El sentir del Ávila reúne el trabajo de cinco artistas en la galería artesanalia 2

Vuelve el Ávila: contundente, omnipresente y maravilloso. Un tema recurrente que no se escapa del imaginario caraqueño que ve nuestra urbe como un valle abrazado por esta
cadena montañosa. Una presencia que atenúa el caos y el concreto. Ha sido explorado por
muchos: caminantes lo recorren y conocen todos sus trazos, subidas, bajadas y curvas;
artistas lo contemplan incesantemente plasmando su grandeza en su medio de preferencia.

En esta ocasión la galería artesanalia 2 retoma un tema querido presentando la visión romántica, original y cuidadosa de los artistas A. Brito, G. Ferrer, L. González, B. Greyes y T.
Mantilla que convergen en el espacio de Paseo las Mercedes para conversar sobre el Ávila.
La visión presentada del Ávila no es para nada homogénea o unificada, abstracciones geométricas llenas de color se alternan a visuales que representan la montaña en una línea
de tiempo; así como encontramos una imagen más clásica y romántica contrapuesta a una
simplificación sintética genial de la montaña. ¿Más o menos color?, ¿más o menos realismo?, ¿más o menos síntesis?, ¿más o menos abstracción?, los artistas se han encargado de presentar una amplia gama para todas las preferencias invitando al espectador a engrandecer su visión y abrir su mente.

ALEJANDRO BRITO GONZÁLEZ (1984)

Desde muy niño demuestra gran facilidad para el dibujo y las manualidades, así como especial interés por reproducir fielmente lo que veía a su alrededor. Desde el año 2008 comienza a pintar de forma autodidacta con óleo y acrílico sobre lienzos y a exponer sus primeras obras en gran formato. A partir del 2011 y, durante 6 años, cursa formalmente estudios de arte figurativo hiperrealista de dibujo y pintura con la profesora Patrizia Rizzo, aprendiendo y desarrollando ampliamente capacidades artísticas, culturales y personales. En el 2015 decide dedicarse exclusivamente a su carrera como artista plástico.

En el 2017 viaja a Carolina de Sur (Estados Unidos) para cursar estudios en la Blair School of Realism, bajo la tutoría del artista internacional Dru Blair, incursionando en el campo del fotorealismo. Entre 2017 y 2018 expone en distintas ferias de arte en los Estados Unidos (Spectrum Miami Art Show, Art Expo Las Vegas, Art Expo New York y Art Santa Fé) y en Venezuela participa en exposiciones colectivas dentro de la Galería artesanalia 2 y el O Espacio Galería.

Su temática más representativa se centra en el paisajismo de escenarios nacionales como el Ávila y Canaima, la figura humana y distintas composiciones de bodegones o golosinas. Actualmente se prepara para incursionar en la escultura manteniendo la corriente del arte figurativo hiperrealista que lo caracteriza.

GUILLERMO FERRER (1964) / El sentir del Ávila

Sus estudios comienzan en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas y en el Centro de Enseñanza Gráfica Cegra. Entre sus maestros y fuentes de inspiración encontramos a Pedro Centeno Vallenilla y Edgar Sánchez (galardonando de la Fía) entre otros. En 1981 realiza su primera exposición en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Ímber en la exposición de Jóvenes Artistas.

Fue asistente de taller del Maestro Régulo Pérez durante sus estudios y como artista fue
representado por la importante Galería Minotauro de la mano de Cecilia Ayala. Ha también sido profesor en múltiples institutos de arte y diseño de Caracas. Ferrer, en su versatilidad y curiosidad, ha experimentado con el grabado sobre metal; la litografía sobre piedra; la serigrafía; la acuarela; el dibujo; la pintura al óleo y acrílico; la escultura en polímero, piedra artificial y el hierro.

Se aventura también en la realización de murales y su serie Mural Dioramas viene expuesta en el pabellón de Venezuela en Hannover (Alemania) en el año 2000 durante la exposición mundial del Ambiente. Actualmente se dedica a la reconstrucción y representación del Ávila en una tendencia que el artista define como Constructivismo Figurativo en la cual busca fusionar realismo y constructivismo. Sus nuevas series llevan por nombre “Ventanas del Ávila Urbano” y yuxtaponen diferentes vistas del Ávila y de la ciudad de Caracas a diferentes horas del día y de la noche. Estas series gracias a las “ventanas” y a la división geométrica del espacio compositivo generan diversidad y dinamizan el espacio de la obra. Un mosaico de pequeñas obras dentro de una grande obra.

