Caracas en concreto: CCCT Primera Etapa
Grandes metrópolis es sinónimo de grandes obras civiles que acompañan el progreso de una ciudad. En Caracas, a partir de los años 70, se empezaron a generar proyectos para construir modernos centros comerciales, edificios de oficinas y espacios de hermosa arquitectura, que empezaran reflejar el auge económico del país. Una de las grandes edificaciones que fue vanguardia por su concepto, el Centro Ciudad Comercial Tamanaco, mejor conocido como el CCCT.
Entre los años 1972 y 1976, un grupo de venezolanos, junto a otros grupos económicos extranjeros, entendieron la necesidad de la capital de Venezuela respecto a mejorar su naturaleza arquitectónica. Fue así que venezolanos visionarios como Siro Febres Cordero, ingeniero merideño y exitoso empresario de la época, concibió el más ambicioso proyecto para Caracas: el Centro Ciudad Comercial Tamanaco. La visión era muy clara, construir un centro comercial que siguiera el camino de los grandes shopping mall que ya existían en las grandes ciudades del mundo: alojamiento de primera clase a turistas y gente de negocios, compras sofisticadas y espacios de oficinas tecnológicamente avanzados.
Los terrenos elegidos para realizar el innovador proyecto, fueron unos ubicado en Chuao. Estos formaban parte de unas viejas haciendas de caña de azúcar, que después sirvieron, también, para instalar un acueducto que servía agua a la recién instalada urbanización Las Mercedes. Un total de 480.000 metros cuadrados de construcción, se levantaría sobre un terreno de aproximadamente 83.000 Mt2 a un costo de 200 millones de bolívares.
El proyecto de la Primera Etapa del centro comercial fue concebido por Diego Carbonell Parra, arquitecto venezolano de gran prestigio nacional e internacional. Fue él quien ideó la estructura conocida por su forma como la Pirámide Invertida; hasta el presente, cabe acotar, una concepción arquitectónica única en el mundo. El estadounidense Chris Ramos, también estuvo trabajando muy de cerca con Diego, en lo que fue todo el proceso de construcción y conceptualización de la obra.
Fue en 1972 cuando se inició la construcción del CCCT que llevaría el nombre del heroico Cacique Tamanaco. Una de las grandes particularidades era la gran pirámide invertida, que despertaba la curiosidad de quienes desde la autopista Francisco Fajardo. Un grupo de 12 ingenieros y especialistas que trabajaron las estructuras mecánicas, hidráulicas y eléctricas, apoyaron a los ingenieros Francisco Pérez Rodríguez, Luis Enrique Madriz y Manuel Porras, quienes, también, estuvieron apoyados por el estructuralista Hugo Hernández López.
La primera etapa se culminó en 1976 y fue posible gracias a un consorcio formado por tres empresas: Fibrocemento, Inversora Taca y la Constructora de los hermanos González. En esta Ciudad Comercial se utilizaron materiales de construcción considerados de altísima calidad: concreto de alta resistencia, cables importados de Inglaterra, además de otros materiales nacionales como la madera llamada Curarire, conocido por su gran resistencia. Uno de los aspectos que, aún hoy, hace muy atractivo el CCCT, es su gran estacionamiento de más de 5 mil puestos, considerado el más grande de Caracas y el más cómodo, por la amplitud de los espacios para maniobrar y para estacionar. Además, los pasillos en el CCCT fueron tendencia arquitectónica mundial en los años 70, sumado a la novedosa idea de colocar las escaleras mecánicas en lugares estratégicos con la intención de que los visitantes tuvieran que pasar obligatoriamente por el frente de diversas tiendas.
Una vez inaugurado, al CCCT llegaron las mejores marcas nacionales e internacionales del momento. Nueve salas de cine, el automercado CADA y la tienda por departamentos BECO. Luego se incorporaron comercios que se hicieron emblemáticos para los caraqueños como el Banco Hipotecario de Occidente, Banco Latino, Cine Casino, Joyería Hermanos Roca, The Seasons Club, Audio Video Caribe, Maison Dorée y el City Hall de los hermanos Guillermo y Francisco Fernandes que posteriormente se llamó Paládium, también la línea aérea nacional Viasa. En fin, un sitio donde productos y servicios se congregaron para ofrecerse en l competitivo mercado venezolano.
La primera etapa del Centro Ciudad Comercial Tamanaco, que hoy en día consta de 5 torres de oficinas, un centro comercial de 450 tiendas, 5000 puestos de estacionamiento y un hotel, marcó un antes y después dentro de la arquitectura venezolana. Esta moderna edificación, incluso, se mantuvo como la más grande de Venezuela en su tipo hasta el año 1998 cuando se produjo la construcción del Sambil Caracas.