Monumentos Clásicos de Caracas: El Panteón Nacional
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas…
Ubicado en la parroquia Altagracia, el Panteón Nacional conserva los restos de destacados personajes y héroes relacionados con nuestra historia, antiguamente en este terreno se encontraba la Iglesia de la Santísima Trinidad construida en 1744 por el albañil Juan Domingo del Sacramento Infante, se culminó su construcción el 15 de Julio de 1780, pero fue devastada por el terremoto de 1812.
El presidente Antonio Guzmán Blanco decretó el 27 de marzo de 1874 la transformación de la abandonada iglesia que se encontraba en ruinas. El 28 de octubre de 1875 abre sus puertas ya convertida en Panteón Nacional y recibe a sus primeros homenajeados para su descanso eterno: Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, Ezequiel Zamora, José Gregorio Monagas, Manuel Ezequiel Bruzal y Juan Crisóstomo Falcón.
Justamente un año después, el 28 de octubre de 1876 llegaron los restos del Libertador Simón Bolívar y dos meses antes los de la primera mujer en ingresar al panteón: Luisa Cáceres de Arismendi.
La decoración de tan importante construcción le fue asignada al gran artista Tito Salas, 17 plafones decoran techo y paredes, dentro de sus maravillosos trabajos podemos destacar: Apoteosis del Libertador (1942), Escudo de la familia Bolívar (1942), Fundación de Caracas (1993), entre muchos otros. Alejandro Chataing y Manuel Mujica Millán lideraron los proyectos de restauración en 1911 y 1929 respectivamente.
Declarado como Monumento Nacional el 25 de Julio del 2002 el edificio nos ofrece un increíble recorrido lleno de detalles y anécdotas históricas. La construcción debido a sus orígenes posee la estructura de una iglesia de tres naves, una central y dos laterales separadas por columnas.
Varios son los estilos arquitectónicos que han distinguido a su fachada, primero del colonial al neogótico y posteriormente al neobarroco. Actualmente posee tres torres, siendo la central de enormes dimensiones con sus 49 metros de altura, todas sus ventanas, puertas y pórticos tienen forma arqueada y todas sus torres están coronadas por cúpulas terminadas en pináculos de tres puntas. En el piso se encuentran losas funerarias de los ilustres personajes aquí enterrados.
Dato Curioso: Durante la celebración del Centenario del Natalicio del Libertador en 1883 el gremio de Agricultores de Caracas regaló una lámpara de cristal de Baccarat, expuesta en la Gran Exposición de la ciudad de París. Conformada por 4 mil piezas de cristal y 230 luces, costó para aquel entonces 26.000 Bs.
Desde París viajó para su montaje el Sr. Ferdinand Regnauld, quien formó equipo con el arquitecto Juan Hurtado Manrique y el ingeniero Tomás Soriano. El accidente: el 27 de octubre de 1886 celebrando la fiesta de San Simón la bajaron para colocar las velas y se desprendió la cadena del punto de apoyo, se destrozaron varias piezas y el Sr. Regnauld regresó para restaurarla.
Los Cenotafios: Son sepulcros vacíos, tres en total, todos construidos en mármol de carrera blanco y negro. En la nave derecha encontraremos el del Generalísimo Francisco de Miranda, cuyos restos se perdieron en La Carraca, obra del escultor italiano Julio Roversi.
En la nave izquierda el del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, cuyos restos se encuentran en la Catedral de la ciudad de Quito en Ecuador, obra del escultor español Juan Bautista Sales Ferré, y el de Andrés Bello, cuyos restos se encuentran en el Cementerio General de la ciudad de Santiago de Chile, también en la nave derecha, obra del escultor hispano venezolana Manuel de la Fuente.
En la actualidad El Panteón ha sido restaurado con trabajos especializados, en 2013 se construyó el Mausoleo del Libertador y en el 2014 se restauraron 14 pinturas y grietas de la estructura. Alfonso C. Olivares Garcés dirigió los trabajos, Fernando de Tovar Pántin se encargó de las pinturas y esculturas, mientras que los vitrales quedaron a cargo de Martín Borges Gonzáles.
Muchos tesoros de gran importancia histórica y exquisita belleza nos esperan dentro del Panteón Nacional, un recorrido que no debemos pasar por alto y al cual podremos integrarnos llegando en metro hasta la estación de Capitolio, para luego buscar en la superficie la camioneta que nos traslade hacia Altagracia, indicándole al conductor que por favor nos deje en el Panteón Nacional.
¿Cuál es tu reacción?
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas del arte ando en la búsqueda de nuestros grandes tesoros patrimoniales. Caracas está siempre lista para enseñar y sorprender a través de increíbles historias y mágicos rincones. Quiero ser parte de los que estén allí como testigo para luego poder compartir esas historias, mientras nos convertimos todos en sus protagonistas.