todo esta relación cultural se ve reflejada en la mayor parte de sus obras. Pasó gran parte de su vida artística elaborando el Monumento al Libertador que era un grupo escultórico que nunca llegó a terminar.

Fue acusado de comunista y el presidente del momento, Juan Vicente Gómez le envía a ser recluido en el Castillo Libertador de Puerto Cabello, lugar en el que le tocó compartir celda con el poeta Andrés Eloy Blanco.

Tres años después es dejado en libertad, pero por ese traumático período es internado en el Hospital Psiquiátrico de Caracas. Esa ingrata experiencia le inspira a realizar el mural: «La Ciencia y la Psiquiatría».

Con una extensa obra realizada este artista plástico venezolano dejó un enorme conjunto de piezas públicas que pueden ser apreciadas por todas las personas que transitan varias de las ciudades venezolanas.

La última de sus obras fue «el Indio Chacao» que se encuentra en la plaza del mismo nombre.