Diego Carbonell y el edificio La Hacienda
Diego Carbonell Parra nació en 1923, Estudió en el Massachusetts Institute of Technology y egresó en 1944; revalidó el título de arquitecto en la Universidad Central de Venezuela, UCV, en 1945. Presidente de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA) (1951-53) y uno de los miembros fundadores de la FAU UCV (1953), ya había hecho acto de presencia casi a modo fundacional en la zona donde se implantará el CCCT diseñando entre 1958 y 1959 junto a Miguel Salvador Díaz y José Lino Vaamonde el edificio La Estancia (antiguo edificio Shell, luego Maraven y hoy sede de la UNEFA), hito de la arquitectura moderna venezolana.
Carbonell constituyó en los años 50 la que se reconoce como la primera oficina de arquitectura de Caracas junto a Tomás José Sanabria (Carbonell y Sanabria Arquitectos), experiencia que, al servir de modelo para otra serie de profesionales, cambiará el perfil de la disciplina durante la década de los 50 del siglo XX y que realizaron una serie de obras en las que modernidad y tradición fueron tratadas con particular equilibrio. Ya de manera independiente Carbonell proyectó en 1953 el Centro Comercial del Este (sobre la avenida Casanova); en 1955 la sede del Colegio de Médicos del Distrito Federal (Plaza Las Tres Gracias) y el edificio Las Fundaciones (Avenida Andrés Bello); en 1957 el edificio La Hacienda (Las Mercedes); y en 1958 la Casa Club del Junko Golf Club (El Junko) por citar algunas de sus obras a las que habría de sumarse el trazado y diseño de viviendas tipo para las urbanizaciones Santa Marta y Santa Cecilia (1955).
Varios de estos proyectos resaltan, como el CCCT, pero el que vamos a resaltar hoy es el Edificio La Hacienda.
La Hacienda es un edificio multifamiliar con un evidente valor plástico que construye ciudad a partir de las relaciones visuales con el paisaje, de las relaciones de su planta baja comercial y de la configuración de espacio público.
El encargo del proyecto surge a partir de 1952, cuando Carbonell era gerente de Edificaciones Visa, C.A. y participaba en el desarrollo de las urbanizaciones Santa Cecilia, Santa Marta y Las Mercedes.
Con una planta en forma de zigzag, sus volúmenes se componen produciendo quiebres que generan vacíos, donde se desarrollan estacionamientos, accesos, corredores y espacios verdes que conforman un borde permeable en un contexto hoy deformado. Cada cuerpo funciona a medios niveles, articulados por patios internos que marcan los accesos a los apartamentos. El interior de ellos está definido por espacios seriados que se repiten con un ritmo constante en cada volumen. Sin embargo, sus fachadas dibujan un ritmo dinámico de pequeñas ranuras y grandes ventanas; un sistema abierto de relaciones plásticas, producto de la colaboración entre Carbonell y Abel Vallmitjana (pintor y ceramista catalán, 1909-1974). Destaca en uno de sus patios verdes, una hermosa fuente con la esbelta figura de una mujer mirando al cielo, de Vallmitjana. El edificio, intervenido en su interior y su exterior, ha absorbido estas transformaciones, lo que ha intensificado la fragmentación de sus fachadas y potenciado la hibridación de los usos en su contexto, una condición propia de Las Mercedes, donde la mezcla espontánea de usos es parte de su constitución.
Información tomada de http://guiaccs.com/ y fundaayc.wordpress.com
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