Escrito con luz: foto pura de Claudio Perna
Para todo caraqueño el Museo Bellas Artes se ha convertido en una casa de cultura y expansión por medio de la exposición y transmisión de distintas expresiones artísticas mediante una rítmica interrelación entre las salas de exhibición y el patio central, en los cuales se han mostrado pregnantes obras de artes de grandes maestros venezolanos a lo largo de la historia de nuestro Museo. Tal es el caso de la nueva demostración fotográfica: Escrito con luz. Foto pura de Claudio Perna.
Claudio Perna, venezolano, reconocido como un relevante exponente del arte conceptual latinoamericano. Profesor titular de la escuela de geografía de la UCV y ganador del Premio Nacional de Fotografía en 1994 y del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1995.
Maestro en el género fotográfico puro la cual es denominada por él mismo como “Luz” por ser una manera de mostrar las imágenes con un propósito netamente fotográfico, es decir, sin intervención alguna del negativo ni de la escena en sí, teniendo como intención obtener una experiencia perceptiva lo más próxima a la realidad posible.
En el trabajo del artista se puede observar una identidad estrechamente relacionada con el documentalismo, la foto de calle, el fotoreportaje y la fotografía abstracta.
Con fotos de larga exposición en misterio nocturno, retratos con miradas profundas, grupos de personas en actividades un tanto poéticas: conversaciones, besos e incluso momentos de introspección capturados por un ojo oportuno y selectivo como era el de Perna y su cámara.
Denominado como ideólogo del uso de la imagen fotográfica como construcción de la identidad nacional, el Museo Bellas Artes presta su espacio para rendir homenaje a esta exposición, catalogada como inédita, la cual consta de solo 27 fotos de la totalidad de su trabajo.
Mediante la secuencia de fotos expuestas, enmarcadas y guindadas en la pared, se pueden sentir los lugares donde estuvo el artista, las personas con las que compartió momentos e incluso sentir lo que el sintió antes de hacer funcionar el obturador de su cámara.
Sin duda, Claudio Perna convirtió su arte en una experiencia sensitiva, emocional y profunda para quien tenga el privilegio de acercarse a ver.