Coromoto 2020: Que el amor sea más fuerte que el hambre
La inquietud de brindar una respuesta a miles de familias que hoy no tienen cómo llevar a sus mesas un plato de comida permitió a un grupo de laicos, voluntarios y representantes de la iglesia católica en Venezuela unificar esfuerzos en un proyecto social que busca sostener la esperanza de los más necesitados.
Este confinamiento ha dejado brechas más amplias de una crisis acentuada que juega con el hambre, la psiquis y el bienestar de las familias. Un escenario que pone en práctica la voluntad de los ciudadanos, muchos de ellos dispuestos a ayudar, a retribuir un poco de todo lo bueno que alcanzaron en sus vidas.
La iniciativa Coromoto 2020 nació el pasado mes de mayo, en medio de la pandemia, como respuesta inmediata a las carencias de las familias caraqueñas que habitan en 16 zonas vulnerables, y que hoy deben sortear la ausencia de programas que garanticen su estabilidad.
El proyecto ha obtenido durante los últimos dos meses el respaldo de 16 instituciones educativas que se han transformado en centros de acopio, la incorporación de más de 30 voluntarios y organizaciones que junto a la sociedad civil han podido recaudar alimentos no perecederos y artículos de higiene que luego son entregados a las familias desprotegidas y sin ingresos en estos tiempos.
La atención que hasta el pasado 6 de junio había beneficiado a 900 familias de Petare, La Vega, Lomas de Baruta, 23 de enero, Coche, entre otras zonas, hoy supera las 3.500. La entrega de estas bolsas de comida también se ha visto afectada por las restricciones de movilización entre los sectores y municipios que integran a la Gran Caracas, razón que ha llevado al equipo de Coromoto 2020 ha redefinir estrategias que permitan seguir cumpliendo con esta ayuda.
El equipo de trabajo se planteó como meta llegar a 20 mil kits entregados para el mes de diciembre de este año mientras la recolección de productos en los centros de acopios se encuentra paralizada ante el aumento de casos Covid19 que se ha registrado en las últimas semanas en el país, sin embargo, el aporte puede seguir efectuándose vía electrónica.
Con el pasar de los días el voluntariado ha ido creciendo, el beneficio que hoy es bandera para los integrantes de Coromoto 2020 se mantiene activo, solo les queda seguir confiando en esa mano amiga que ha permitido llevar un saquito lleno de esperanza, fe y comida a quienes más lo necesitan;, para todo los involucrado, “el amor debe ser más fuerte que el hambre”.
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