De Letra en Letra, los pequeños relatos de Mildred Maury

En ocasiones los momentos difíciles llegan para ayudar a forjar algo maravilloso. Los obstáculos se convierten en los guías dentro del recorrido, llevándonos a descubrir nuevos talentos ocultos y nuevas oportunidades. Justamente ésta fue la experiencia que vivió la Antropóloga y Artista Mildred Maury, quien en plena cuarentena no dejó de luchar por aportar crecimiento cultural a su comunidad. Acompañada del mejor equipo que puede existir: la familia, conformada por su esposo y su hija, juntos crearon el proyecto De Letra en Letra, el cual consiste en una serie de cuentos infantiles narrados en formato Podcast.

Los relatos de Maury son historias que la gran mayoría de los venezolanos hemos escuchado durante la infancia, están en nuestra memoria, y por eso el proyecto quiere rescatar esas tradiciones orales justo en un momento donde la educación necesita que todos y cada uno de nosotros aporte en pro de su rescate. Cada cuento es una joya llena de aprendizaje y diversión. Para conocer mejor cómo surgió este hermoso proyecto entrevistamos a Mildred, llenos de alegría y orgullo por el talento nacional, los resultados de la grata conversación son compartidos a continuación:

El nacimiento del proyecto

Bueno, la parte anecdótica fue así: “De Letra en Letra” surge en el momento en que comenzó el confinamiento en Venezuela. Junto a mi esposo, José Luis Rosales, estaba organizando un proyecto con otros amigos artistas para dar talleres de orfebrería, dibujo, fotografía, apreciación cinematográfica y teatro en el pueblo de la Colonia Tovar, era una hermosa propuesta que incluía un horario de lectura tipo biblioteca, porque en la Colonia Tovar no hay, y siempre he sentido esa ausencia de un lugar tan importante como es una biblioteca. Entonces pensé llevar los libros en una maleta antigua que tengo, y lo bauticé como “La maleta de libros”. Bueno, el asunto es que el mismo día en que me entregaron la llave del local para comenzar a acondicionarlo, cerraron el pueblo en la tarde y entramos en una cuarentena radical de la que entonces no entendíamos mucho.

El proyecto se cayó, pero veníamos con el empujón de la pequeña “casa cultural”, entonces las escuelas empezaron las clases a distancia, mi hija que está en primaria comenzó por WhatsApp y pues, de pronto una noche mientras hacíamos la cena, pensaba en cómo resolver lo del proyecto, en que si al menos pudiese llevar la maleta de libros a grupitos pequeños, pero eso tampoco se podía, entonces le dije a mi esposo, “Oye y si en lugar de la maleta de libros, grabamos los cuentos, con una pequeña reseña de su autor y los mandamos a las escuelas. Ya que no se puede salir y hoy día hay tantas posibilidades a través de redes, podría funcionar” Él se quedó detenido como haciéndole un flash a la idea y me dijo: “me gusta, creo que puede ser interesante” y en ese mismo momento empezamos a armar una estructura hipotética. José Luis trabaja en producción y posproducción de audiovisuales, de modo que como equipo para ese proyecto estábamos hechos.

Es así que al día siguiente escribí el primer guión, lo revisamos entre los dos, lo ensayé, armamos el estudio, lo grabamos y él se dedicó a editar, musicalizar y poner los efectos al cuento. Lo escuchamos junto a nuestra hija, que era perfecta para hacer la prueba, y le encantó, al igual que a nosotros. Luego lo mandamos a algunos familiares con hijos para seguir probando, y después hablé con la maestra de mi hija para enviarlo a la escuela. Ella habló con la directora, y empezamos a mandarlos por WhatsApp a dos escuelas de la Colonia Tovar en las que los han usado para algunas actividades. Luego del tercer Podcast, incorporamos a nuestra hija Eugenia para que colaborase con la música ya que es flautista en el núcleo de la Colonia Tovar del Sistema de Orquestas, así que los tres estamos en esto.

Ahora, desde un punto de vista no anecdótico, es decir, que no es “histórico” en el sentido de causas y consecuencias, puedo asegurarte que las ideas llegan siempre de modo inesperado, por supuesto que debes estar atento y con el terreno limpio para que ellas caigan como una semilla en un lugar donde puedan germinar. Para eso hay que estar en sintonía con la creación y con lo que te está ocurriendo en un momento determinado. Fíjate, qué curioso que justamente la idea llega al momento de estar haciendo la cena, porque de alguna manera el acto de crear es alimento, de modo que mientras estamos en esa actividad, estamos dándole alimento a nuestro espíritu.

