Conexión con la naturaleza, vital para el caraqueño
La conexión con la naturaleza es innata para el caraqueño. Muchos viven en ciudades en las que resulta complicado encontrar la naturaleza más allá de algunos árboles o algún sendero a las afueras de las ciudades; asfalto, ladrillos y un inmenso entorno gris suele ser lo que nos rodea.
Parece el entorno propicio para enfermar (y parece ser que sucede). Por ello, muchas veces nos encontramos con la necesidad de escapar de ese entorno en busca de naturaleza.
Los caraqueños somos sumamente afortunados, ya que a pesar de que vivimos en una ciudad, estamos sumamente conectados con la naturaleza. En medio de nuestra ciudad tenemos diversos parques llenos de naturaleza, además en cada esquina de la mayor parte de la ciudad puedes encontrar árboles o naturaleza.
Muchos tienen la fortuna de tener vistas a nuestro maravilloso Ávila.
Pero no todos en la ciudad poseen esa fortuna; si no tienes una vista panorámica al Ávila no te preocupes porque de igual forma puedes mantener tu conexión con la naturaleza en tu casa.
No importa si no eres experto en plantas, te mostramos una lista de plantas que puedes tener en tu casa desde las más fáciles de mantener hasta algunas más complicadas si eres amante de las plantas.
Nivel bajo
Los cactus
Existen más de 200 géneros de cactus con alrededor de 2.500 especies adaptadas a clima árido. Resistentes a largos períodos sin riego por su alta capacidad de almacenar agua en su interior. No requiere abonarse con frecuencia. Tolerancia a cambios bruscos de temperatura. Solo requieren algunos cuidados básicos. La mayoría posee espinas.
Usualmente, lo recomendable es hacerlo una vez por semana.
La mayoría de las variedades de cactus requiere varias horas de sol al día para crecer, es por esto que lo ideal es ubicarlos en una ventana en la que estén expuestos al sol. Sin embargo, la exposición excesiva también puede ser nociva, si notamos que el cactus se torna amarillento o empieza a blanquearse, deberemos ubicarlo en una zona con menor exposición de luz.
Además de la luz, también debemos tomar en cuenta la humedad. Los baños y cocinas son excelentes para los cactus, pues son capaces de absorber la humedad del aire.
Suculentas
Sencillas y variadas, muy variadas. Quizás por esas muchas caras que tienen, las plantas suculentas se han convertido en unas habituales tanto para los amantes de la jardinería como para quienes tienen poca mano con ella.
El hecho de que ocupen poco espacio y que, además, pueden crecer casi en cualquier sitio (ya sea en interior o en exterior) convierten a las suculentas en una apuesta genial para tener un pedacito de naturaleza en casi cualquier espacio.
Nivel medio
Jade
El jade, que pertenece a la familia de las suculentas, es muy fácil de cuidar. Se adapta a distintos ambientes y ¡dicen que trae buena suerte! Prefiere la luz directa y solo tienes que regarla cuando toques la tierra y se sienta ligeramente seca.
No dejes que la tierra llegue a secarse ni que esté demasiado húmeda, riégala primero con agua y después con un fertilizante soluble en agua.
Cintas
Las cintas conocidas antiguamente como las malas madres porque sacan a sus retoños en unos tallos colgantes como si los expulsaran de la maceta, son una de esas plantas que hay en casi todas las casas de las abuelas.
La variedades con las hojas ribeteadas requieren más luz que las que son totalmente verdes. Pero aguantan variadas locaciones, debes estar pendiente si sus hojas están caídas o no para saber si está saludable.
Nivel alto
Crotón
Los crotones son especies tropicales que presentan hojas abigarradas en color rojo, amarillo, naranja y, a veces, negro. Adoran estar al aire libre en climas cálidos y húmedos, no obstante, son quisquillosos como plantas de interior. Los crotones dependen de cinco horas de sol para producir esas hojas vibrantes.
Si los colocas en un sitio oscuro, las hojas se volverán verdes y se caerán. Si obtienen mucha luz natural, se volverán frágiles. Limpia sus hojas varias veces a la semana para mantener a los insectos alejados.
Bonsái
Los bonsáis son árboles o arbustos en miniatura que crecen en bandejas de muy poca altura. Son, con diferencia, una de las plantas comunes más difíciles de cuidar. Aunque no son capaces de hablar, les exigen mucho a su cuidador. Los riegos, los abonados, las podas, los alambrados, la prevención de plagas y los trasplantes se tienen que hacer a su debido tiempo, de lo contrario las hojas empezarán a caer, poniendo en peligro la salud y la vida del bonsái.
Por este motivo, se suele decir que no son plantas para todo el mundo. Sólo aquellos que tengan la suficiente paciencia y el respeto por la planta que está trabajando podrá crear auténticas maravillas.
Ya tienes una pequeña guía para no perder tu conexión con la naturaleza. Muéstranos tus plantas o la jardinera de tu ventana.