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Arte Subterráneo: Los Murciélagos Rojos

Arte Subterráneo: Los Murciélagos Rojos

Los Murciélagos Rojos

Apenas como seis años tenía aquel niño cuando por primera vez observó en las alturas aquellas estructuras metálicas adosadas a las paredes, con gran esfuerzo trataba de determinar las formas de sus contornos, pero la altura le impedía definir lo que veía. Con un pequeño jalón llamó la atención de su madre quien tenía la vista fija en el túnel esperando la llegada del próximo tren en la estación del Metro Colegio de Ingenieros. ¿Qué es eso de arriba mamá?—- preguntó el pequeño, sonreída la madre le explicó: es una obra de arte, ven vamos a subir para que la puedas ver adecuadamente.

Subieron por la escalera, y una vez arriba el niño quedó sorprendido, ahora comprendía de qué se trataba, y además logró ver que estaban en ambos andenes de la estación. ¡Son como unos murciélagos gigantes de color rojo que están dormidos porque es de día! —- exclamó el niño, provocando la risa de varios usuarios que entraban al Metro, incluida su mamá, claro. Las piezas que estás viendo son el trabajo de la Artista Plástico Lía Bermúdez y la obra se llama Escultura Relieve, fue creada en 1982 cuando tu mamá era apenas un bebé de dos años —- explicaba la mamá.

Los Murciélagos Rojos
Lía Bermúdez, Escultura Relieve, 1982. Estación Metro Colegio de Ingenieros. Foto: Luis Chacín. Nota: Los Murciélagos Rojos

La artista Lía Bermúdez nació en 1930 y entre sus maestros se destacan Francisco Narváez y Ernest Maragall, luego en Maracaibo también fue alumna de Jesús Soto. ¿El señor que hizo la esfera que se ve desde la autopista?, ese mismo mi niño. Y más tarde cuando Lía regresó a Caracas viajó a La Guaira y conoció al Maestro Armando Reverón. Mamá, lo que me impresiona es que esas esculturas que se ven tan pesadas se mantengan allí en las paredes, yo creía que las esculturas siempre debían tener una base en el suelo porque si no se caían. Ese precisamente es uno de los grandes logros de nuestra escultura a finales de los años 50, fue en este momento que nuestra escultura venció al vacío, lo conquistó para hacerlo parte de ella y sedujo a la gravedad para hacerla su cómplice en la tarea de mostrarnos una nueva forma de percibir la tercera dimensión, gracias a ese momento ahora entendemos que el volumen va más allá de la masa y el bulto que queda ahora abandonado como único dueño del peso.

Lía Bermúdez
Los Murciélagos Rojos

¡Naguará, Mamá! Tantas veces que hemos pasado por esta estación y yo no había visto para arriba, ja ja ja. Ahora me pregunto cuántas obras de arte me estaré perdiendo de conocer por no prestar atención. Bueno, no te preocupes hijo vamos a visitar todas las estaciones poco a poco para que las podamos ver con calma los días domingo, ¿qué te parece? —- Plantea la madre. A lo que el pequeño respondió brincando de alegría con un vigoroso siiiiiiiii!

Bueno, mi amor bajemos porque ya debemos regresar a casa. Está bien —- respondía el niño. Mientras entran en el tren el niño siguió preguntando sobre el espacio que debía ocupar una escultura. La señora continuaba explicando: ahora el espacio no es un límite y, por el contrario, la escultura se fusionó con él para hacer las veces de anteojos, permitiéndonos ver lo que siempre estuvo en el ambiente, a nuestro alrededor, pero que ignorábamos y hasta creíamos imposible, ahora la escultura se fusiona con los elementos, se mueve con el viento, suena, tiene aroma, adquiere nuevos colores aún más brillantes, refleja el sol, se despega del suelo, trepa por las paredes, nos observa desde el techo, no tiene límites, sin duda la escultura de ese momento con su tendencia abstracta y geométrica nos hace bajarle un poco al ego, abandonando el protagonismo de la figura humana y nos logra ubicar en la realidad de nuestro entorno, como dijo el gran Maestro Otero “para conocer las leyes esenciales que no son visibles…” aquello que no podemos palpar de forma natural, es decir, sin la maravillosa intervención de la lupa artística.

