Sabas Nieves, la historia detrás del sendero
Subir el Ávila hasta Sabas Nieves siempre es una opción ideal para desintoxicarse del caos de la ciudad, escapando hacia la naturaleza donde respiras aire puro y estás rodeado de nuestra maravillosa montaña. Además, liberas tu mente y realizas actividad física que, como sabemos, es vital para la salud física y mental. Todo eso lo puedes conseguir en el Parque Nacional El Ávila, conocido también como Parque Nacional Waraira Repano, situado en el centro-norte de Venezuela.
El Ávila se extiende desde Caracas, por el norte del Estado Miranda y el sur del Estado Vargas. Posee varios senderos o puntos de acceso a sus visitantes, los cuales se pueden realizar en automóvil, teleférico o simplemente caminando.
Muchos no conocen la historia que se esconde detrás de este maravilloso lugar llamado Sabas Nieves, ni el por qué fue nombrado de esta forma.
De la historia del guardaparque, del cual deriva el nombre de este popular sendero, se conoce mas bien poco. Conocido como «Sabas Nieves» por amigos, familiares y visitantes del parque, este hombre es conocido «como una persona muy responsable y honesta que cuidó el parque». Son varias las versiones sobre el tiempo que se encargó del parque, unos indican que fueron 11 y otros dicen que fue durante más de 20 años que «Sabas Nieves» cuidó de este lugar tan estratégico hoy día para los visitantes.
Quizás es un homenaje personal, y colectivo también, a la familia Nieves. Se estableció con una familia de 16 hermanos, los cuales, algunos, dedicaron cuerpo y alma al trabajo de guardaparques. Ya sea por tradición o por voluntad, son un ejemplo de lucha y constancia en la dura faena de mantener los parques en óptimas condiciones.
Igualmente sucede con el ya jubilado guardaparques, Diógenes Torres, que cuidaba el parque junto a Sabas Nieves desde 1951. “Hago especial énfasis en Sabas porque su don de gente y excelente trato con cada uno de los visitantes o excursionistas que se le acercaban, lo hicieron destacarse. No se limitaba a responder preguntas, también aconsejaba, orientaba y hasta guiaba por aquellos senderos de la montaña que estaban dentro y fuera de su área”. Así cuenta quien se dedica al mismo oficio del homenajeado, ése que parece haberse heredado con el apellido Nieves.
En este sentido, Héctor, sobrino de Sabas Nieves, habla de Sabas como una persona muy orientadora, paciente, constante y responsable, siendo hijo de Rafael Emilio y de Emilio, el abuelo, que también ejercían estas labores. Héctor, para el año 2011, también era guardaparques en el puesto Lomas del Viento, «bajo su custodia desde el año 1994, cuando “tomó las riendas” del cargo que por un tiempo ocupó su padre».
Además, el conocido Sabas Nieves fue responsable de la reforestación del parque, la cual se ocupó personalmente en cuidar cada detalle.
¿Conocías está historia?