El Pasaje Linares: la historia antes de los paraguas
Este conjunto de edificaciones que construyó Juan Esteban Linares, un reconocido empresario de la época, data del 2 de agosto de 1891. Con el nombre en honor a su creador, el Pasaje Linares consta de dos grandes edificaciones de arquitectura colonial que hoy en día pueden considerarse pioneras de los centros comerciales en la ciudad. Está ubicado en el corazón del centro de la ciudad, entre la plaza “San Jacinto”, ahora conocida como «Plaza El Venezolano”, la calle Este 4 y el mercado popular.
El Pasaje Linares, cuenta con más de dos pisos, cosa que resultaba relativamente innovadora para la época de estos edificios y distintos negocios como «El Casquillo de Oro», «La Vela de Oro», «El Cirio de Oro», el «Cinco de Oro», etc. También estaban el «Bar Nube Azul», «El Detal Español» y el «Restaurante El Faro». Este restaurante fue muy conocido para la juventud de entonces, quienes frecuentaban este lugar para almorzar y además compartir con el resto de comensales sus propias creaciones literarias y crear tertulias de este tipo entre poetas y escritores y cualquiera que estuviese presente.
El Pasaje Linares además de un proyecto de innovación arquitectónica en Caracas por los tres pisos de sus edificios, también intervino toda la manzana colonial a la que pertenece, llenándola de una efervescente vida comercial que hizo de este lugar uno de los más importantes de la ciudad, que además estaba muy cerca de los grandes centros judiciales y administrativos de la ciudad y el casco central.
A este pasaje a cielo abierto se le consideraba la primera y única calle de Caracas con aspecto europeo y tenía también esa otra gran importante novedad disruptiva, que significó para la época el poder conectar dos manzanas a través de un pasaje entre edificios, cosa que haría nuevamente el Pasaje Zingg, el primer gran centro comercial de Caracas.
Pero mencionamos anteriormente el valor comercial del Pasaje Linares, y es que en realidad, además del aspecto cosmopolita de esta edificación en la ciudad, era el lugar preferido de muchos compradores, ya que podían conseguir a precios competitivos verduras y otras mercancías sin tener que viajar hasta las afueras de Caracas para adquirirlas, sumándose la alternativa de hacer vida social en sus restaurantes. Las historias alrededor de este pasaje son muchas e interesantísimas. Muchas de ellas las puedes encontrar en el famoso libro Las esquinas de Caracas, de Carmen Clemente Travieso (1956), una referencia ineludible para cualquiera que ame conocer más sobre la historia de nuestra bella ciudad.
El “Umbrella sky” que desde hace unos meses decora este pasaje es un proyecto que tiene su origen en la ciudad portuguesa Agueda, que en 2011 tuvo la iniciativa de crear una decoración barata y a la vez llamativa para las zonas comerciales. La tendencia se expandió y actualmente se puede encontrar en varias ciudades de Francia, España y Estados Unidos.
En Caracas, esta iniciativa está detrás de la alcaldía de Caracas. Actualmente en el Pasaje Linares hay más de 200 paraguas que decoran y dan sombra al lugar, Lo que ha convertido este lugar en una reciente atracción para transeúntes y curiosos. Esta zona se encuentra custodiada por efectivos de seguridad, a diferencia de otras zonas.
Antes de esta intervención el Pasaje Linares era conocido como el pasaje o calle de las piñatas, ya que hubo una época en la que la actividad comercial de esta zona giraba en torno a ese rubro, y las piñatas se convirtieron en un ícono del lugar. Muchos de estos locales permanecen y se encuentran dentro del mercado, pero otros fueron cerrados.
La recuperación de espacios debería ser siempre el norte de cualquier intervención de la ciudad. Pero lo ideal es que se manejen siempre con la idea de recuperar la importancia y el valor histórico inmanente del sitio, no con la idea de sustituir los referentes de un espacio de la ciudad como signo, ya que una sociedad se construye alrededor de ellos y no es ético ni culturalmente beneficioso que los referentes pretendan ser trasladados.
La invitación es a disfrutar de todo lo que actualmente ofrece la ciudad, sin dejar de tener un ojo crítico ante las transformaciones de distinto tipo que se van dando, ya que dan cuenta de importantes procesos sociales y políticos que nos conciernen.
¿Cómo recuerdas y reconoces al Pasaje Linares? ¿Como el pasaje de los paraguas o como un importante centro comercial con valor histórico y patrimonio de la ciudad? Es válido y realmente importante que como ciudadanos disfrutemos de todo lo que Caracas tiene para ofrecer sin dejar de hacernos preguntas y mantener presente la importancia social e histórica de espacios que nos pertenecen, que son parte de nuestra identidad y de los cambios que ocurren con ellos.