Historias con calle: Tamanaco
El nombre Tamanaco no es ajeno a los caraqueños, ya que varias avenidas y urbanizaciones llevan este nombre. Por ejemplo, uno de los más emblemáticos es el Hotel Tamanaco, el hotel cinco estrellas más antiguo de Caracas. Lo curioso es que el uso recurrente de este nombre, es un homenaje a Tamanaco, cacique y guerrero indígena venezolano del siglo XVI; uno de los más conocidos.
Santiago de León de Caracas, fundada el 25 de julio de 1567 por Diego de Losada, era, de forma permanente, acechada por las tribus indígenas de la zona. La lucha entre grupos nativos y conquistadores eran frecuentes y a muerte. Cuando Diego de Mazariegos toma posesión del cargo como gobernador de la Provincia de Venezuela, coloca como principal prioridad la pacificación del territorio. Esto trajo como consecuencia la persecución de los grupos indígenas, que llevó a la muerte del cacique Guaicaipuro. Fue así como Tamanaco se hizo como líder de los mariches y los quiriquires.
Avanzaron los años y, en 1573, Tamanaco, y las tribus lideradas por él, se volvieron objetivo claro de los españoles conquistadores. Inclusive vinieron refuerzos de la península y otras islas para ocuparse de la tribu problemática. El capitán Pedro Alonso Galeas y el teniente Francisco Calderón, unieron sus fuerzas para delinear una estrategia que acabara con la tribu de Tamanaco. Otras tribus como fueron los yanaconas, liderados por el cacique Aricabacuto, se sirvieron como aliados de la corona para perseguir al cacique de los mariches.
Tamanaco se entera de los planes que tienen los españoles de darle cacería y reúne una fuerza aproximada de 300 guerreros, sumado al apoyo brindado por las tribus Teques y Arbaco. Su idea era bastante clara, debía atacar primero asumiendo que esa sería su mayor defensa. Subestimó, así, el poder y alcance de la comisión conquistadora instaurada únicamente para darle captura. Fue así, entonces, como Tamanaco atacó Caracas sorpresivamente con toda su legión guerrera. Persiguió a los españoles hasta las orillas del Río Guaire, pero estos, liderados por el capitán Hernando de la Cerda, derrotaron a los indígenas gracias a la caballería.
El cacique Tamanaco fue apresado vivo y sentenciado a muerte. Una alternativa condicionada, de la mano del conquistador español Garci González de Silva quien en conversaciones con el capitán Mendoza, llegaría para dar otra oportunidad al nativo. Las opciones eran la horca o luchar contra el Mastín entrenado de Mendoza, el que irónicamente fue llamado “amigo”. El cacique era un gran guerrero y accedió. Poco fue el tiempo que le tomó darse cuenta que se encontraba en una lucha desigual. El animal le proporcionó una herida en el cuello de la cual fue imposible recuperarse, ocasionándole la muerte.
El legado del cacique Tamanaco fue muy amplio hasta permear nuestros días. Muchas de las urbanizaciones que recorremos, edificios que visitamos e inclusive las monedas de colección que existen en nuestro país llevan la figura perfilada del valiente nativo que se enfrentó, hasta las últimas consecuencias, a una fuerza empecinada en dominar los rincones de nuestro territorio.