Casa de campo de Guzmán Blanco, un lugar de encuentro para las comunidades
La casa de campo de Guzmán Blanco es una estructura ubicada en la avenida Real de Antímano, frente a la estación de metro Mamera. Es un lugar donde se realizan distintas actividades culturales y se conservan algunos pedacitos de historia.
Para ese entonces, Caracas tenía mucho menos territorio y los barrios y lugares a su alrededor eran solo tierra, con unas pocas casas. Es llamada casa de campo porque para su creación era utilizada como un lugar de retiro y descanso. Se consideraba el sitio de las fiestas y celebraciones privadas del gobierno de aquel entonces. ¿Se imaginan la cantidad de historias que pudieran contarnos quienes estuvieron en esas fiestas?
Hoy en día detrás de ella tiene uno de los barrios más grandes de Caracas, con miles de personas que hacen vida a su alrededor. Pero no sirve como un museo, debido a que se han realizado cambios desde su creación. También ha sufrido las consecuencias de desastres naturales, incendios y robos.
Fue construida entre los años 1879 y 1884 por orden del mismo Guzmán Blanco. En esta casa fue donde pasó gran parte de su tiempo el General durante su gobierno, que fue declarada Monumento de Valor Histórico Nacional el 13 de agosto de 1979 por la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de toda la Nación.
Hoy sirve como centro de reuniones comunales, centro de actividades culturales como música y baile para niños, lugar para impartir cursos y talleres, entre otras actividades recreacionales.
También es conocida como La Guzmania, un nombre bastante raro, pero definitivamente original. Es sorprendente que esta estructura siga en pie a través del tiempo, fue realizada con piedra, ladrillo, tapia y bahareque, según el registro histórico que reposa en el Instituto del Patrimonio Cultural. Por su parte, los techos son de caña amarga, madera y tejas de arcilla; materiales que hoy en día raras veces son utilizados para construcción de viviendas.
Los pisos fueron construidos utilizando baldosas de cemento, paneles de arcilla y madera. Los cerramientos usados eran de madera y hierro. Y los acabados se hicieron de argamasa de cal, arena, cemento y pintura de caucho.
Un incendio casi acabó con ella en el 2015 y desde entonces se ha intentado su completa remodelación en varias oportunidades, aunque aún hay varios sitios deteriorados dentro de ella.
Debido a que la casa no cuenta con entes que realicen mantenimiento, la gente de la comunidad creó la Fundación Augusto César Sandino, integrada por miembros de las zonas aledañas. Ellos se han encargado de custodiar la casa en las noches y coordinar las actividades deportivas que se desarrollan dentro de las instalaciones del patrimonio.
Este lugar cuenta con canchas y áreas comunes que sirven a los jóvenes de la zona, muchos asisten a jugar distintos deportes y a recrearse en las áreas abiertas todos los días de la semana.
A pesar de sus daños, sin importar la ideología política de quienes la crearon y quienes ahora realizan actividades en ella, es aplaudible tener un lugar histórico que sirva de encuentro para los miembros de una comunidad, como lo es la casa de campo de Guzmán Blanco.
