Los 30 Artistas que optan al 1er Premio de arte contemporáneo L.A.D invitan a la Galería Freites

El pasado domingo 01 de mayo se llevó a cabo la inauguración de la exposición del I Premio de Arte Contemporáneo Luis Ángel Duque. Este premio es convocado por la Fundación Cultural Estilo junto a la Galería Freites, en alianza con Venezuelan American Endowment for the Arts (VAEA), Escuela Internacional de Diseño Chavón, la galería GBG Arts y Beatriz Gil Galería.

El jurado de preselección eligió a 30 participantes para optar por el premio. Los seleccionados son: Manuela Armand, Manuela Benaim, Hayfer Brea, Lesly Chacón, Roberto Camp, Hecdwin Carreño, Luis Alberto “Toto” García, Juan González, Raúl Herrera, Zoltan Kunckel, Jonathan Lara, Azalia Licón, Constantine Loyd, Giuliana Marmo, Carlos Medina, Santiago Méndez, David Molina Molina, Cristiam Muñoz, Hugo Palmar, Aureliano Parra, Dianora Pérez Montilla, María Virginia Pineda, Onai Quiñones, Siul Rasse, Rosa Salazar, Carlos Luis Sánchez, Samuel Sarmiento, Claudio Valdebenito, Malu Valerio y Eduardo Vargas Rico.

Bajo la producción de la Fundación Cultural Estilo y el apoyo de la Galería Freites, la creación de este espacio para la difusión del arte contemporáneo en homenaje a la figura e influencia del curador Luis Ángel Duque, trae a la reflexión la importancia de los géneros y tendencias que ocuparon, no solo el interés de Duque, sino la problemática actual en el mundo de las artes.  El propósito esencial ha sido estructurar una plataforma de estímulo a las nuevas generaciones en un contexto de pocas oportunidades para el arte que recorre caminos comprometidos con el entorno.

“Treinta propuestas participantes han sido organizadas de acuerdo con familiaridades temáticas ubicadas en un arco de relaciones que va, de la configuración o desconfiguración de la identidad, a la articulación de utopías fantásticas y cartografías afectivas, pasando por las catástrofes climáticas, los desplazamientos migratorios, los viajes terrenales y cósmicos”. María Luz Cárdenas.

A la participación se unió un grupo de nueve artistas invitados cuyo trabajo se vincula con los temas abordados y brindan un marco referencial: Bárbara Brändli, Thea Segall, Sheroanawe Hakihiiwe, Pancho Quilici, Víctor Hugo Irazábal, Luis Romero, Beatriz Grau, Antonio Briceño y Víctor Julio González. Recibimos a más de 700 personas el domingo. A mediados de mayo se dará el veredicto del premio. El jurado está conformado por María Luz Cárdenas, Gabriela Rangel, Fernando Eseverri, Adriana Meneses, Víctor Guédez y Caresse Lansberg (presidente).

La Galería Freites estará abierta de lunes a viernes, desde las 8:30 am hasta las 3:00 pm. Además del salón de arte, tenemos expuesta obras de Baltasar Lobo, Pedro Fermín, Abigaíl Varela, entre otros. Para más información se podrán comunicar a través del correo electrónico: contacto@galeriafreites.com y seguir en Instagram: @galeria_freites

Para conocer un poco más sobre los trabajos expuestos dentro de la muestra, tuvimos la oportunidad de conversar con algunos de los artistas participantes, a quienes se le realizó una sola pregunta: ¿Cuál fue el mayor obstáculo superado dentro del proceso creativo?, a continuación compartimos sus reflexiones.

Azalia Licón. “La obra está compuesta por dos partes: la primera que podemos observar a simple vista es el registro fotográfico, donde me planteo lo que ocurre en la ciudad de Caracas a partir de éste hilo conductor que todos conocemos cómo el río Guaire, inmersos en nuestras rutinas diarias no nos damos cuenta de todo lo que sucede en simultáneo, son muchas las situaciones relacionadas a través de éste hilo aconteciendo al mismo tiempo, desde el tema de la contaminación y la minería, hasta su paso por zonas de la ciudad mucho más acomodadas.

