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Carabobo: El gran lienzo de Tovar y Tovar

Carabobo: El gran lienzo de Tovar y Tovar

Carabobo

La imagen que muchos venezolanos tiene de los hombres y hechos de la guerra de independencia se debe en buena medida al pincel de uno de los mayores pintores criollos del siglo XIX: Martín Tovar y Tovar.

Nacido en Caracas en 1827 e hijo de padre español y madre venezolana, Tovar y Tovar se formó como artista en España y Madrid. Tras su regreso a Venezuela realizó retratos de la sociedad caraqueña, intentó sin éxito crear un museo con réplicas de obras maestras del arte europeo, ejerció la docencia y ensayó la fotografía artística.

Retrato de Martín Tovar y Tovar hecho por Antonio Herrera Toro

Su ingreso en el olimpo de la pintura venezolana le llegó gracias a un antiguo compañero de escuela llamado Antonio Guzmán Blanco, quien gobernó Venezuela en tres ocasiones entre 1870 y 1888 y cuyo régimen se caracterizó por el fomento de la ciencia y el progreso, el anticlericalismo y las grandes obras públicas.

Retrato de Antonio Guzmán Blanco hecho por Martín Tovar y Tovar

De convento a palacio

En 1872, Guzmán Blanco decretó la construcción de uno de los grandes símbolos de su gestión, el Palacio Federal Legislativo, en los terrenos de un convento de monjas concepcionistas del siglo XVII ubicado en el centro de Caracas, entre las actuales esquinas de Las Monjas, Padre Sierra, San Francisco y La Bolsa.

Palacio Federal Legislativo. Ilustración del siglo XIX

El máximo responsable del proyecto fue el ingeniero y arquitecto Luciano Urdaneta, segundo de los once hijos del prócer independentista zuliano Rafael Urdaneta.

La edificación del cuerpo sur del edificio (donde actualmente sesiona la Asamblea Nacional) tomó 151 días y finalizó en febrero de 1873. La conclusión de cada arco y ala de esta fase del proyecto se anunciaba a la ciudadanía con fuegos artificiales.

Vista aérea del Palacio Federal Legislativo

Por su parte, el cuerpo norte se terminó de construir en 1877. Este segmento del palacio consta de tres salones, el más famoso de los cuales es el llamado “Salón Elíptico”, sobre el que se alza la gran cúpula dorada de 26 metros de eje mayor y 13 de eje menor. La trayectoria artística de Martín Tovar y Tovar estaría íntimamente ligada a este recinto.

Fachada del Palacio Federal Legislativo

Primeros encargos oficiales

Antonio Guzmán Blanco encargó en 1873 a Tovar y Tovar los retratos de 30 próceres independistas venezolanos para el nuevo Palacio Federal Legislativo. El artista marchó a París para cumplir el encargo y lo concluyó en 1875. Entre los héroes retratados destacan Simón Bolívar, Francisco de Miranda, José Antonio Páez, Antonio José de Sucre, José Félix Ribas, Santiago Mariño y Rafael Urdaneta.

Retrato de José Antonio Páez hecho por Martín Tovar y Tovar

Asimismo, Tovar culminó en 1883 otro de sus trabajos emblemáticos y una de las pinturas más populares del arte venezolano: La firma del Acta de Independencia. Dicha obra causó gran sensación ese año, en el que se conmemoraba por todo lo alto el primer centenario del nacimiento de Simón Bolívar.

Firma del acta de independencia, de Martín Tovar y Tovar

Al año siguiente, Martín Tovar y Tovar recibió el encargo más ambicioso de su carrera: siete grandes lienzos de temática histórica y heroica: una representación del Tratado de Coche (que puso fin a la Guerra Federal en 1863), dos alegorías de la Paz y el Progreso y cuatro telas sobre otras tantas batallas emblemáticas de la independencia suramericana: Carabobo, Boyacá, Junín y Ayacucho. El monto estipulado fue el equivalente a casi un millón de dólares actuales.

Tovar invirtió en esta empresa los siguientes diez años. Nunca alcanzó a realizar el cuadro de Coche ni las dos alegorías. Asimismo, únicamente ejecutó un boceto de la batalla de Ayacucho. Solo alcanzó a pintar las batallas de Boyacá, Junín y Carabobo. Esta última supuso un gran reto técnico, ya que estaba destinada a decorar la cúpula del Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo.

Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo

Recreando Carabobo

Para realizar el lienzo de Carabobo, Tovar y Tovar visitó el campo de 12 kilómetros cuadrados donde tuvo lugar la batalla el 24 de junio de 1821. Junto a su discípulo, Antonio Herrera Toro, Tovar tomó apuntes de la geografía y la luz del lugar. Asimismo, consultó fuentes históricas, entrevistó a veteranos del acontecimiento y fabricó maquetas a escala.

