Piquitos, besos y demás…

Todos hemos experimentado los nervios antes de un beso apasionado. Por suerte, para eso existen los piquitos.

Por más absurdo que suene, un día como hoy una pareja se beso por 46 horas y un año más tarde, se besaron por 58 horas. Realmente hay que quererse para llegar a esos extremos. Sin embargo, un beso vale más que mil palabras y definitivamente este valió más de mil palabras. Músculos, nervios y sobre todo valió más que una buena hamburguesa, porque si yo hubiera estado en sus pantalones, no habría aguantado tantas horas sin comer. Pero debido a esta pareja Tailandesa, cada 13 de abril celebramos el día internacional del beso.

En Venezuela aún no hemos roto ese récord, pero sí somos bien salidos, tanto que nuestros besos tienen diversas connotaciones y aunque la palabra beso es la internacionalmente conocida, es la última palabra que vamos a escuchar salir de los labios de un caraqueño cuando se refiere a este gesto de cariño.

Estos pequeños modismos, son ideales para romper el hielo -o para que te miren raro- si no los entiendes muy bien. Tipo pedir un latazo en la panadería o un jamón. Tranquilo, de seguro alguno se ofrecerá a dártelo, pero no será ni coca cola, ni de pavo. Y vendrá acompañado con un «Ayyy Papá» 

¿Quién no recuerda la palabra Zampar? O ¿Darse las tuzas? Y obviamente no podemos olvidar la mejor parte: dependiendo de como le digas al beso, no solo marcas la intensidad de él, sino también el tipo de persona al que se lo das.

Piquito: A este beso yo le digo punto y coma porque generalmente hay una pausa y luego vuelve otro piquito. No es un beso francés, ni algo muy apasionado, realmente es una muestra de afecto que se da con el tiempo en la relación. El origen de la palabra, se desconoce, pero puede que tenga relación con las aves, ya que estas muestran cariño juntando sus piquitos.

Latazo: La mayoría de estas palabras denotan un beso apasionado, casi francés. Pero esta tiene su origen en el siguiente hecho: ¿Sabían que cuándo abrimos una lata y no usamos pitillo, inconscientemente le metemos la lengua?  He ahí, el latazo.

Jamón o Jamonear: Hace mucho no se escucha esta palabra, pero quien la dice actualmente, sabe muy bien a lo que se refiere, definitivamente es un beso que supera al del hombre araña. Y entre algunas de las teorías acerca de este beso, llegamos a la siguientes conclusiones: Para  quienes no han visto la película Jamón Jamón con Penélope Cruz, les recomiendo, al menos, ver el tráiler para entender. A las mujeres se les solía decir jamona, cuando estaban un tanto obesas. Otra de las teorías puede ser el color de los labios, tal cual un jamón. Pero también existe la posibilidad de que se llame así, porque es un beso baboso.

Tuzas: El beso romanticón entre  parejas y en verdad esta palabra no se escucha desde hace mucho, pero mucho tiempo. ¿Quién la ha escuchado?

Zampe: Solo apto para cuadres, amantes, rebusques y demás. Algo así como lo que llamaban Lenguacear. Un zampe, es indiferente, se le puede dar hasta a un desconocido y en caso de que pregunten, siempre tienen la vieja confiable: «estaba borracho, yo, no era yo»

Coméntanos: ¿Cuál es tu beso favorito? Y si conoces otra forma de llamar a los piquitos, ¡déjala en los comentarios!