Bellermann, el alemán que pintó a Caracas
Durante los siglos XVIII y XIX, muchos fueron los viajeros europeos que recorrieron Caracas y el resto de Venezuela y narraron la experiencia en sus libros o la retrataron con sus pinceles. Uno de los más importantes fue el artista alemán Ferdinand Bellermann.
Nacido en Erfurt en 1814, Bellermann estudió arte en Weimar y Berlín y tomó la decisión de viajar a Venezuela tras leer las descripciones del gran científico y explorador alemán Alexander von Humboldt, quien había recorrido varios países latinoamericanos entre 1799 y 1804.
El propio Humboldt se enteró de las intenciones de Bellermann e intercedió ante el rey Federico Guillermo IV de Prusia para que apoyara económicamente al joven pintor, con la condición de que éste donara su trabajo a las colecciones reales al volver del viaje.
Bellermann salió de Hamburgo en mayo de 1842 y llegó a La Guaira en julio. Durante los siguientes tres años recorrió gran parte de la geografía venezolana y retrató sus paisajes, ciudades y edificios en casi trescientos croquis, bocetos y óleos que hoy se conservan en los Museos Estatales de Berlín.
La estadía del joven alemán en Venezuela incluyó un breve tiempo en Caracas, por entonces un “pueblo grande” de poco más de 40 mil habitantes, casas blancas y techos rojos. Veamos algunas de las pinturas que dedicó a la ciudad.
Paisaje de Caracas con viaducto y puente de la Trinidad
Esta es quizás la vista más famosa que pintó Bellermann de la capital venezolana. En el centro se aprecia el puente de la Trinidad, construido entre 1770 y 1776 para permitir el paso por la quebrada Caroata.
A la izquierda se observa la capilla de la Trinidad, erigida en sustitución de una iglesia construida a finales del siglo XVIII y destruida por el terremoto de 1812. Esta estructura ya no existe, pues en 1874 el presidente Antonio Guzmán Blanco decretó su conversión en el actual Panteón Nacional.
Bellermann realizó también otro dibujo detallado de la capilla, en el que puede apreciarse el arco de madera temporal erigido con ocasión de la llegada de los restos de Simón Bolívar a Caracas desde Colombia en diciembre de 1842.
Un sismo muy presente
En la Caracas que conoció Ferdinand Bellermann todavía podían apreciarse numerosas ruinas causadas por el terrible terremoto que había sacudido la ciudad tres décadas antes, el 26 de marzo de 1812, como se ve en el siguiente dibujo.
Asimismo, el alemán hizo una pintura de la iglesia de Las Mercedes, ubicada en la actual parroquia Altagracia del municipio Libertador. El templo resultó muy dañado por el sismo y no se reconstruyó totalmente hasta 1857.
Mercado y catedral de Caracas
Antes de adquirir su aspecto actual en la década de 1870, en la Plaza Bolívar funcionaba un mercado público que, según Aquiles Nazoa, estaba “poblado de carnicerías donde a veces se mataba cochino a la vista del viandante; de ventas de mondongo y de verduras que se improvisaban en el suelo bajo pequeños toldos, y rodeada de grandes arcadas de tapia real a cuyo cobijo se guarecían las pulperías y tiendas de ropa”.
Atardecer en Antímano
Uno de los mejores paisajes de Bellermann representa un bello atardecer en Antímano, que por entonces era un bucólico valle dedicado a la agricultura. Las cosas han cambiado muchísimo en los últimos 180 años.
Visiones de Venezuela
El extenso periplo de Ferdinand Bellermann por Venezuela abarcó el litoral central, el centro norte y oriente del país, los andes, Maracaibo y el Orinoco. Las siguientes imágenes reproducen algunos de los paisajes y ciudades que capturó con su pincel:
Ferdinand Bellermann se embarcó en Puerto Cabello rumbo a Europa el 28 de septiembre de 1845 y falleció en 1889 a los 75 años.