5 zonas de Caracas y el origen de su nombre
Venezolana desde 1996. Vanessa es estudiante de Comunicación Social y…
Todo lo que existe a nuestro alrededor tiene asignado un nombre, incluso lo abstracto. Porque dar nombre es dar existencia. Después de todo, ¿de qué otra forma podríamos reconocer o identificar cualquier cosa sino a través de su denominación? Los nombres son una representación lingüística que, además de otorgar sentido, nos conectan con el objeto, lugar, persona o idea en cuestión. Engloban un sinfín de significados cuya función sobrepasa el solo hecho de nombrar. También recrean la historia. Dan cuenta de sucesos pasados. Los nombres son reflejo de un patrimonio físico o no, que forma parte de nuestra herencia como individuos o grupo social. Como no podía ser diferente en Caracas, nuestra ciudad, las zonas que la componen llevan por nombre algún apelativo que hace referencia a un hecho o personaje histórico. Hoy conoceremos cinco de ellas, así como la razón por la cual las llamaron así.
- El Silencio
Hace más de cuatrocientos cincuenta años, a la vez que era fundada Caracas en un terreno de poco más de diecisiete hectáreas, nacía en el oeste una zona conocida como El Tartagal. Se trató de un caserío colmado por plétoras de tártagos (una planta también llamada ricino, de la que se extrae el aceite homónimo). En aquel, como dato curioso, vivió Hipólita Bolívar: la nodriza de El Libertador.
En el año de 1658, aconteció en la zona una epidemia, de origen desconocido, que causó gran mortandad. Esta peste acabó con la vida de la mayoría de los habitantes, por lo que El Tartagal se convirtió en un terreno silente y miserable. Poco a poco, fue adquiriendo las características propias de un antro. Comenzaron a abundar los bares, los prostíbulos, los crímenes. La indigencia aumentó, así como la inseguridad. Fue así como, en 1843, el apelativo “El Silencio” empezó a utilizarse para designar a este caldo de cultivo para la delincuencia.
Su mala reputación la conservó durante años hasta que, el 25 de julio de 1942, Isaías Medina Angarita inició un proyecto para reurbanizar el lugar. Entonces todo fue demolido; no quedó rastro alguno. Finalmente, el 26 de agosto de 1945 es inaugurada la Reurbanización El Silencio (conocida por casi todos, simplemente, como El Silencio), la cual contó con siete bloques y dos plazas: la Plaza General Rafael Urdaneta (que luego pasaría a llamarse la Plaza O’ Leary) y la Plaza Miranda.
Hoy por hoy, es una urbanización ubicada en el Casco Central de nuestra ciudad capital, en el municipio Libertador.
- Petare
En el este de Caracas, más específicamente en el municipio Sucre, en los terrenos de la zona que hoy conocemos como Petare, habitó la tribu Mariche. El principal jefe de este grupo aborigen, así como de los quiriquires (ambos pertenecientes a la etnia Caribe), fue el cacique Tamanaco, quien asumió el liderazgo para hacer frente a la conquista española luego de la muerte de Guaicaipuro. No obstante, en 1573, Tamanaco es apresado y sentenciado a muerte. Esto marcó un hito en la repartición de esas tierras por parte de los conquistadores.
Sin nativos que obstaculizaran su asentamiento, los españoles tomaron finalmente la villa para construir las primeras edificaciones alrededor de la Plaza Central: entre las que destacaron viviendas, una iglesia, además de un mercado. El suelo, las condiciones climáticas, así como los cuerpos de agua cercanos (conocidos hoy como el río Guaire, río Caurimare y la quebrada El Oro) permitieron el cultivo de café, cacao, maíz y caña de azúcar. Años después, el 17 de febrero de 1621, el capitán Pedro Gutiérrez de Lugo y el padre Gabriel de Mendoza fundaron formalmente el pueblo, al cual llamaron Dulce Nombre de Jesús de Petare.
La etimología del término “Petare” tiene que ver con la lengua nativa de los mariches. Es una palabra compuesta por dos vocablos aborígenes: “pet” (que significa “cara”) y “are” (traducida como “río”). La zona fue llamada así por estar bordeada por los cuerpos de agua que mencioné anteriormente, es decir, por estar “frente al río” (ríos y quebrada, en este caso).
- Caricuao
En el municipio Libertador de Caracas, está ubicada la parroquia Caricuao (llamada por algunos Caripadro, a modo de broma). En sus inicios, estuvo ocupada por Los Toromaimas: una tribu aborigen perteneciente a la etnia Caribe. Aquel fue su territorio hasta que los enfrentamientos con los colonizadores los despojaron de sus tierras. Guaicaipuro fue el principal líder de los nativos. Luego de su muerte, el cacique encargado de aquella tribu pasó a ser Caricuao. Por esa razón, si bien Diego de Losada bautizó el lugar como “El valle de Juan Jorge”, muchos lo llamaron “Los pueblos del cacique Caricuao” o “El valle de Los Toromaimas”, por la resistencia que este cacique, junto con su grupo de nativos, ejerció contra los europeos.