Si te pones a ver, muchas veces uno tiene montones de pensamientos deambulando dentro de la cabeza, pero si ellos no encuentran el lugar propicio para crecer, pues caen en terreno estéril y mueren. Así que no solo basta con poner una semilla, ésta debe ser abonada, cuidada e incluso podada y desmalezada como ocurre en El Principito, porque una mala hierba la puede estropear y alterar el resultado, luego viene la cosecha para que se convierta en alimento, que es cuando llega al consumidor. Ese es el sentido del arte, que sea alimento.

En la lista de cuentos disponibles se encuentran: El Principito (Antoine de Saint Exupery), Margarita (Rubén Dario), El Rey Mocho (Carmen Berenger), El Traje Nuevo del Emperador (Hans Cristian Andersen), Oración Ratona (Conny Méndez), entre muchos más que se encuentran en proceso de grabación. La selección de los relatos está enmarcada en la promulgación de valores positivos a través de lecciones llenas de magia y humor.

El venezolano y su patrimonio

El problema de la memoria respecto a lo patrimonial, es decir eso a lo que la historia le ha dado un valor por el sentido que ha ocupado en el tiempo y en un lugar, por un lado es un asunto de educación y sensibilidad. Y además de coherencia. Yo podría hablarte del papel que se encargan de eso, o deberían hacerlo con más ahínco; pero hay un punto de sensibilidad y coherencia del ser humano al que deberíamos prestar más atención, cada uno de nosotros. La desmemoria patrimonial es como olvidar a un hijo, la coherencia está en que si yo he creado algo, no puedo dejarlo a la buena de Dios, debo cuidarlo. Entonces ahí la historia tiene el deber de recordarnos siempre el tratamiento que se le debe dar a una obra de arte, o algún edificio antiguo. Yo también me pregunto muchas veces: ¿por qué las personas no cuidan lo que es bello? O, ¿por qué en Venezuela no se mantienen las cosas? Volvemos a la educación. Es una cadena. Justamente hace unos dos o tres años escribí unos artículos sobre sitios patrimoniales de la Colonia Tovar y de San Felipe para una página de patrimonio que se llama IAM Venezuela, que busca llamar la atención acerca del descuido que sufren muchas obras patrimoniales en el país, ellos además dan conferencias para sensibilizar y educar acerca del valor histórico, cultural, arquitectónico y artístico de muchas edificaciones y monumentos. Ese es un trabajo importante en cuanto a preservación.

Si bien los Podcast De letra en Letra no tocan directamente el tema de lo patrimonial en su sentido estricto, sí colaboran con el rescate de la tradición oral y tienen entre sus finalidades la promoción de la lectura, que es importantísima para sensibilizar a los niños hacia lo bello, para despertar conciencia de lo que les rodea. Conocer lo bello lleva hacia lo bello y hacia la creación, y si yo estoy a favor de la creación, no puedo permitir la destrucción. Parece un trabajo de hormiga, un trabajo indirecto pero así es: una persona educada hacia el amor, lo poético y lo hermoso va a ser una persona creadora y no destructora. Es sembrar semillas. Creo que, para responder a tu pregunta, se trata de educar para la belleza y no para recibir limosnas de los políticos. No sólo de pan vive el hombre. Conocer y valorar nuestra historia, costumbres y raíces nos ayuda a comprender mejor de dónde venimos y qué llevamos por dentro, es nuestra herencia.

El encuentro de Maury con el arte

Yo soy antropólogo de la UCV pero siempre he tenido inclinación por el arte. Por otra parte soy integrante de Teatro Altosf desde hace 30 años al igual que mi esposo, y si puedo hablar de una escuela de formación, sería esa. Sin embargo, lo del “llamado” del arte nunca lo sentí como tal, como si algo de afuera me llama, porque siempre me he sentido dentro: prácticamente me crié en el arte. Cuando éramos niños mi mamá estudiaba en una escuela de artes plásticas, de modo que parte de mi infancia transcurrió jugando entre talleres de cerámica, pintura y escultura, además participando en cursos de creatividad que ella misma daba. Luego ella trabajó por muchos años en la biblioteca pública Dr. Félix Pifano de San Felipe. Así que desde niña, casi todas las tardes yo estaba en la biblioteca. Eso fue maravilloso porque mi mamá comenzó dando talleres de creatividad infantil y luego pasó a conducir el Bibliobús, una idea extraordinaria de cuando las bibliotecas públicas en Venezuela eran autónomas.

