
El elemento conductor perfecto entre la calle, la sociedad y el arte es la musicalidad de la salsa porque ese lenguaje único de la canción que refleja el día a día y con la crónica que identifica lo que se vive dentro y fuera del hogar sólo lo tiene el salsero que captura el desarrollo cultural de su entorno. Para los más jóvenes quisiera expresar que el arte es la herramienta con la que se pueden vencer todas las dificultades, nos puede transportar hacia otra atmósfera. Y para los padres: si sabemos incentivar en los niños esa sensibilidad por el arte estaremos marcando un camino sano para ese futuro adulto, un niño que está en contacto con el arte aprende a observar su entorno, a coexistir en armonía dentro de la diversidad y a expresarse con respeto, todos pilares fundamentales para el desarrollo de un buen ciudadano