A pesar de la lucha, para el siglo XIX, este territorio era del total dominio de los españoles. Para ese momento, abundaban las haciendas de cacao, café, caña de azúcar y hortalizas; construidas todas durante la colonización. A mediados de ese mismo siglo, aparece el ferrocarril en Caracas, lo que permitió conectar la capital con varias zonas del interior del país, como Antímano y Macarao. Entonces las personas comenzaron a asentarse cerca de las estaciones, por las facilidades que el ferrocarril les ofrecía para transportar sus productos. Caricuao no fue la excepción. Por estar ubicada esta zona entre Antímano y Macarao, fue considerada una buena opción por gran cantidad de extranjeros.
Cabe acotar que Caricuao se repartía entre las parroquias Antímano, La Vega y Macarao. Fue un área rural. La producción agrícola ejerció tal influencia que, en verdad, Caricuao era una gran hacienda que englobaba tres de menor tamaño: la Hacienda Santa Cruz, la Hacienda La Elvira y la Hacienda Tejerías. En 1946, estas son vendidas al Estado, tras lo cual fueron llevados a cabo dos proyectos para urbanizar el territorio. El primero fracasó; el segundo (conocido como “Urbanización Terrazas de Caricuao”) logró su objetivo, lo que da paso a la construcción de las primeras terrazas en 1961.
Aquel hecho, aunado al acercamiento que ya tenía el lugar con Caracas gracias a la construcción de la Autopista Francisco Fajardo en la década de los años cincuenta, cimentó las bases de la fundación de esta importante zona residencial. Sin embargo, no fue sino hasta el 08 de abril de 1975 que Caricuao se conforma oficialmente como parroquia.
- El Junquito
El Junquito es una parroquia que forma parte del municipio Libertador de Caracas. Fue fundada oficialmente el 08 de junio de 1987. Curiosamente, el pueblo homónimo no está ubicado aquí, sino en la parroquia El Junko, en el estado Vargas.
Si bien los primeros pobladores fueron tribus de aborígenes, hecho que constata el historiador Javier Meneses por las reliquias que encontró en la zona, fue a finales de la década de los años veinte del siglo pasado que el pueblo El Junquito comenzó a poblarse de forma definitiva. Esto se debe a que el expresidente Juan Vicente Gómez ordenó que los pobladores que vivían por los alrededores de Aguare se trasladaran hasta las inmediaciones de la hacienda cafetalera El Tibrón. La razón fue que deseaba proteger las reservas de agua del dique de Macarao (el cual estaba ubicado en esa zona) para así garantizar el abastecimiento del líquido en la capital.
Aquellas personas, por supuesto, aprovecharon de trabajar para el dueño de esa hacienda, lo que motivó su estadía y el posterior crecimiento de la población junquiteña. La apertura de la primera carretera, aunque de tierra, del poblado hasta Caracas en 1930 también coadyuvó con ese logro, al igual que la carretera construida luego por Eleazar López Contreras para facilitar el acceso a una escuela para policías fundada en 1938.
Ahora bien, en donde está ubicada la Plaza Bolívar hoy en día, existió un estanque conocido como la Laguna de Apretadero. Aquella exhibía gran cantidad de juncos: una planta que, de acuerdo a la Real Academia Española, posee tallos verdes que alcanzan hasta los 80 centímetros de largo y que únicamente florece en parajes húmedos. Muchas familias se asentaron alrededor de ese estanque, al cual llamaron “La laguna de los junquitos” debido a que los animales que acompañaban a los arrieros, mientras descansaban allí antes de continuar su camino hasta Caracas, reducían el tamaño de los tallos del junco luego de tomarlo como aperitivo.
- El Cafetal
La parroquia El Cafetal está ubicada dentro del municipio Baruta, en el este de Caracas. Su capital es una urbanización que lleva su mismo nombre, la cual fue fundada a principios de la década de los setenta del siglo XX.
El por qué fue bautizada con ese nombre tiene que ver con que antes aquella zona era una hacienda cafetalera, propiedad de los inversionistas Eugenio Mendoza y Armando Planchart. Fue un cafetal: es decir, un terreno colmado de cafetos (árbol de cinco a seis metros de altura de cuyos frutos se extraen los granos del café). Aquel estaba ubicado, para la década de 1950, entre las urbanizaciones Las Mercedes y El Marqués, específicamente en una zona pantanosa como consecuencia de las quebradas cercanas (afluentes del río Guaire). Mendoza y Planchart pronto impulsaron el desarrollo de la Avenida Principal de El Cafetal, junto con los empresarios de Venezolana de Inversiones C.A. (mismos que habían promovido la construcción de Las Mercedes).
El Banco Obrero, el cual por ese entonces cargaba con la responsabilidad de urbanizar la capital, se encargó de culminar el proyecto de urbanización de esta zona. Esto llevó a la edificación de viviendas multifamiliares, unifamiliares y quintas, así como al desarrollo de zonas comerciales dentro de esta área residencial.
¿Conoces alguna otra zona de Caracas con historias interesantes acerca del significado de su nombre? Si es así, ¡esperamos tu respuesta en los comentarios!
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Venezolana desde 1996. Vanessa es estudiante de Comunicación Social y se vacila El Ávila de vez en cuando. También la puedes conseguir durmiendo en cualquier rincón de Caracas. Es de las que juegan rugby, pero no toman (mucho) ron.