Ronald Sarti: el venezolano-argentino que llevará al voleibol venezolano a Tokyo
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Ronald Sarti como jugador era increíble. Era un opuesto atrevido, explosivo y ganador. Fue campeón de Liga con Hacoaj (Argentina), en la final más recordada de la historia ante Olympikus de Azul (Argentina), en la temporada 1999/2000. Como entrenador inició sus pasos en Argentina, en La Plata, donde reside. Y consiguió un gran logro como es la clasificación de la Selección Masculina de Venezuela a los Juegos Olímpicos de Tokyo, doce años después de la última vez que la selección estuvo en unos Juegos Olímpicos, de forma tal vez inesperada, con muchas dificultades en el camino de preparación. Ronald Sarti, uno de esos venezolanos que llegó bastantes años antes que sus miles de compatriotas que hoy buscan horizonte en la Argentina, está viviendo también su propio sueño.
Luego de un Campeonato Sudamericano complicado, en el que Venezuela había caído al 3° puesto ante Chile en sets seguidos, había que armar un plan. Chile sería sede del Preolímpico y, además, el primer partido del clasificatorio.
“La preparación la hicimos por fases, desde principios de noviembre en República Dominicana. Trabajamos con jugadores jóvenes y con cinco que no consiguieron contrato en el exterior para preparar aspectos técnicos, tácticos, físicos y psicológicos. Teníamos un compromiso complicado”, cuenta el entrenador.
En México, Sarti pudo tener equipo completo. Allí disputó cinco juegos ante la Selección local. Luego, ya en Cuba, el plantel ajustó su juego y entró en ritmo con 3 partidos, para el gran compromiso.
“Tuvimos muchos problemas con la documentación de algunos jugadores. Tuvimos que hacer las visas por Dominicana, algunos de los que estaban en Turquía. Willner Rivas, quien juega en Dubai, no tuvo documentación aprobada hasta la misma semana de la competencia. Difícil panorama, pero se superó”, recuerda.
Una lista larga de variantes ante la duda de alguna lesión o complicación, esa fue la idea de Ronald Sarti: “Los más expertos no pudieron asistir por problemas físicos, otros por temas de visado y pasaporte, por eso teníamos que tener alternativas. Lo importante es que este grupo respondió y pudimos lograr el objetivo”.
Sarti afirma que llegaron al Preolímpico con tranquilidad por los buenos rendimientos ante México y ante Cuba. El fixture marcaba debut ante Chile del argentino Daniel Nejamkin, cuyo máximo objetivo estaba en ese partido. “Estábamos preparados para el entorno y para las adversidades normales en el alto rendimiento. Terminamos con una victoria ante Chile y nos acostamos a las 3:30 a.m. para jugar contra Colombia a las 4 de la tarde”.
Fue una derrota en cinco sets ante los dirigidos por Julián Álvarez, un golpe duro, aunque ese punto fue fundamental para el pase. “Estábamos cansados, no fue excusa, pero logramos el objetivo”, recuerda. Con el 1-2, la previa del cuarto fue la motivación: “Muchachos, vayamos por este set que con este punto vamos a Tokio. Fue una manera de hacerlos reaccionar por el cansancio que les veía y además porque lo sentí así en ese momento. En el quinto fuimos por el partido, aunque no pudimos”.
Claro que ante Perú, en el cierre, el trabajo estaría terminado. “Fuimos con todo. Hagamos los nuestro, les dije, la presión que le quede a Colombia. Chile va con todo, está en su casa y en un excelente marco”. Jugó al ajedrez en palabras de motivación.
Fue una sensación increíble ver a mis jugadores llorando. Yo particularmente no vi el partido final de Chile, lo seguía por tramos junto al fisioterapeuta del equipo y unos familiares que lo visitaban”, rememora el paso a paso.
Y llegó un llamado telefónico de la guía que acompañó al equipo.
-¿Está viendo el partido?
-No.
-Prepárese porque Chile está ganando.
-Cuando gane me avisa, por favor.
«Escuché un grito en las habitaciones y a los muchachos llorando como unos niños y no era para menos por todo lo que habíamos pasado en estos tres años. Ahí empecé a contener a algunos, nos abrazamos. De ahí nos fuimos a la cancha y nos encontramos todos. Fue mucha emoción”.
Fue dramático. Dependían de resultados en un torneo atípico justamente en esos resultados. “Ya no dependía de nosotros, pero muy temprano sentí algo que ahora no podría explicar. Antes de jugar contra Perú me sentí liviano, ganador, clasificado. En pocas horas eso se hizo realidad. Supimos aprovechar nuestra oportunidad”, sintetiza ahora el DT olímpico.
Sin duda un logro maravilloso para la selección y un gran logro para Ronald Sarti. Doce años después vuelven a los Juegos Olímpicos a tratar de hacer historia.
Información tomada de: www.somosvoley.com