Mi mamá se iba con un asistente por todos los pueblitos de Yaracuy, recorría entre dos y cuatro por día, estacionaba en alguna plaza, ponía música infantil con un parlante y abría esa fabulosa biblioteca ambulante. Recuerdo que le gustaba poner “La historia del caballo que era bien bonito” de Aquiles Nazoa y comenzaban a llegar niños. Luego con el tiempo empezó a trabajar en las salas de la biblioteca, creo que pasó por todas, por la de referencia, la general, de libros raros, hasta que fue directora y luego coordinadora de la red de bibliotecas del estado; eso era cuando se hacía carrera en las instituciones y no política. Bueno, el asunto es que me crié entre bibliotecas y talleres de arte. Luego en Caracas para mí lo normal era entrar a clases de teatro, canto, orfebrería o pintura. Tal vez la certeza de estar en un trabajo de arte profundo vino con el Teatro Altosf.

El objetivo De Letra en Letra

Podríamos hablar de la promoción de la lectura, aunque en realidad nunca lo vimos exactamente como un emprendimiento, sino como parte de nuestro quehacer cotidiano familiar. Siempre estamos en función de la creación y recibiendo “semillas” para sembrar, pero al germinar una de ellas por supuesto que reconoces el “para qué” es decir qué pasará cuando esto salga de nosotros, de modo que te ves obligado a responderte y a tener conciencia de que estás trabajando para despertar a otros, en este caso particular a los más pequeños que tienen la posibilidad de recibir de forma directa. Despertar el gusto por la literatura, despertar el amor por el arte, por la historia y además de que en cada relato seleccionado ellos encuentren una enseñanza que también les despierte el espíritu.

Un escenario para la lectura en Caracas

Caracas es infinita, como lo digo en un texto que hice en los talleres de escritura autobiográfica de Ricardo Ramírez. Yo amo la UCV, porque soy ucevista, su biblioteca es una maravilla, el pasillo de ingeniería donde encuentras libros y películas, tierra de nadie. Me encantan muchas zonas de Caracas como el Parque del Este, Bellas Artes, Altamira, pero si un lugar es especial para mí, aunque en la actualidad esté muy venido a menos, es Parque Central, porque allí viví y profundicé por años en la sala de Teatro Altosf lo que es la investigación y el sentido de la creación. Parque Central está cargado de significados muy importantes en mi vida. No sé si es el escenario ideal para leer algún relato, pero ¿Por qué no? La lectura es siempre bienvenida en cualquier lugar.

Los sueños que generan nuevos proyectos

Para nosotros sería genial que otras personas o instituciones se interesaran en recibir los relatos De Letra en Letra, como herramientas valiosas en el desarrollo de la creatividad y la expresión emocional de los niños. Siempre estamos con proyectos, generalmente uno deriva de otro. Actualmente estamos por estrenar una nueva obra con Teatro Altosf que tiene su nueva sede en la Colonia Tovar. Esta sede es justamente un proyecto grupal que aún no se ha culminado y en la que llevamos algunos años trabajando, me refiero a una construcción que está en la fase final.

Todas las personas tienen la posibilidad de ser creadoras, esto es algo esencial e inherente al ser humano, de modo que si estamos alertas y cuidamos de nuestras semillas, podemos poner al servicio del otro lo que hacemos. A los artistas emergentes podemos decirles, (hablo en nombre de José Luis y en el mío), que confíen en lo que les pasa interiormente, que escuchen dentro de sí y que no imiten estilos o tendencias de moda; muchas veces los jóvenes buscan apoyarse en algún estilo en busca de aprobación y dejan de escuchar lo que es su verdadera voz, lo que le corresponde solo a él. En el transcurso de su búsqueda no debe existir el miedo a lo desconocido porque allí es donde está la posibilidad de la revelación de algo nuevo y original, y sobre todo, propio. Justamente lo joven es valiente y debe atreverse a buscar su propia forma expresiva, desarrollarla y trabajar por ella, con curiosidad, sin pasar por encima de los demás y sobre todo con autenticidad.

Para mayor información acerca de los Podcast De Letra en Letra, pueden contactar a Mildred Maury por medio de su correo electrónico: mildred.maury@gmail.com o por su Twitter: @mildredmaury