NI TAN ADÁN, NI TAN EVA, llega al B.O.D
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas…
Una refrescante propuesta ofrece el Centro Cultural B.O.D en La Castellana, para invitar al público a divertirse mientras reflexiona un poco sobre las relaciones familiares y saborea las mieles del amor sin edad, ese que llega no cuando más se busca, sino cuando más se necesita. Los próximos domingos 03 y 10 de noviembre a las 11:30 a.m., la obra NI TAN ADÁN, NI TAN EVA promete llevar a todos los presentes a través de un singular viaje lleno de ese humor que tanto nos caracteriza a los venezolanos, envueltos en el romance de una historia en cuyos matices muchos nos podemos ver reflejados.
Una exquisita puesta en escena llena de detalles va evolucionando sobre las tablas para narrar el desarrollo de un encuentro entre dos personajes que tratan de evitarse al conocerse, para más tarde darse cuenta de que se complementan el uno al otro, convirtiéndose en un dúo sumamente divertido que nos enseña que nunca es tarde para reinventarse y disfrutar la vida. Escrita por Ciro Acevedo, con la Dirección de Luis Alberto Rosas, la Producción General de Paola Tommasino, y con Vanessa Garmendia como Asistente de Dirección y Producción, juntos conforman el equipo responsable de trasladar a los ocupantes de cada butaca a ser testigos de este encuentro, dentro de la magia que solo el teatro permite experimentar.
María Cristina Lozada y Rafael Monsalve realizan una maravillosa actuación para darles vida a los personajes de Elisa y Andrés, a continuación ambos actores nos comparten su experiencia:
María Cristina Lozada
“El personaje está vendido en el libreto, eso se lo debemos a Ciro Acevedo que es el escritor, él realmente es el responsable de crear a este personaje que yo interpreto, Elisa, y quien posee en su interior múltiples personalidades, es una psicótica que yo adoro. La frase «tercera edad» me parece terrible, porque si te pones a ver, todo lo de tercera es de mala calidad, como la carne, por eso no me gusta asociarlo con una etapa madura de la vida humana, entonces este personaje que en realidad no tiene edad nos demuestra cómo las personas pueden revivir en cualquier momento de su camino. La obra nos habla de las relaciones entre dos entes diferentes, que bien podrían ser: padre e hijo, amigos, parejas, en fin, personalidades que pueden ser opuestas pero que logran encontrar sus puntos de coincidencia para convivir, y descubrir juntos cosas maravillosas. Ni tan Adán, ni tan Eva, es decir, ni tan blanco, ni tan negro, esa es la idea básica de la pieza, pero con humor, un humor que sirve para cabalgar el drama, porque el drama solo es muy difícil de sobrellevar.
El humor es la manera más brillante que existe de comunicarse, fíjate cómo logra ser el puente de conexión entre los personajes. Tú te imaginas de qué otra manera podrían trabajar juntos Purificación Burgos y Juan Corazón, ja ja ja. Elisa ha vivido mucho tiempo y por eso tiene tantas personalidades, si alguien no ha vivido lo suficiente para reinventarse es una pobre persona. Debemos disfrutar cada etapa de la vida con todo lo que traiga.
La historia inicial de Lozada
“A mí me gustaba mucho la ópera y en realidad no me gustaba leer teatro, fíjate que me parecía aburridísimo, leía muchas biografías pero yo no sabía que trabajaría luego con el teatro ja ja, te cuento: yo estudiaba Ingeniería y un buen día pasé frente al teatro universitario y el Director Nicolás Curiel quedó impactado por mi tono de voz. Me invitó a participar de un ensayo, yo le dije que no sabía nada de teatro y que solo pasaba por allí, pero él insistió en que probara. Así comencé a hacer las dos cosas en simultáneo y de pronto una de ellas fue ganando espacio en mi vida. Un día decidí abandonar la ingeniería y eso trajo un conflicto con mi padre que esperaba que yo, con título en mano, tomara las riendas de su compañía. Cuando le manifesté mi deseo de ser actriz me dijo “yo no quiero cómicos en mi familia”, pero así de ácido fue, y entonces entendí que debía costearme yo misma mis estudios, conseguí una beca, llegué a casa con mi pan bajo el brazo y a él no le quedó otra que aceptarme, me colocó una condición que para mí fue maravillosa, tenía que vivir por lo menos un mes con mi mamá, yo estaba aterrada porque nunca había vivido lejos de mi familia.
Cuando regresé mi padre decía: “usted debe graduarse en la universidad, todas mis hijas porque así ningún hombre me las ningunee, entonces me gradué de abogado, y más tarde realicé un post grado en gerencia comercial y así me hice un poco Ingeniero Industrial ja ja, pero siempre seguí haciendo teatro. Yo disfruto mucho el teatro que me ha dado oportunidades maravillosas de viajar, conocer y aprender de una forma maravillosa. Más tarde me casé con un ingeniero y le dije a mi papá —aquí está el ingeniero que tu querías te lo traje en forma de yerno, ja ja—. Mi esposo adora el teatro y aunque no tenía nada que ver con el teatro me acompaña siempre feliz, inclusive produjo mucho de mi trabajo. La suerte siempre me acompañó”.
