Experiencia Samambaya, un domingo diferente
Publicista por profesión, yogui por pasión, foodie por naturaleza, intensa…
Nos bajamos del carro y lo primero que nos recibe es un pavo real caminando libremente en los alrededores de la quinta. Desde que llegas, conectas con la naturaleza y puedes ver un adelanto de lo que experimentarás cuando te asomas por el estacionamiento y tienes la vista del jardín con la piscina. Así comienza nuestra Experiencia Samambaya.
Entramos a la Quinta Samambaya
Lo primero que puedes observar apenas entras es la vista de El Ávila y gran parte de la ciudad, ¡es alucinante! Un domingo tempranito con esta vista, un cafecito y el clima frío que caracteriza diciembre (que en esta zona prácticamente perdura todo el año).
Actividades
En la «Experiencia Samambaya» hay actividades predeterminadas que puedes hacer todos los domingos como también tienes actividades especiales que van cambiando semana a semana. Según tus gustos, las puedes hacer todas o tú eliges cuales prefieres. No hay un parámetro u horario en las actividades, únicamente en las comidas. Les contaré las que nosotros disfrutamos ese domingo.
Meditación y brunch
El brunch empieza desde las 10:00 a.m. En esta ocasión tenían como actividad especial una meditación a las 9:00 a.m., si te llamaba la atención podías asistir y luego ir a comer. Yo, en lo personal, como amante del mundo holístico, disfruté la meditación en la naturaleza con los pajaritos cantando alrededor, fue una experiencia muy bonita.
Luego, pasamos al brunch y ¡qué delicia! Empezamos con el coctel de bienvenida, una mimosa muy refrescante mientras esperábamos el primer plato.
A la mesa llega un yogurt con granola y frutas. Al terminarlo, se acercan varios platos con una degustación de croissant, pan y golfeados, acompañado de unos grissini y huevos poché sobre brioché de frutos secos con carpaccio ahumado.
Este es un menú predeterminado que hay actualmente y puede que cambie con el tiempo. Acompañado siempre con café, chocolate caliente y jugo a lo largo de la mañana.
Recorrido por las plantaciones
En la experiencia Samambaya tienes la opción, después del brunch, de hacer un recorrido por las plantaciones de café y cacao que tiene la quinta.
Donde aprendimos todo sobre el cacao, los injertos y los diferentes tipos de semillas. Para llegar a estas plantaciones tienes que atravesar un bosque de bambúes que te enamorará, además de poder tomarte fotos espectaculares que te transportarán a la selva por unos minutos. Estos fueron traídos de China por una de las personas que vivió en esta quinta y tenía una fascinación por toda esta cultura, pero ya esto es otro cuento que contaremos en un artículo cuando hablemos de toda la historia tan importante que guarda esta casa, empezando porque fue declarada Patrimonio Cultural Arquitectónico.
Finalizando el recorrido te encuentras con la casita donde hacen masajes en medio de la naturaleza, si deseas disfrutar de esta actividad debes avisar cuando reserves para coordinar la hora y tengas tu cupo asegurado, o si te animas el mismo día también puedes solicitarlo si hay disponibilidad.
Empanaditas y quesos
Regresando del recorrido, ya en las mesas se están preparando para hacerte llegar un delicioso trío de empanaditas de queso, pollo y pescado acompañado de una salsa picante y una salsa de reina pepiada ¡Sí! la salsa de reina pepiada es de otro mundo.
Entre estas comidas tú puedes estar donde más te plazca, puedes estar disfrutando de un día de sol en la piscina (no olvides tu traje de baño), jugando bolas criollas, paseando por la galería itinerante de la quinta o simplemente relajándote en alguno de sus espacios; es una casa muy amplia que puedes disfrutar a todo dar. Si en un día no pudiste aprovechar todos los espacios, siempre puedes volver.
Nosotros en ese tiempo decidimos conversar con uno de los dueños quien nos dio un tour por toda la quinta, contándonos su historia desde 1935, todos los personajes importantes que pasaron por allí y el arte que acumula en sus paredes sobre su pasión: diferentes representaciones de El Ávila y otras obras importantes.
El tiempo se pasa volando y no quieres perderte nada. Después de conversar con Gonzalo, que ojo, siempre está allí dispuesto a conversar con todos los invitados estuvimos conversando con otros caraqueños que fueron a disfrutar el plan y la verdad que es toda una experiencia.
En ese interín, llegan los quesos y ¡Wow!, llegaron en diferentes presentaciones con mieles sobre crocantes de maíz. Una delicia total y aún no termina esta visita.
Vuelve a la vida y cata de chocolate
Al rato de estar conversando con diferentes personas que habían ido a disfrutar la experiencia, al igual que nosotros, de repente llega un «Vuelve a la vida» para repotenciar las energías antes de terminar con la planificación estipulada.
Más tarde, nos convocaron para reunirnos todos en la terraza y concluir la experiencia Samambaya con la segunda y última actividad especial del día. Una cata de diferentes haciendas de cacao con la chocolatier de Río Cacao, marca de chocolate de la quinta Samambaya. Nos reímos mucho armonizando y descubriendo los diferentes aromas y sabores que emanaban en boca de los diferentes chocolates que probamos, incluso nos regalaron varias semillas para disfrutar en casa de estos deliciosos cacao nibs que podemos hacer triturando la semilla.
Para finalizar la cata, degustamos de un postre de chocolate armonizado con el coctel Samambaya, que tenía un sabor cítrico a base de limón para contrastar con el postre.
Cuando se terminan estas actividades, puedes permanecer en la quinta disfrutando de sus instalaciones y de su famosa y variada coctelería hasta la hora que desees. Toda esta experiencia está incluída en el costo de la entrada, lo único extra son los cocteles que puedes disfrutar después.
Este día lo puedes disfrutar todos los domingos con tu pareja, familiares o amigos, visita el perfil en Instagram de la Quinta Samambaya haciendo clic aquí para pedir más detalles sobre la «experiencia Samambaya», con estas actividades predeterminadas súper divertidas y otras especiales que cambian semana a semana como la meditación y la cata.
¿Te animas?
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Publicista por profesión, yogui por pasión, foodie por naturaleza, intensa porque sí. Amando y viviendo Caracas cada día más.