Los tranvías en Caracas

Desde la época de la colonia el transporte en Caracas había sido encargado a los animales, desde caballos hasta mulas. Cuando Caracas empezó a crecer se empezó a necesitar un transporte que estuviera más de acuerdo con este crecimiento. Así pasamos de tranvías a autobuses y terminando hoy en día con el metro. Hoy recordaremos específicamente a los tranvías.

Comenzando el siglo XX Caracas tenía dos compañías de tranvías, estas eran la compañías la Bolívar y la Caracas que recorrían rutas diferentes. Los tranvías de la compañía Bolívar eran tirados por mulas y recorrían entre Caño Amarillo y Quebrada Honda, mientras que los de la compañía Caracas eran tirados por caballos y recorrían la Pastora – Puente Hierro – Paraíso – Los Palos Grandes.

Los caminos en esa época eran tranquilos y estrechos; cuando pasaban los tranvías sonaban las campanas o los cascabeles que llevaban los caballos o mulas que arrastraban a los tranvías.

Era curioso lo educados que estaban los animales que cuando un pasajero sonaba la campanita antes de llegar a la parada, aquéllos se detenían sin tener que decírselo y si nadie sonaba la campanita, los animales seguían su marcha.

En las subidas muy empinadas como existen en La Pastora, se veía una mula sola esperando apartada y al llegar el tranvía la mula se ponía ella sola delante y el cochero la enganchaba y así subía la calle empinada arrastrada por tres mulas, luego al llegar a la esquina final, la desenganchaban y ella volvía sola al punto de partida a esperar el otro tranvía.

Después llegaron los tranvías eléctricos, fue un gran momento para Caracas las empresas los mantenían en perfecto estado y limpios, sus choferes y colectores siempre estaban uniformados.

Los recorridos entre los diferentes lugares tenían precios variables, por ejemplo, una vuelta al Paraíso costaba 10 céntimos; a Sabana Grande o Chacao valía 50 céntimos; a Los Dos Caminos y a Los Chorros un bolívar; y hasta Petare había que pagar Bs 1,50.

Se cuenta que era sabroso tomar el tranvía a las 9 de la noche cuando se regresaba del trabajo, porque el tranvía recorría por la calle real de La Candelaria y se veían las ventanas de las casas abiertas e iluminadas y sus familias comiendo o conversando en cada casa y eso era hasta llegar a la estación central que terminaba en Quebrada Honda donde hoy esta el edificio sede de la Cantv en la avenida Libertador, y allí la gente tenía que bajarse y caminar hasta sus casas.

Los tranvías eléctricos circularon por Caracas hasta 1947 y fueron depositados en el terreno de la esquina de Cervecería, allí permanecieron hasta 1951 cuando fueron vendidos como chatarra.

Hoy día puedes ver algunos de ellos en el Museo del Transporte, donde se exhiben y pueden conocerse los antiguos tranvías y trenes que circulaban por la capital venezolana, así como imaginarse cómo paseaban nuestros abuelos hace muchos años.

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Información tomada de: voce.com.ve