Mercedes Pardo, “para mí el arte es revelación”
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Fue una reconocida y prestigiosa pintora venezolana, representante del arte abstracto, su influencia se sintió con más fuerza entre los años cincuenta y sesenta. Fue también esposa del pintor y escultor Alejandro Otero. Mercedes Pardo, “para mí el arte es revelación”.
Nació el 29 de julio de 1921, falleció el 24 de marzo de 2005, Su nombre de pila era Mercedes Clementina Marta del Carmen Pardo Ponte. A los nueve años conoció a Tito Salas y ese encuentro generó un gran impacto en Mercedes, ya que admiraba mucho a ese gran pintor.
Cursó estudios en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas. Fue una investigadora de las artes plásticas y del color, más allá de ser solo una pintora. Vivió por varios años en Santiago de Chile y en París.
Trabajaba sus obras de arte con diferentes técnicas, pintura, vitrales, collages, acuarela y otras. También realizaba escenografías para teatro y gran cantidad de obras gráficas utilitarias.
Pardo dijo en una entrevista: “Para mí los colores no están preconcebidos, cuando voy creando una obra simplemente van saliendo, se van revelando. Cada obra va surgiendo sin una teoría preconcebida, sin colores elegidos”.
Mercedes Pardo, “para mí el arte es revelación”
Para el año 1951 se casó con el pintor y artista plástico Alejandro Otero, en la ciudad de Londres. Al año siguiente expuso sus piezas de arte abstracto en el Espacio Lumière de la Galería Suzanne Michel en la ciudad de París, conjuntamente con Jesús Soto, Carmelo Arden Quin, Luis Guevara Moreno, Jack Youngerman, el propio Alejandro Otero y Rubén Núñez.
En 1952 regresa a Venezuela y presenta sus obras en la «Exposición internacional de arte abstracto» en la Galería Cuatro Muros, Caracas.
Venezuela recibe la influencia de varios artistas plásticos. Desde su llegada comienza una intensa labor de creación y exposición de sus piezas.
En el año 1956 inicia a trabajar en escenografías la primera presentada en el Teatro Nacional de Caracas llamada “Intervalo” de Elizabeth Schön. Participa activamente en las exposiciones: «Exposición Fundación Cristóbal Rojas» (MBA), «Collages» (Galería-librería Sardio) y en el Salón de Arte Abstracto (Galería Don Hatch, Caracas).
Se presenta en la XXXI Bienal de Venecia en el año 1962. Toda esa década tiene una actividad frenética de exposiciones nacionales e internacionales, creaciones de piezas artísticas y también funda una escuela de artes donde también imparte clases.
Ganó el Premio Nacional de Artes Plásticas en el año 1978. Se autodefinió como «la colorista». En sus últimos años vivió y trabajó en San Antonio de los Altos, en el Estado Miranda.