El primer rascacielos de Venezuela tiene sello Polar
Comunicadora social egresada de la colmena. Caraqueña encerrada en el…
En 1951 inició la construcción de la Torre Polar I, una de las sedes de Empresas Polar considerada como el primer rascacielos construido en Caracas, uno de los edificios históricos de la capital de Venezuela.
Con 86,9 metros de altura y 17 plantas, el rascacielos se convirtió en atractivo para la ciudad. Fue un modelo arquitectónico de la época e inspiración para la construcción de más edificaciones de este tipo.
El arquitecto Martín Vegas Pacheco junto con su colega José Miguel Galia forman en 1951 la firma Vegas y Galia. Para 1954 construyen el Conjunto Torre Polar, una especie de hito por su gran altura y estar situado en una zona importante y transcurrida como lo fue y lo sigue siendo Plaza Venezuela.
Los destacados arquitectos recibieron en su oficina a representantes y vendedores de los cristales Saint-Gobain (ofrecidos como aislantes y absorbentes de la radiación solar) y de ACO, S.A. distribuidores y también representantes de la compañía norteamericana ALCOA (Aluminum Company of America). Ambos ofrecieron utilizar sus productos para cubrir la fachada del edificio. La idea era complementarse y construir la primera aplicación del muro cortina o “curtain wall”. Es decir, un sistema de fachada ligera, acristalada y autoportante, capaz de soportar todo el peso del apilamiento sin sufrir ningún deterioro y capaces de resistir la fuerza del viento.
Se trata del primer rascacielos en Venezuela y el primer edificio revestido con vidrio y láminas ornamentales de aluminio del país. Al respecto, el arquitecto y profesor Alberto Sato escribió en su libro «Miguel Galia. Arquitecto» (2002), que Vegas y Galia: «introdujeron la modificación de las cuatro fachadas acristaladas y la imagen de la torre resultó más radical que las de Nueva York, porque ninguna de las dos famosas torres norteamericanas de esos años -el Seagram y la Lever House– se habían resuelto de esta manera».
Tipografía a gran escala
En un primer momento, la fachada era de color verdoso. Con el desarrollo de Empresas Polar, en 1981 decidieron cambiarla a un azul negruzco. Así logró asemejarse a la Torre Polar II, culminada en 1997 y también uno de los edificios más importantes de la ciudad.
Su principal atractivo es el aviso luminoso ubicado en la parte superior en neón de la tipografía de la marca Polar. En 2010, debido a la política de ahorro energético, el aviso ya no se encuentra en funcionamiento.
Se coronó como el edificio más alto de Venezuela por poco tiempo. El 6 de diciembre de 1954 fueron abiertas al público Las Torres del Centro Simón Bolívar, conocidas como las torres de El Silencio. Se trata de un par de edificios gemelos de 32 plantas y 103 metros de altura.
Con información de Fundación Arquitectura y Ciudad.
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Comunicadora social egresada de la colmena. Caraqueña encerrada en el valle de Caracas desde el 96, enamorada de sus atardeceres y sus verdes.