Juan Antonio Pérez-Bonalde, representante del romanticismo
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Gran poeta venezolano que ha sido considerado como uno de los más grandes representantes del movimiento del Romanticismo en Venezuela. Su nombre de pila era Juan Antonio Pérez-Bonalde Pereira. Nació en Caracas, el 30 de enero de 1846 y murió La Guaira, 4 de octubre de 1892 a la joven edad de 46 años. Juan Antonio Pérez-Bonalde representante del romanticismo.
Desde niño demostró gran interés por la poesía y estudio diversos idiomas entre los que se cuentan italiano, francés, alemán, inglés, portugués, latín y griego. Al ser políglota eso lo acercó al conocimiento de la literatura extranjera de primera mano.
Incluso llegó a convertirse en traductor de varios famosos literatos internacionales como: Shakespeare, Poe, D’Abreu, Herder, Heine, Guerra Junqueiro, Ferreira, Unhland, Saint-Víctor y Lenau.
En el año 1879 se casa con la norteamericana Amanda Schoonmaker, que le dará una hija, Flor. Esa niña le trae mucha alegría al poeta que ese mismo año publica su segundo libro de poesías de nombre: Ritmos, conjunto de 35 poemas. De ahí El canto al Niágara una de sus más celebradas composiciones.
Pero en el año 1883 fallece su pequeña hija. Eso le destruye emocionalmente y con inmenso dolor comienza un período oscuro de su poesía.
Por razones políticas, desde los 15 años de edad, tuvo que salir varias veces de Venezuela. El dolor del destierro y la muerte de su madre estando fuera de su patria lo marcaron mucho emocionalmente. En 1903 fueron trasladados sus restos al Panteón Nacional, en Caracas, en donde se le rindieron honores fúnebres.
Juan Antonio Pérez-Bonalde representante del romanticismo
Extracto del Poema “Vuelta a la Patria”
“De pronto, al descender de una hondonada,
“¡Caracas, allí está!” dice el auriga,
y súbito el espíritu despierta
ante la dicha cierta
de ver la tierra amiga.
Caracas, allí está; sus techos rojos,
su blanca torre, sus azules lomas
y sus bandas de tímidas palomas
hacen nublar de lágrimas mis ojos.
Caracas, allí está; vedla tendida
a las faldas del Ávila empinado,
odalisca rendida
a los pies del sultán enamorado”…