Charles Brewer-Carías: el gran explorador venezolano
Blogger desde 2018. Tattoo enthusiast. Music lover.
Charles Brewer-Carías es un explorador venezolano, escritor y fotógrafo, considerado en algunas publicaciones como el Humboldt del siglo XXI y el mejor conocedor de la Guayana. Ha dirigido más de 200 expediciones en la Guayana venezolana, descubrió y exploró las cuevas del Cerro Autana en 1971, las Simas de Sarisariñama en 1974 y en el 2004 una cueva que lleva su nombre en el Chimantá-tepui.
Habla la lengua indígena Ye’kuana, ha escrito trece libros sobre sus descubrimientos en geografía, antropología, etnología, botánica y espeleología. 29 especies de plantas, artrópodos y reptiles han sido nombrados en su honor como reconocimiento a su labor.
Desde que era adolescente no ha cejado su interés por la exploración. A los 14 años, Brewer-Carías obtuvo una plaza como asistente en el Departamento de Antropología de la Sociedad de Ciencias Naturales de La Salle en Caracas, y descubrió, un año después, un yacimiento arqueológico en las proximidades de su casa. Trabajando como fotógrafo, a los 16 años tomó parte en una expedición para estudiar las prácticas de pesca en la isla de Margarita. Obtuvo su doctorado en 1960 y obtuvo la licenciatura en biología en 1961. En ese mismo año hizo su primera expedición a la parte superior del río Paragua, la cual fue organizada con el objetivo de encontrar la ciudad perdida de San José de Guirior.
Brewer-Carías es reconocido como especialista en supervivencia y desarrollador de cuchillos especializados. Su récord personal en encender fuego con palos es de 2,7 segundos. Brewer-Carías es reconocido como un notable fotógrafo cosa que en sus libros se hace patente con numerosas tomas e ilustraciones de la naturaleza venezolana. Charles Brewer-Carías es uno de los especialistas más reconocidos en búsqueda y salvamento en la selva. Durante muchos años indiscutiblemente fue líder de los más competentes equipos de salvamento en Venezuela, y probablemente, de toda la amazonía.
Unas peripecias que tuvieron sus consecuencias, aunque ahora las relata incluso con humor. «Me prohibieron donar sangre porque he sufrido todas las enfermedades de la selva: fiebre amarilla, paludismo, picaduras de alacranes y ciempiés… Aunque la peor fue, por raro que parezca, la de una hormiga. Su picadura es mortal y dolorosa. Perdí el sentido durante ocho horas», relata. Solo una grave lesión le impidió emprender nuevas expediciones. «Me dieron un tiro y tuve que abandonar la investigación durante dos años», comenta el veterano antropólogo. «Desde entonces, no he parado un solo día de preparar nuevos objetivos».
En 1981 recibió las condecoraciones de Land Army Cross y la Orden del Libertador por sus expediciones en el territorio Esequibo. Gracias a su trabajo con Brian Broom y los Yanomami, se convirtió en investigador honorario asociado del Jardín Botánico de Nueva York, así como también del Jardín Botánico del Orinoco en Ciudad Bolívar.
Además de trabajar junto a renombrados científicos de todo el mundo, sus investigaciones han sido publicadas en una variedad asombrosa de campos (botánica, zoología, entomología, geología, geografía, genética y antropología).
Información tomada de: wsimag.com, www.abc.es y Wikipedia