Carlos Donoso y las risas que le brindó a Caracas
Una de las características que enseguida identifica a los venezolanos es nuestro humor, esa gran capacidad de encontrar dentro de toda situación un chiste, o al menos un lado más amable, incluso en los momentos más difíciles sabemos cómo salir adelante pelando los dientes. Dentro del mundo artístico del país, grandes humoristas han brillado para difundir con gran picardía ese particular elemento de nuestra idiosincrasia, conformando este grupo un hombre que se destacó por su gran talento: Carlos Donoso, quien además de ser humorista y ventrílocuo también fue abogado, cantante, imitador y guionista de teatro, hoy su partida deja un profundo silencio en el mundo del arte y dentro de los corazones de todo su público que lo recordará por siempre con una gran sonrisa y en nuestro caso también con gran orgullo.
El show que Carlos Donoso preparaba en cada presentación no era para el público infantil, siendo en realidad los más grandes los que disfrutamos de ver a Kini y a Lalo cobrar vida sobre las rodillas de este gran artista quien con mucha destreza hacía hablar a sus inseparables compañeros de escena. Aunque de igual manera tanto niños como adultos disfrutaron de sus múltiples presentaciones en la televisión. El Caraqueño Donoso nació en 1948 dentro de una familia de origen Chileno, sus padres emigraron para establecerse aquí tras escapar de la dictadura militar. Carlos estuvo casado en tres oportunidades, de cuyas uniones tuvo 4 hijos y fue sobrino del destacado científico chileno Roberto Donoso Barros.
El 16 de abril del presente año nuestro querido Carlos Donoso partió de este mundo en la ciudad de Bogotá a los 71 años, tras batallar contra el cáncer de pulmón durante varias semanas de hospitalización. Fueron más de 50 años de carrera los que marcaron un recorrido transitado con éxito, un recorrido donde dejó muy en alto el reconocimiento del talento nacional, dentro y fuera de nuestras fronteras.
La Trayectoria de Donoso
Ya desde pequeño a Carlos le llamaba la atención el trabajo de la comedia, y su amor por las marionetas y la ventriloquía surgió al admirar por televisión al artista ecuatoriano Paco Miller. “Yo me quedaba hipnotizado viendo al muñeco, pero odiaba al señor que lo castigaba y lo metía a la maleta, no lo soportaba”, Donoso refiriéndose al espectáculo de Miller.
Finalizando la década de los ´60 fabricó su primer muñeco, el famoso mono Kini, que con el tiempo pasaría a ser su personaje más conocido a nivel internacional. Al principio comenzó a tener sus primeras presentaciones como ventrílocuo en locales pequeños, hasta que poco a poco su fama fue creciendo a lo largo y ancho de todo el país; con gran frecuencia era el invitado principal en varios programas de los conocidos canales Venevisión y Televen. Durante las primeras etapas de su carrera como humorista alternó su tiempo para estudiar la carrera de Derecho y años después añadió a su presentación a un nuevo personaje bautizado con el nombre de Lalo. El doble sentido era la clave en el discurso del show de Donoso y era precisamente esa clave la que le abrió las puertas en otros países de habla hispana.
Colombia fue quien con más cariño le recibió, Carlos vivía en Bogotá y fue un invitado constante en el popular Festival Internacional del Humor celebrado anualmente; sin embargo, fue en Miami donde el público logró disfrutar por última vez durante el mes de enero de la buena vibra de su espectáculo. Ahora Lalo y Kini quedaron sin voz, y el mundo del espectáculo dejará para siempre un reflector encendido sobre una silla en honor a quien sembró tanta felicidad sin mover los labios. Nosotros le recordaremos siempre llenos de agradecimiento y admiración. Gracias Carlos por darnos tantos momentos donde la risa fue la protagonista, y por dar el ejemplo para afrontar con humor los tiempos difíciles, aunque nos toque vivir situaciones que en realidad nos “sacan la piedra”.
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