Los Diablos de Corpus en Víctor Millán están en la GAN
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas…
La Galería de Arte Nacional (GAN) nos ofrece la oportunidad de conocer la exposición “Los Diablos de Corpus en Víctor Millán”, una bella muestra ubicada en la planta baja, al final del pasillo a mano derecha. La obra de Víctor Millán corresponde al denominado Arte Popular, y presenta un trabajo que recopila el retrato de innumerables costumbres de nuestro folclore, tras la investigación y el estudio de un artista que se dio a la tarea de inmortalizar nuestras celebraciones y tradiciones culturales.
Una rica paleta de colores que armoniza en intenso contraste deja ver a las figuras que parecen haber posado para Millán. En sus obras, el artista nos muestra las posiciones de los bailarines, la arquitectura llena de vestigios coloniales, y estructuras que se encuentran relacionadas a su experiencia en la marina. Un pueblo capturado en pintura moviéndose en masa al ritmo que le marcan el tambor y las maracas.
El Curador de la exposición Francisco Da Antonio nos introduce a la obra de Millán.
“Nacido en Punta de Araya del Estado Sucre, en 1919, Víctor Millán fue un pintor de asombrosa versatilidad temática: barcos, marinas, naturalezas muertas y próceres de la independencia, animales y selvas, retratos, autorretratos y dulces odaliscas, entre otros. Minucioso dibujante y trabajador infatigable, Millán devino el pintor que con mayor persistencia asumió la representación de los Diablos Danzantes. Poco efecto a los vigores de un cofrade – “¡Oriental y hombre de mar, todavía soy!”, diría alguna vez – no se detuvo en incluir sus propios diablos en eventos y parrandas donde un cofrade jamás participaría.
El Conjunto reunido aquí en conmemoración del centenario de su nacimiento representa, en consecuencia, una selección de la cincuentena o más de obras dedicadas por el artista a los Diablos Danzantes. Piezas donde sus animadas formas, cinéticos destellos y riqueza cromática devienen capítulos fundamentales en la poética de nuestro gran pintor”.
Según Francisco Da Antonio, existen en su trabajo rasgos comunes emparentados con la obra de Feliciano Carvallo. No obstante, Millán desarrolló una obra circunscrita a experiencias autobiográficas, como las fiestas populares del oriente venezolano y su pasado como marinero. «Con todo, a él debemos esos bellos paisajes donde las casas semejan proas de grandes buques; animadas escenas donde el pájaro guarandol cae abatido por un fogonazo de confitería. Exquisitas naturalezas muertas y florones donde el azul impone su timbre más profundo. Sus marinas expresan el amor de quien conoce todos los secretos de las balandras pesqueras del Caribe. Sus retratos y figuras, trátense de vírgenes o de reinas o como aquél de su hermana María del Valle, son particularmente notables. Aluden por una parte el trabajo de los fotógrafos a domicilio que de una postal en ruinas devuelven a sus clientes una seductora imagen iluminada» (Da Antonio, 1977). De Víctor Millán, la GAN posee en su colección, entre otras obras, Casa de los diablos (1953), La reina María Lionza (1965) y Procesión del Nazareno (1979), todas ellas óleos sobre tela.
Da Antonio explica sobre la exposición
“La festividad del Corpus Christi que conmemora la transfiguración del pan y el vino en el cuerpo de Cristo, data del siglo XIII. Alcanza la universalización por Bula Papal de Urbano IV (1264) y definitiva confirmación en Clemente V, en oportunidad del concilio de Viena en 1311. En Venezuela, los Diablos Danzantes son una síntesis de la España cristiana, la coreografía ritual africana y del aporte aborigen se remonta a 1595 e inicios de la siguiente centuria. Su culto se extiende al centro-norte del país: Ocumare de la Costa, Cata, Chuao, Patanemo, Naiguatá, algunos otros pueblos y San Francisco de Yare, popularizados por el gran Festival de la Tradición celebrado en Caracas, en 1948 y a la exposición del fotógrafo Ricardo Razetti al siguiente año.
La incorporación de la imagen de los Diablos Danzantes a la historia del arte en Venezuela fue obra de pintores del Taller Libre de Arte (1945-1952), entre ellos a Mario Abreu, Humberto Jaimes Sánchez, Alirio Oramas, Carlos Cruz Diez y Víctor Millán.
Nuestros danzantes están organizados en cofradías y hermandades sujetas a requisitos, normas y reglamentos consolidados por la tradición. Cada localidad tiene sus propias jerarquías: un “general en jefe”, por ejemplo, capitanes, capataces, “perreros”, un cajero – el nombre del tambor – y, según el lugar, hasta una Sayona, la madre del Diablo. Más allá de las vigilias antes del “jueves de Corpus” y, paralelamente al ritual de sus desfiles y sus danzas, la tarea fundamental de las hermandades es la rendición al culto al Santísimo Sacramento, a la Majestad representada en la figura del Jesús Sacrificado”.
Un recorrido que no deben perderse. La exposición “Los Diablos de Corpus en Víctor Millán” es una experiencia que nos ayuda a comprender la riqueza de nuestras raíces, y la importancia de conocer la historia que nos explica cómo somos realmente. La Galería de Arte Nacional se encuentra en la Avenida México, frente a Puente Brión, en la parroquia La Candelaria, muy cercana a la estación del Metro de Bellas Artes. Puedes seguir las muestras a través de: @Fundacionmuseos / www.fmn.gob.ve
Para mayor información: educaciongan@yahoo.com
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Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas del arte ando en la búsqueda de nuestros grandes tesoros patrimoniales. Caracas está siempre lista para enseñar y sorprender a través de increíbles historias y mágicos rincones. Quiero ser parte de los que estén allí como testigo para luego poder compartir esas historias, mientras nos convertimos todos en sus protagonistas.