Oficios, trabajos, profesiones de la antigua Caracas
Licenciada en Comunicación Social, Productora Creativa y por los momentos…
Los oficios parecen ser la nueva salvación y necesidad de todos hoy en día, y pensar que estos siempre han estado en nuestra historia y algunos de ellos han logrado sobrevivir o trascender.
La Caracas de antes, en los años 50, 60, 80 y hasta los 90, estaba llena de personas que con sus oficios formaban una ciudad productiva. Muchos de ellos pasaban de generación en generación.
Eran trabajos honrados, llenos de habilidades y cultura que se volvieron característicos y necesarios para los caraqueños de esos días.
Por eso, hoy 1 de mayo, Día del Trabajador, quisimos recordar esos oficios de la antigua Caracas ya que para los más jóvenes puede ser un nuevo conocimiento de lo que fue su capital. Preguntemos a nuestros abuelos, padres y tíos.
Recordando Oficios
Desde mucho antes ya existían los delivery, sólo que se le llamaba de otra manera. Repartidor de tal o cual cosa, ya veremos, sigue leyendo.
Uno de los oficios más populares de esas épocas era la del Amolador, o también llamado afilador. Este era un comerciante ambulante que ofrecía los servicios de afilar cuchillos, tijeras y cualquier otro artefacto de corte. Era muy icónico por el sonido que hacía al pasar por las calles.
Sigamos con sonidos populares, ¿quién no salía corriendo cuando escuchaba el sonido de los carritos de helado? El heladero fue uno de los oficios más queridos por todos, ese señor que transportaba en una bicicleta el postre más delicioso y refrescante.
La antigua Caracas estaba llena de haciendas de café. Así como lo lees, antes de estos modernos edificios y conglomerados de personas, estábamos llenos de sembradíos.
Es allí donde el tostador de café cumplía una importante labor de que el cafecito llegara fresco y recién molido a la taza.
Ahora veamos cómo era el rol de esta profesión a la que se le llamaba visitador médico o médico ambulante. Estos eran los que se encargaban de las enfermedades y dolencias, que eran atendidas desde el hogar. El doctor la mayoría de las veces visitaba a los pacientes en sus casas.
Es el turno de un oficio que lleva muchísimo tiempo, lo veíamos en plazas y bulevares, el zapatero, caracterizado por ser ejercido por hombres. La cajita de madera, cepillos, cremas y trapos eran las herramientas ideales para dejar esos zapatos perfectos.
Llega el turno de un trabajo ejercido por mujeres, las comadronas, o parteras, eran las encargadas de recibir y guiar los trabajos de parto. Una extensa labor que se llevaba horas o días. No tenían un titulo de obstetras, pero sí los conocimientos.
Si no fuera por este oficio hoy convertido en profesión, no tendríamos registros históricos. Los fotógrafos de plazas fueron una gran sensación en la ciudad. Estaban allí para capturar y retratar momentos y personas, su caja fotográfica fue desplazada por las máquinas de fotos instantáneas.
Ahora bien, los delivery más populares de antes eran el repartidor de leche y el repartidor de correo. Cada zona tenia un día de entrega y la gente los esperaba con ansias.
Hay oficios que han logrado sobrevivir con el pasar de los años, de hecho hay algunos que es el mismo señor que los atendía desde sus inicios. Estos son el sastre, chichero, barbero, raspadero, costurera o caricaturista.
Si te consigues alguno en Sabana Grande, La Candelaria, Los Símbolos, o el centro de la ciudad, pregúntale: ¿Cuantos años lleva ejerciendo esa profesión? ¡De seguro te sorprenderás!
¿Cuál es tu reacción?
Licenciada en Comunicación Social, Productora Creativa y por los momentos encontrándome con la escritura. Curiosa, soñadora, viajera. Experimentando Caracas.