Con el fin de disponer de la tranquilidad y los materiales necesarios para realizar el enorme mural de 458 metros cuadrados, el artista se estableció de nuevo en París en mayo de 1886. Por otra parte, como no pintaría directamente sobre el techo abovedado de la cúpula, Tovar utilizó el “marouflage”, una técnica consistente en realizar la obra sobre trozos de tela de tamaño variable y luego ensamblarlos en su ubicación definitiva a la manera de un gigantesco rompecabezas mediante el uso de pegamento, clavos, yeso y pintura.

Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo

Martín Tovar y Tovar optó por representar las dos horas que duró la batalla de forma secuencial y continua, sin interrupciones. A lo largo de la obra, el espectador asiste a los hechos y personajes más destacados del enfrentamiento.

La secuencia arranca con Simón Bolívar, comandante supremo del ejército patriota, junto a su Estado Mayor y sus edecanes supervisando la batalla desde el cerro de Buenavista.

Carabobo
Batalla de Carabobo: Bolívar, su Estado Mayor y sus edecanes

Viene a continuación el batallón Cazadores Británicos, compuesto por mercenarios europeos favorables a la independencia. Su líder, el coronel Thomas Ildeston Farriar, cae herido de muerte. Este fragmento es quizás el más popular de la obra debido a su masiva reproducción en libros y afiches.

Carabobo
Batalla de Carabobo: Cazadores Británicos

Luego se ve a José Antonio Páez, comandante de la primera división del ejército patriota, encabezando al batallón Bravos de Apure en una arremetida contra un batallón realista.

Ver también

Batalla de Carabobo
Batalla de Carabobo: Páez y los Bravos de Apure

Junto a esta escena yace muerto el teniente de caballería patriota y antiguo esclavo Pedro Camejo, apodado “Negro Primero” por su valentía y arrojo en el combate.

Batalla de Carabobo
Batalla de Carabobo: Muerte de Negro Primero

Posteriormente se aprecian varios líderes patriotas a caballo, entre ellos Diego Ibarra, edecán de Bolívar.

Batalla de Carabobo
Batalla de Carabobo: Diego Ibarra y compañía

La siguiente escena representa las muertes del general Manuel Cedeño y el coronel Ambrosio Plaza, comandantes de la segunda y tercera división del ejército patriota. Ambos hombres resultaron abatidos cuando, con el enfrentamiento prácticamente concluido, intentaron sin éxito lograr la rendición del batallón realista de Valencey. En realidad, Cedeño murió en el campo de batalla y Plaza falleció en Valencia al día siguiente.

Batalla de Carabobo: Muertes de Cedeño y Plaza

Por último, se ve arder en llamas el cuartel general de Miguel de la Torre, comandante supremo del ejército realista, mientras avanza un caballo blanco sin jinete, símbolo de la batalla ganada y la libertad conseguida.

Caballo blanco

Trascendencia y epílogo

Las piezas terminadas de la batalla de Carabobo llegaron a La Guaira el 27 de diciembre de 1887 y en febrero de 1888 se inició su instalación en la cúpula del Salín Elíptico bajo la supervisión de la firma francesa A.Binant. Los trabajos duraron más de medio año y la obra concluida se inauguró el 28 de octubre de 1888 con la asistencia del entonces presidente de Venezuela, Juan Pablo Rojas Paúl.

Detalle de la cúpula del Palacio Federal Legislativo

Martín Tovar y Tovar se alejó de los temas heroicos durante sus últimos años y se dedicó a la pintura paisajística. Falleció en Caracas el 17 de diciembre de 1902 a la edad de 75 años. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde 1983.

«Playa de Macuto», de Martín Tovar y Tovar

Tras contemplar la cúpula del Salón Elíptico, el célebre muralista mexicano David Alfaro Siqueiros calificó a Martín Tovar y Tovar como “el más grande muralista latinoamericano del siglo XIX y uno de los más brillantes del mundo”.

"La batalla de Carabobo", realizada por Martín Tovar y Tovar, es una de las grandes obras maestras de la pintura decimonónica venezolana.
Arco de Carabobo

Por otra parte, en el campo de Carabobo se alzan varios monumentos erigidos en las primeras décadas del siglo XX. El más famoso es un arco de triunfo de 28 metros de altura erigido por el dictador Juan Vicente Gómez el 24 de junio de 1921 con ocasión del primer centenario de la batalla.

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