Celia Cruz: La reina de la Salsa
La reina de la salsa, una mujer que a lo largo de su vida nos expresó su pasión y amor por la vida. Más allá de una cantante podemos reconocer a una mujer con mucho espíritu: Celia Cruz, quien conquista con su ¡Azúcar! a cualquier generación.
Tras su exilio de Cuba, ella nos mostró de Venezuela hasta Japón como nuestra tierra no solo se lleva en la sangre, sino en el corazón. Con su música revivía su lugar de nacimiento y nos revelaba su hermosa visión de él. Gracias a su inmenso talento fue reconocida internacionalmente y sobre todo, el mundo la recibió con los brazos abiertos. Fue una de las mujeres latinoamericanas más queridas y además es un icono de la música salsera.
A Celia la recordaremos como la mujer con un estilo inigualable, una voz admirable y una lucha constante. Demostró lo dura que llega a ser la vida, pero como dice: “no hay que llorar, que la vida es un carnaval y las penas se van cantando” Hay canciones que nos reviven hermosos momentos como los miss Venezuela en los que participo de la mano de grandes artistas venezolanos o los homenajes que se le han hecho como: la firma del libro de la casa del artista y la estrella en el Paseo de la Fama de Caracas.
Para Celia Cruz Venezuela fue el lugar que no solo le recordaba a su hogar sino que le abrió las puertas y la ayudo en su crecimiento artístico. Y aunque en 1991 recibió otro homenaje, esta fue su última presentación en Venezuela, donde se despidió con gran amor y tristeza. Pero en nuestros corazones siempre quedaran canciones tales como: “La negra tiene tumbao”, “Químbara”, “La vida es un carnaval”. Y «Siempre Viviré».
Y así recordaremos a la gran Celia Cruz quien partió un día como hoy 21 de octubre: «Mi voz puede volar, puede atravesar cualquier herida, cualquier tiempo, cualquier soledad, sin que la pueda controlar toma forma de canción, así es mi voz que sale de mi corazón. Y volará sin yo querer, por los caminos más lejanos, por los sueños que soñé, será el reflejo del amor, de lo que me tocó vivir, será la música de fondo, de lo mucho que sentí»