Los Murciélagos Rojos
Los Murciélagos Rojos

Esta escultura que se baja del pedestal, que a veces sale del museo y nos invita a interactuar con ella desafiando leyes de la física marcó a mi parecer un puente en nuestra evolución como individuos y, en consecuencia, como sociedad, mostrándonos no solo lo que no podíamos ver anteriormente, sino que al dejarse tocar y fusionarse con nosotros, nos retó a ir en la búsqueda de más descubrimientos, a preguntarnos qué habrá más allá, y en esa investigación cambiar el ritmo y la frecuencia con la que viajamos hacia lo que no está escrito aún, nuestra escultura se transformó y junto con ella también nosotros, para ver el mundo de una forma distinta, despertando nuestro apetito por nuevos retos, esos que irán forjando impactos en la historia.

Por eso ahora tienes la curiosidad de conocer qué obras existen en las otras estaciones, te das cuenta mi amor, esa es la magia del arte. Todos en el vagón sonríen al escuchar la conversación de la madre y su pequeño. Las obras necesitan de nuestro cuidado para que no se deterioren —- agregó un caballero que se encontraba sentado muy cerca de ellos y aunque estaban apretados, como ya es costumbre, el niño pudo ver que se trataba de un empleado del Metro por el dibujo del chaleco que formaba parte de su uniforme.

Los Murciélagos Rojos
Artista Plástico Lía Bermúdez / Nota: Los Murciélagos Rojos

El caballero comenzó a explicarle al niño: la colección de obras de arte del Metro de Caracas está formada por un grupo de más de 100 obras bidimensionales y tridimensionales, de arte contemporáneo. Las piezas están a lo largo de las cuatro líneas del Metro, algunas dentro de las estaciones, otras en plazas y espacios al aire libre, relacionadas espacialmente con las puertas de las estaciones.

El proyecto de ambientación cultural y artística del Metro de Caracas tiene como antecedente la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 1522 (28 de Noviembre de 1973), que establece que un porcentaje de los edificios públicos serían destinados a las obras de arte, con el fin de que esos espacios provean al usuario de una experiencia estética en su tránsito por el edificio.

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Lía Bermúdez. Nota Los Murciélagos Rojos

¿Qué es la experiencia estética? —- preguntó el niño. Es todo lo que sentiste cuando viste la obra —- respondió con mucho cariño su madre. Antes de llegar a su estación destino el señor que trabaja en el Metro comentó que el Proyecto Cultural del sistema de transporte fue creado en 1982, y su puesta en marcha fue a partir de la inauguración, el 3 de enero de 1983, un día después de que el sistema comenzó a operar. El lanzamiento del Proyecto Cultural se hizo en paralelo con una campaña educativa de formación del público, cuya finalidad era conseguir usuarios comprometidos y conscientes, capaces de mantener y cuidar el Metro. Sonó el pito que anuncia la abertura de las puertas y el señor se despidió y salió corriendo.

Lía Bermúdez
Los Murciélagos Rojos

Pero la obra que vimos necesita limpieza mamá, tenía demasiado polvo. Es cierto mi amor, nuestro sistema Metro y nuestras Obras de Arte de seguro han visto mejores días —- respondía preocupada la señora. Al bajarse y salir a la superficie el niño reflexiona: mamá, las esculturas están tan altas que ningún público las puede limpiar. Tienes razón hijo, cuidarlas es tarea de todos, profesionales del Metro y público en equipo.

De la mano, ambos cruzaron la calle rumbo a casa. La madre planeaba sobre cuál sería la mejor estación para visitar el próximo domingo, mientras que el niño se preguntaba si aquellos murciélagos se saldrían de la estación ahora que llegaba la noche.

Para Conocer la Obra y Magnífica Trayectoria de nuestra Artista Plástico Lía Bermúdez puedes visitar: https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADa_Berm%C3%BAdez

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