Rafael Monsalve
“La construcción del personaje de Andrés fue difícil porque el papel de María Cristina cambia constantemente y yo debía adaptarme y acostumbrarme y estar muy seguro de todo el recorrido de Elisa dentro de la obra. Sin embargo, fue un proceso que disfruté mucho. Aunque se vea al final como una sola línea de trabajo, en realidad es la unión de varios caminos en uno, existe un hilo conductor que al final lo engrana todo. Me siento muy orgulloso de tener la oportunidad de trabajar al lado de María Cristina Lozada, todos sabemos lo que eso significa para el teatro, la televisión y el cine de nuestro país. Por eso tenía que estar a la altura del reto y echar para adelante”.
Los inicios y la trayectoria de Monsalve
“Todo comenzó cuando estaba muy joven, tendría como 15 años cuando comencé a sentir curiosidad por la actuación. Toda la vida he vivido en el Hatillo y comencé en mi propia comunidad haciendo teatro para los niños de zonas rurales. En ese momento yo no estaba muy claro de cómo era el oficio, no manejaba lo de la expresión corporal, aprenderme el texto, más adelante viendo la televisión comencé a sentir admiración por actores como Raúl Amundarain y Eduardo Serrano. Un buen día me enteré que Amalia Pérez Díaz estaba dando clases de teatro, no me preguntes cómo porque en aquella época no existían las redes sociales, pero yo averigüe su número, y estando en su casa ella me pregunta: “conoces la obra de Shakespeare, teatro griego”, y cuando vio que no sabía de qué me estaba hablando, me dijo que no daba clases a principiantes, pero me mostró el camino para comenzar mi preparación en La Escuela Nacional de Teatro.
Comencé entonces a trabajar con grandes profesionales. Para ese momento yo no estaba consciente de los importantes personajes que eran para nuestro mundo artístico: Isaac Chocron, Gilberto Pinto, Esteban Herrera, grandes del teatro venezolano de quienes aprendí mucho. Mi primera obra fue de Teatro Infantil en el Teatro de Santa Sofía, la pieza era Los tres cochinitos y el lobo y mi personaje era el cerdito más pequeño “Bolita”, y descubrí que disfrutaba hacer reír al público más difícil, al infantil.
Me hice socio de Eduardo Serrano a mis 20 años. Resulta que yo había leído que él soñaba con tener su propio teatro y yo sabía de uno que estaba por cerrar. Me fui a buscarlo a Venevisión, estaban grabando La Heredera y él me dijo: “mira muchacho yo no sé quién eres tú, pero tu emoción me convence, te voy a hacer caso”. Entramos al mundo del teatro como productores, mientras él se encargaba de la parte adulta, yo trabajaba para los niños. Monté un montón de obras: Hansel y Gretel, Ricitos de Oro y los Osos Melodiosos, Caperucita Roja, y era un trabajón.
Durante 4 años nos encargamos de todo desde crear las máscaras, el vestuario, vender los boletos, cambiar la escenografía, montar las obras en su totalidad, lavar los baños y hasta vender los caramelos. Todo un aprendizaje intenso de cada etapa que agradezco mucho. Después de eso llegó la etapa de Juan Corazón y más adelante Altagracia Sarmiento, me dijo—compañero en Venezuela se hace doblaje—, me explicó y me invitó a una prueba en Etcétera. Gracias a ella tengo ya 39 años haciendo doblaje en el país, yo soy la voz del hermano mayor de los Warner en caricatura Yakko Warner, también hice a Hitler hace poco en Guerras Mundiales, un trabajo del cual estoy muy orgulloso. Igualmente pasé por novelas brasileras, y así cada experiencia es una escuela.
Lo importante ahora es el trabajo presente, y prepararse día a día. Lo difícil del teatro es mantenerse, el personaje de Juan Corazón, que fue tan importante, causó que muchas personas de la televisión no me tomaran en cuenta para trabajo de adultos, me costó, pero luego de los últimos 4 años para acá he realizado un trabajo maravilloso en diferentes obras: Musicales como La novicia rebelde, Los Productores, El Hombre de la Mancha. He realizado producción de cine para mi primera película llamada Hijos de la Sal, aquí también llegué invitado por casualidad. Lo intenté frente a la junta directiva del CENAC y, asustado, me aprobaron mi presupuesto. El tema es uno muy difícil, trata sobre el incesto y por eso no todo el mundo está dispuesto a enfrentarla, pero yo les invito a conocerla porque es una joya cinematográfica, sobre todo por el trabajo de dirección. Allí tuve la oportunidad de trabajar con Tacupay y 2 niños actores naturales, es cine de autor, en las Salinas de Cumaragua, es fuerte pero muy buena”.
Para estar en contacto con el equipo:
- Escrita por: @ciroacevedoy
- Dirección: @luissalbertor
- Actúan: María Cristina Lozada @mclozadax5 y Rafael Monsalve @rafaelmonsalve
- Producción: @ptproducciones @paolatommasino @nitanadannitaneva
La invitación es a no perder la oportunidad de conocer a esta divertida pareja en una historia llena de humor y romance, la cita será los domingos 03 y 10 de Noviembre a las 11:30 a.m. en el B.O.D, las entradas están a la venta en www.tiquetmundo.com y en las taquillas del Centro Cultural BOD en La Castellana. Para mayor información: www.centroculturalbod.com
¿Cuál es tu reacción?
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas del arte ando en la búsqueda de nuestros grandes tesoros patrimoniales. Caracas está siempre lista para enseñar y sorprender a través de increíbles historias y mágicos rincones. Quiero ser parte de los que estén allí como testigo para luego poder compartir esas historias, mientras nos convertimos todos en sus protagonistas.