La segunda parte es un video, son fragmentos de 5 segundos que yo tomé desde Las Adjuntas, que es donde nace el río, hasta El Encantado que es donde se encuentra el cañón de desembocadura. Estos fueron unos recorridos en los que yo participé durante 8 sábados aproximadamente. El reto más grande durante el proceso creativo fue la selección de la herramienta tecnológica que necesitaba, ya que estaba plenamente consciente de que no podía contar con un iPad o pantalla de televisor para poder proyectar en la galería, y así di con la solución: para que el público pueda acceder al video escanea un código QR que se encuentra en la pared, es un código que tienen las mismas dimensiones de las fotografías, la solución fue perfecta porque representa la forma en que el Guaire cruza la ciudad dos veces. El venezolano no está familiarizado con el uso de éstas tecnologías debido a lo precario de nuestro sistema de datos y conexiones, así les doy la oportunidad a algunos de manejar nuevas herramientas de comunicación”.

Dianora Pérez. “Para mí el reto se presentó en relación con la técnica y el tema de la tecnología, la propuesta en éste caso se llevó a cabo con papel, pero un papel obtenido a través de fibras textiles, y para llevar a cabo ese proceso se necesitan unas herramientas tecnológicas que quizás en Venezuela existan en una mínima cantidad, de manera que para la obra que estoy presentando me tocó aplicar un proceso netamente manual que lleva días o meses, un trabajo que con una batidora holandesa se podría realizar a lo máximo en un día.

Por lo tanto el obstáculo superado dentro del proceso creativo fue la dinámica del cómo hacer el papel, porque no es lo mismo que el papel reciclado a partir de la fibra de otros papeles, sino que aquí el papel proveniente de la fibra textil protagonizó una ardua tarea, fue realmente muy desgastante y terminó siendo una experimentación de materiales, de técnicas y de elementos y por eso la producción se realizó en mucho más tiempo del planificado. Así, los cepillos de alambre de la batidora holandesa fueron sustituidos por las manos de toda mi familia, y con su apoyo, como si estuvieran deshojando una margarita, se extrajeron las fibras para conseguir el elemento deseado. Tocó experimentar con instrumentos de cocina y de farmacia, determinando que se podía conseguir para sustituir diferentes etapas de la producción”.

María Virginia Pineda. “Mi propuesta se deriva de una serie que yo venía trabajando anteriormente, y la había presentado en diferentes formatos, he ahondado en ella y estudiado algunas variaciones de la misma, el reto a superar fue para mí una gran oportunidad de experimentar con nuevas presentaciones a nivel estético. El juego de palabras no solo estuvo pensada en la ubicación geográfica y la contraposición entre Los Andes y Los Llanos venezolanos, sino que también estuvo pensada en jugar con la textura visual y la poesía que se encuentra inmersa en ella”.

Hecdwin Carreño. “Los diálogos desde donde yo construyo la obra siempre van evolucionando en medio de etapas reflexivas, pero nunca hay una ilación que pueda generar ruptura, no hay una imposibilidad cómo tal, no existen imposibilidades, ahora en el momento de la creación y materialización de la obra si surgen retos que en realidad le van sumando valor a la obra, por ejemplo la pieza de la repisa se había pensado de otra manera y al final lo resolví con un vestigio de la construcción de la casa, y así, terminó siendo más potente el mensaje.

Creo que ese concepto de la posibilidad construida a partir de una imposibilidad es parte de nuestro diálogo, muy propio de nuestra naturaleza y de la época en la que actualmente vivimos”.

Cristiam Muñoz. ”Pensar en las dificultades que presentó ésta obra es muy curioso, ya que el concepto generador de ella misma de deriva de una gran dificultad, mi propuesta presenta un libro que a su vez nos muestra una retícula que conserva el registro de los cortes eléctricos de una localidad del país, así a lo largo de la lectura se cubren 56 semanas dispuestas cronológicamente.

