La cuarentena como un proceso de reinvención
Esta cuarentena cambió todo en Caracas, desde la manera de hacer negocios, hasta el estado de sus calles y parques. Aunque fuera involuntariamente, esta crisis ayudó a modernizar algunas cosas de la ciudad y es algo que no tardarán en notar.
Varios restaurantes en Caracas supieron aprovechar la crisis generada por la pandemia para expandirse aún más y dar a conocer mucho mejor su propuesta. Pequeños y grandes locales reinventaron no solo su forma de presentar la comida, sino la manera en que prestan sus servicios. Su intención es seguir llevando a los capitalinos los distintos y riquísimos sabores de la ciudad hasta sus hogares.
Esto también disparó la solidaridad entre la comunidad. Distintas organizaciones encontraron en los restaurantes a sus aliados perfectos para ayudar a los más necesitados en este complicado momento. Si hay algo por reconocer es que los caraqueños siempre se suman para trabajar unidos cuando toca enfrentar la adversidad.
Otros negocios que buscan una vuelta a esta situación son los cines y teatros, que ya utilizan nuevos métodos para compartir su trabajo.
La organización del Trasnocho Cultural empezó con la difusión de algunas de sus obras teatrales a través de internet. Aunque es una manera de mantenerse activos durante el confinamiento, esta opción podría convertirse en algo que perdure en el tiempo.
Si bien la verdadera esencia del teatro está en la presencialidad, si el trabajo está bien hecho podría ser igual de interesante disfrutar una obra desde la comodidad de la sala.
Otras empresas, como Cinex, buscan la manera de acercar a sus clientes a la experiencia de las salas de cine. Recientemente lo han hecho ofreciendo combos de cotufas, refrescos y chucherías con entregas a domicilio. Sin embargo, una de las ideas que emociona a los caraqueños es la posibilidad – aunque sea remota – de que vuelvan los autocines. Esto les permitiría seguir disfrutando de la gran pantalla durante la cuarentena.
La forma en que se venía ofreciendo entretenimiento para los caraqueños va a tener que replantearse en estos próximos meses. Después de tanto tiempo viendo y disfrutando de plataformas como YouTube o Netflix, habrá más de uno que preferirá quedarse en casa.
Más allá de eso, si hay algo de lo que todos los caraqueños quieren disfrutar es de los verdaderos espacios al aire libre: las calles, los parques, miradores… ¡El Ávila! La mayoría cuenta los días para poder volver con total normalidad a esos espacios que purifican el aire y las energías de la capital.
Espacios libres revitalizados
Estos últimos meses, Caracas vivió nublada entre la calima. Las zonas verdes empezaron a incendiarse producto de la sequía y la quema irresponsable de basura. Ahora, a mediados de junio, las lluvias empiezan a visitar nuevamente las faldas del “volcán” y de los otros tantos parques que le dan color a la ciudad. Esto, además, se ve potenciado por la cuarentena.
Animales como venados y ardillas ahora se aventuran, aunque sea momentáneamente, a zonas aledañas a la montaña en busca de comida o agua. Aves como las guacharacas y las guacamayas alborotan los cielos de la ciudad con sus llamados, que en estos días parecieran amplificados porque la mayoría de los caraqueños se mantienen en sus hogares.
Los parques de Caracas seguramente apreciarán estos días de “descanso”. Espacios como el Parque del Este o el Parque Los Chorros recobran poco a poco sus deslumbrantes tonos de verde gracias a las recientes lluvias, por lo que disfrutar de ellos al terminar de la cuarentena seguramente será todo un espectáculo.
Pero no solo son los espacios que ha recuperado la fauna, sino lo limpias que se ven algunas calles de la capital. Aunque no todas las zonas corren con la misma suerte, algunos lugares encuentran en la lluvia y el poco tránsito un alivio; se ven mucho más limpias, libres de desechos plásticos o restos de comida.
Caracas, al igual que el resto del mundo, no estaba preparada para quedarse “vacía” repentinamente. Sin embargo, a medida que pasan los días pareciera que era el proceso de détox que necesitaba para volver con energías e ideas renovadas que sigan moviendo las fibras de quienes la habitan.
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