7 pecados capitales en postres conocidos

Estos son algunos de esos lamentables errores que no deberían ocurrir en algunos de nuestros postres favoritos:

• Tiramisú sin mascarpone. En un postre en el que la textura es tan importante, da lo mismo cuánto se ablande el queso crema: el resultado no es lo mismo e incluso puede dejar una sensación grasosa que nada tiene que ver con la receta original.
• Torta Red Velvet con colorante. Es la interacción del cacao con el vinagre y el suero de leche lo que produce el color tan peculiar de la torta, colocarle colorante innecesario a no ser que se siga una receta que no tiene que ver con la original.
• Brownie con exceso de harina. El brownie no es una torta de chocolate; de hecho, lleva muy poca harina y de allí su textura interna, en parte chiclosa. Es decepcionante un brownie con exceso de masa.
• Crema pastelera con grumos. Aplica entonces para cualquier postre que lleve crema pastelera. ¿Es justo que si esta crema se puede incluso colar para retirar los grumos se sirva con ellos? Habla de un descuido total.
• Base del pie o tarta cruda. Es cierto que hay un reto en cocinar de manera uniforme el relleno o superficie de un pie y su base pero simplemente hay que hacerlo bien. Quien cocina debe conocer su horno, los niveles donde tiene más calor y jugar con tiempos y temperaturas para lograr que todo se cocine perfectamente.
• Tortas compactas o apelmazadas. No hay nada más decepcionante que una torta o pastel que debían ser húmedos y esponjosos y al picarlos se nota esa textura totalmente compacta. Las causas pueden ser muchas, desde proporciones de ingredientes incorrectas a no cernir la harina pero simplemente no debería ocurrir.
• Galletas tiesas o crudas por dentro. El descuido con los ingredientes y la textura de la masa, termina con galletas en los extremos: o tan duras que apenas se tocan, se rompen o están abiertamente crudas por dentro. Ambos son terribles pecados para el amante de las galletas.