Muchas de sus obras se han desplegado en diversas colecciones privadas tanto dentro como fuera de Venezuela, en muchas ciudades de Estados Unidos, Australia, Noruega, China, Rusia, Catar, Arabia Saudita, México, Panamá, entre otros.

LEONEL GONZÁLEZ (1988)

Su primer contacto con pinceles y acrílico fue a través del artista plástico y maestro Arturo Mújica, en el museo Jacobo Borges. Leonel tenía 12 años y compartía la experiencia con otros niños, replicaban bodegones con crayones de acuarela. Su curiosidad y perspicacia lo llevó a preguntarle al maestro si podía pintar sobre lienzo, como en la clase de los adultos. Fue así que adquiere el nombre de “pintor de caballo”, esta historia comienza cuando Mújica aceptó la petición de Leonel.

La adolescencia lo aleja momentáneamente del mundo del arte. Años más tarde entra en contacto con los materiales del arte gracias a una marquetería con la cual empieza a colaborar, reencontrando su pasión. La llama se vuelve a encender y poco a poco Leonel absorbe y re-aprende el arte, hasta que deja definitivamente la marquetería y otros oficios para dedicarse completamente a la pintura.

Estudia e investiga a través artistas y críticos para perfeccionar su técnica. El único medio que utiliza para expresarse es el acrílico y su tema escogido son los caballos, aunque “a veces me escapo y realizo otros temas, es una manera de medir mis habilidades y complacer cierto capricho; pero luego regreso a lo mío… los caballos.”

BARBARA REYES (1990) / En sentir del Ávila

Desde temprana edad sintió atracción por el dibujo y la pintura; todavía recuerda su primera tarea de dibujo, tenía 7 años. Desde el 2006, de manera autodidacta, plasmó diferentes paisajes en lienzo probando la técnica del acrílico. A los 18 años inicia su carrera en Odontología que culmina con un postgrado de Ortodoncia en el año 2020. A partir de ese momento enfoca su energía en convertir su pasión creativa -que se había quedado en segundo plano- en una realidad paralela a su profesión.

Comienza sus estudios en Artes Plásticas a distancia en Delaware y paralelamente recibe de manera presencial un programa personalizado teórico-práctico bajo la tutela del Maestro Iván Salgrero, con quien aprendió a dibujar la figura humana, la perspectiva, el uso del color, la composición y el manejo de los diferentes materiales.

Para el año 2021 seleccionan su obra “Cefalométrica” como portada de la Revista Mombó Art Magazine en el Salón de Otoño en Sevilla España. Este mismo año participa en diferentes exposiciones colectivas y su presenta su primera exposición individual. Actualmente continúa sus estudios teóricos y ha enfocado especial atención en la curaduría y en el desarrollo de eventos culturales. Su fascinación se centra en las manifestaciones irracionales, textos y filosofías que explican la existencia del alma, la energía, la metafísica y sus expresiones terrenales. A nivel compositivo, el Ávila es su referente inspirativo. Explora igualmente la creación de abstracciones conceptuales basadas en el Alma y una línea anatómica que busca conciliar su profesión con su pasión.

TATIANA MANTILLA (1979)

Se gradúa en Ingeniería de Sistemas en el 2007. Sin embargo, ya en el 2008 mientras trabajaba con su padre (el artista plástico Gilberto Mantilla), absorbe talento y técnicas que le vienen transmitidas con dedicación y esfuerzo. Así comienza una floreciente carrera en el arte abstracto geométrico, produciendo obras que se inspiran en la producción del maestro Juvenal Ravelo: Cubos, Esmeralda, Caos, entre otras.

Participa en diversas exposiciones a nivel nacional y en los Estados Unidos, pero es en el festival Hatillarte 2010 donde da vida a la serie que hoy la identifica: “Rompiendo Esquemas”, obras que buscan romper con estereotipos y paradigmas de la pintura abstracta. Sus obras son realizadas con pasión y abstracción lírica que se mezclan a la razón y a la lógica de la producción geométrica; en este sentido, por ejemplo, Tatiana ha buscado representar la refracción de la luz en el agua aludiendo románticamente a su experiencia como apneísta en el pasado.

Para mayor información: https://www.instagram.com/artesanalia/?hl=es