De manera que mi obra nace de una dificultad en sí, el reto fue cómo proyectar a nivel discursivo la recolección de los datos investigados, es decir cómo dar un testimonio sin utilizar altas tonalidades de opinión, el logro fue encontrar la manera de presentar los datos sin la interferencia emocional”.

Luis “Toto” García. ”El obstáculo a vencer en mi proceso creativo va variando de etapas, en principio eran las técnicas, luego eso fue madurando hacia los conceptos y creo que siempre los retos van apareciendo mientras la obra se va formando, me parece que el más difícil es el miedo a lograr comunicar el mensaje que se desea compartir, ese temor debe ser enfrentado siempre con valentía y con mucha honestidad, porque al final uno se puede mentir así mismo, pero la obra va a exponer la verdad del creador siempre, de manera que es mejor ser honesto continuamente, hay que lanzarse al mar sabiendo que se puede llegar bien a la otra orilla o naufragar, pero hay que respirar profundo y lanzarse con cada obra”.

Raúl Herrera. “Yo vengo de las Artes Gráficas en la Armando Reverón, ese aprendizaje se hizo presente en mi línea creativa, últimamente estoy trabajando la pintura, experimento con la geometría y el discurso de los planos, éste tema de investigación me llevó a relacionar la plástica con la geografía y el recorrido. Cuando ví la convocatoria para éste concurso estudié el trabajo de Luis Ángel Duque, y me sentí de inmediato conectado con su planteamiento sobre la cartografía, la geografía, la naturaleza y el paisaje, allí vino el reto: me puse a pensar cómo plantear una nueva visión sobre el paisaje, entonces desarrollé el planteamiento de mi propuesta al determinar un elemento contemporáneo que representara esa movilidad que el planteaba, pero ahora representando nuestra realidad actual, y así di con la solución: la placa de los carros, estamos enfrentando problemas con la gasolina y eso nos lleva a la transformación del paisaje por la situación actual.

Planteo una obra que se llama Crónicas de otro Paisaje, es el retrato de un paisaje más aleatorio que se conecta con nuestra sensibilidad. La palabra paisaje viene de la palabra país, su origen se deriva de cómo los artistas describían un territorio, un país, contrataban a los creadores para elaborar la descripción de la geografía, y a partir de ese estudio yo desarrollé una lectura cartográfica derivada de las placas de los autos, que a su vez van representando diferentes estados”.

David Molina Molina. ”Principalmente el primer obstáculo fue adaptar el trabajo al planteamiento de Luis Ángel Duque, para mí hubo un puente conector a través del tema de la naturaleza y el paisaje, porque son temas que yo vengo estudiando con mi trabajo continuamente. Para ésta pieza comencé a trabajar con la luna como protagonista en un escenario, entonces quise hacer una obra con intenciones principalmente poéticas. Me interesa traducir las formas del paisaje a esculturas, así resolví crear una especie de sistema donde traduzco todo esto que he visto sobre el comportamiento de todos los seres vivos, incluidas las plantas, en relación con la luna.

Diseñe como una especie de experiencia de taller donde ubico la luna en el centro y desarrollo a su alrededor una suerte de performance donde construyo elementos orgánicos que con la intervención de mis manos y la ayuda de mi cuerpo toman forma de hojas, entonces es una especie de ritual donde pienso en forma y en espacio. Así se construye esta estructura que inicia en el suelo por razones de gravedad y el desplazamiento del cuerpo en el espacio, y luego su destino termina en la pared. Estoy aprendiendo de este nuevo cuerpo de obras que está en crecimiento, todavía la estoy conociendo. Estoy enfocado en la luna, los misterios que le rodean y la forma en que ha sido inspiración para la música, la historia y la literatura, aquí estoy planteando una vista teatral donde la luna se encuentra en situaciones humanas y está oculta, descansando entre la vegetación descansando de la noche”.

