Ilan Chester puso a vibrar a Caracas
Ilan Chester lo volvió a hacer: el cantante llenó de emoción y nostalgia a todos los caraqueños que asistieron a su concierto gratuito en la Concha Acústica de Bello Monte, un regalo de navidad que todos se disfrutaron al máximo.
Este domingo las calles de Bello Monte y sus alrededores se llenaron de gente, una larga cola esperaba al cantautor, organizada, tranquila y repleta de diferentes generaciones que querían corear las inigualables canciones de Ilan Chester.
La convocatoria era a las 5:00 p.m. pero desde muy temprano empezaron a llegar las personas para asegurar su puesto; poco a poco se pudo ir accediendo a la concha acústica y el concierto dio inicio hasta que la última persona de la fila pudo entrar.
Qué bonito poder ver y sentir a Caracas otra vez así, llena de alegría, entusiasmo y con diferentes tipos de actividades para todos los tipos de caraqueños; la ciudad nos consiente a cada uno, cada quien con sus gustos y preferencias.
Este fin de semana nuestra capital le hizo honor a sus años mozos, había diferentes eventos de todo tipo y sobre todo culturales como nos gustan aquí en la Guía.
Por el Hatillo un festival de música organizado por Cusica con diferentes bandas que estuvo genial; más hacia el centro de la ciudad en el teatro Teresa Carreño el ballet El Cascanueces deslumbró a todos como cada año y en la concha acústica, Ilan Chester hizo vibrar los corazones de todos con su música.
Esta es la Caracas que amamos y merecemos, pero sobre todo es la que todos tenemos la responsabilidad de construir. Se sentía la nostalgia en el ambiente, recordar los años 80 con uno de sus pioneros en el micrófono, poderla vivir en el ahora y descubrir que aun con todos sus matices nuestra capital es maravillosa.
El cantante se paseó por todos sus éxitos, canciones tradicionales venezolanas, su disco navideño, cantó hasta en hebreo y cerró con broche de oro con la canción más esperada de la noche “Cerro el Ávila”.
Entre risas, anécdotas, bromas y buena música fue una velada que nadie olvidará y que de seguro se querrá repetir.
Tener a Ilan Chester en la concha acústica, con el imponente Ávila de fondo y el espacio repleto con personas cantando a todo pulmón, es una postal y momento que muchos van a tener siempre en su mente y corazones.
Su teclado fue el mejor aliado para compartir su voz con el público; entre bailes, aplausos y coros de hace dos décadas, Caracas volvió a tener una noche digna de recordar.
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