Briceño Guerrero: Nuestro hacer filosófico
Articulista, copywriter e instructora de yoga en formación.
Resulta que Venezuela goza del hacer filosófico y para muchos es una situación que pasa desapercibida porque desde pequeños nos hablan de filósofos como Descartes, Platón y Aristóteles. Y sin ninguna pretensión de menospreciar a los clásicos, creo necesario adentrarnos a lo nuestro por amor y sentido de pertenencia. Y para ello está José Manuel Briceño Guerrero.
Briceño Guerrero fue un filósofo llanero que hablaba un bojotal de idiomas (incluyendo griego, latín y sánscrito). Además, fue profesor de la Universidad de Los Andes y escritor de obras como El origen del lenguaje (1970), La casa del verbo (2009), El pequeño arquitecto del universo (1990) y muchos otras más.
Su amor en el lenguaje
Háblaba más de 20 idiomas. Siempre estaba aprendiendo uno nuevo. Le apasionaba el arte de traducir. Y le dedicó gran parte de su vida al lenguaje: para él «el lenguaje es el medio que hace posible la formulación de preguntas y respuestas. La estructura del conocimiento es lingüística. La estructura de la conciencia es lingüística. La estructura del racionamiento es lingüística. La estructura del mundo, tal como lo concibe y lo conoce el hombre, es lingüística. El lenguaje es el lugar de lo humano, en él vivimos, nos movemos y somos.»
Nos decía que intentar indagar de dónde se originaba el lenguaje, era una pregunta con una respuesta compleja. Pero sí que era trascendente -al menos- formulársela.
No podría llegar a caracterizar su obra filosófica en un artículo tan corto como este (y creo que ni siquiera en uno mucho más largo); sería una pretensión desmesurada. Pero Briceño Guerrero sí que hace que nos hagamos ciertas preguntas esenciales. Nos habla sobre nuestra condición humana en la que señala que ésta es fundamentalmente incómoda porque requiere incesantes esfuerzos conscientes, trabajos y preocupaciones que nunca conducen a la seguridad definitiva.
Briceño Guerrero nos responde y nos hace las clásicas preguntas de la filosofía desde nuestro valor identitario. Promovió, por mucho tiempo, la unidad del continente latinoamericano. Es un referente para el mundo y sus obras están a la mano en Internet. Y no está de más decir, que es justo y necesario emprender el viaje de leerlo y descubrirnos a nosotros a través de otros ojos.