Roberto Camp. ”El reto más grande que enfrenté a la hora de crear mi propuesta fue la selección de los materiales y el comportamiento que presentaban al interactuar entre ellos. Mi obra es una instalación que lleva por título Naturaleza fantástica – estudio # 9, se trata del registro de una escultura efímera. Está compuesta por tres elementos: un registro fotográfico que conforman un cuadro, un video time laps y un lienzo. El lienzo es una huella que construye la misma obra en sí. La escultura se va desapareciendo en el tiempo, y mi propuesta es la captura de ese lapso de vida y el proceso de toda la transformación que va presentando al sufrir la acción del entorno sobre sí. Los cambios de temperatura y el viento son los factores de la naturaleza que más influyeron en ese desgaste de la escultura.

La concepción era un tema que yo venía estudiando desde hace un tiempo, anteriormente en un trabajo que desarrollo en paralelo los materiales fueron el vidrio y los espejos, y el tema del reflejo fue lo que me llevó a investigar sobre el hielo, de aquí se deriva la obra que presento para el concurso. Investigo el volúmen virtual, el reflejo y la desfragmentación de la identidad. Mi trabajo estudia el tema ecológico, ya que es algo que me preocupa mucho. Me tocó trabajar con materiales nuevos fabricando moldes para vaciar en hielo, se me filtraba el agua, lo reparé en dos ocasiones. Seleccionar el día con las condiciones atmosféricas adecuadas fue todo un proceso que culminó con el registro de más de seis horas, que luego comprimí en el vídeo y documenté con las fotografías”.

Malú Valerio.“Mi Proyecto se viene formando desde el año pasado, está diseñado en realidad para ser ejecutado en el estado Bolívar, ya que el tema estudiado es el arco minero que se explota en el proyecto de estado de mega minería en esa franja tan importante que ocupa el 12 % del territorio nacional. El obstáculo fue precisamente poder acercarnos a ese territorio infranqueable para nosotros. El reto fue diseñar otros espacios para poder desplegarla y construir las imágenes, en ese proceso estamos desde el mes de agosto pasado con un grupo de amigas activistas de derechos humanos, mujeres feministas que apoyan el proyecto y trabajaron en equipo para elaborar los dispositivos y las acciones.

En el Parque Nacional el Ávila llevamos a cabo la primera de esas acciones el pasado mes de febrero y luego desarrollamos otra en Chacaíto a finales de marzo en el marco de La Acción Global por el Clima, una protesta por el cambio climático. Aquí estoy mostrando un libro que registra las etapas previas y el desenlace de mi propuesta artística”’.

Constantine Loyd. ”El obstáculo más grande para la creación de mi obra fue la inversión de tiempo y esfuerzo, fue un proceso de tres años, ya que yo nunca corto ni compro madera para la realización de mis piezas, me dedico a recolectar la madera que van dejando por allí las alcaldías o los árboles que por la acción de la naturaleza se caen.

El caso de éste árbol fue muy particular, él estaba frente a mi residencia y un día por acción natural cayó seco, ese día terminó su ciclo de vida como árbol y comenzó su ciclo como obra de arte, lo trasladé al taller que tenía en ese momento, pero llegó la pandemia y me tocó trasladarlo a un nuevo taller, allí enfrenté otro reto: rodar con el árbol por toda Caracas, afortunadamente luego del trayecto y el tiempo de arduo trabajo que me exigió la obra, aquí está y la puedo compartir con todo el público”.

Claudio Valdebenito. “La tecnología fue el reto más grande, estoy sujeto a carencias que forman parte de la situación país, que escapan al control de nosotros los ciudadanos. La mala señal del internet, los bajones eléctricos y la inflación económica nos obligan a improvisar y a experimentar con herramientas alternativas. Debemos resolver con lo que tenemos, estoy feliz porque de esas dificultades surgieron las oportunidades de generar nuevas posibilidades.

Me tocó pagar en un cyber varias horas de trabajo porque no tenía internet en mi casa, la incomodidad laboral me puso a prueba y me ayudó a crecer como artista y como persona también”. Para mayor información : https://galeriafreites.com/