Alfredo Silva Estrada y el mundo desde su escritura
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Filósofo, poeta, profesor y traductor venezolano. Su obra confluye con las artes visuales y su tendencia hacia el abstraccionismo. Realizó un poemario inspirado en la obra de la artista plástica Gego. Maneja un lenguaje poético concreto desde lo abstracto. Alfredo Silva Estrada y el mundo desde su escritura.
Nació en Caracas, el 14 de mayo de 1933 y falleció el 15 de octubre de 2009.
En el año 1979 escribió “Variaciones sobre reticularias” que fue la obra en la que se inspiró con esa serie de la artista plástica Gego.
Resumen de su obra poética publicada:
(1953) De la casa arraigada.
(1954) Cercos.
(1962) Del traspaso.
(1962) Integraciones. De la unidad en fuga.
(1963) Literales.
(1963) Lo nunca proyectado.
(1967) Poemas Transverbales I.
(1969) Acercamientos.
(1972) Transverbales II.
(1972) Transverbales III.
(1975) Los moradores.
(1978) Los quintetos del círculo.
(1979) Contra el espacio hostil.
(1979) Variaciones sobre reticularias.
(1986) Dedicación y ofrendas.
(1989) De bichos exaltado.
(2002) Al través.
Alfredo Silva Estrada y el mundo desde su escritura
A continuación vamos a ofrecerles uno de sus más emotivos poemas escrito por Silva Estrada
ANTE MI PADRE MUERTO
I
¿Qué decir ante mi padre muerto?
“Que lo diga la lejanía que interroga
Cuando canta el pájaro porque sí.
En la rama no importa si a punto de caer
Y brilla el sol
Y lucen los frutos como escarcha de artificio
Y sentimos que no sufrimos bastante frente al espectro abrupto
Frente a esta cosa vuelta abismo
Casi a tono con el dolor tajado de asombro
Ante mi padre muerto.
II
¿Cómo decir este despojo bajo el cielo?
Balbuceo sin saber
Sobrecogido de saber y no saber aún
Niño tanteando entre el aire que acompañó el vagido
Pesa el cielo sobre este rostro muerto
Pesa con todo el peso del espectro
Y me pesan sus párpados entre el cielo y la tierra
III
¿Cómo decir cómo pesaban sus manos bajo el cielo denso?
Todo el cúmulo del cielo
Sobre sus manos que sabían hacer la estancia
Las manos recogidas en el tiempo hacedor
Sus manos que hoy gravitan sobre el pecho roto
Mientras llora mi pecho respirando aires vivos
IV
Solamente la lágrima cuajada, detenida
Para mirar de frente
A través de fugaces aristas
La muerte de mi padre
¡Pobre amparo del dolor en la palabra
En la palabra huérfana!
Que escriba esto el silencio
O el cielo balbuciente en la lágrima”.