Navidades y sus cuentos del día de los Santos Inocentes

Cada 28 de diciembre celebramos el día de los Santos Inocentes haciendo y recibiendo bromas un poco pesadas.  A pesar de que su historia sea un poco escalofriante, en Venezuela y otras partes del mundo lo celebramos riéndonos de aquellos que cayeron en la broma por inocentes. Por lo tanto no es extraño ver como algunos le echan sal al café o son llamados por alguna urgencia familiar que termina siendo falsa.

Su historia remonta al nacimiento del niño Jesús, cuando el rey Herodes I, al enterarse del nacimiento del nuevo rey ordena que cada niño menor de dos años sea asesinado. Sin embargo la historia cuenta que María fue prevenida por un ángel, quien le dice que debe envolver a Jesús en una manta y colocarlo en una cesta cuando salieran a Jerusalén. De tal manera que burlasen a los guardias.

Tanto así que en varios países hasta los periódicos se unen a la celebración de los Santos Inocentes. En Venezuela se lleva a cabo una festividad conocida como los Zaragozas, celebrada en el Estado Lara, en honor a aquellas madres que perdieron a sus hijos, por lo que salen disfrazados y con prendas muy coloridas.  Pero más allá de eso, como hablamos en un principio esta celebración se basa en realizar bromas o recibirlas y aquellos que se pican fácilmente son los primeros que caen.

Todos en algún momento hemos hecho alguna broma ya sea pesada o muy pero muy mala, tanto que nadie la cree. Aun así no nos rendimos y cada año competimos por hacer la mejor inocentada.  Algunas de las que nunca fallan son:

Más perdido que el hijo de Lindbergh

Para aquellos que son tan caídos de la mata como yo, de seguro les ha pasado. Casi nunca sé qué día es, de broma y se el mes, mi mamá dice que me la paso más perdida que el hijo de Lindbergh, que si yo me cuidara a mí misma ya me hubiera perdido en algún supermercado y cada 28 mis amigos y familiares me tienen apodada como: “la perfecta inocente” porque así sea la broma más tonta, siempre caigo.

Catherine Buono

¡Corre que la abuela se cayó!

No soy fan de las bromas entre familia, mucho menos cuando me llaman para decirme que mi abuela se cayó por las escaleras. Sin embargo creo que nunca olvidaré aquel 28 en el que pegue la carrera del siglo desde Sabana Grande hasta Chacaito, para encontrarme a mi abuela bien cómoda viendo la novela de las 12 en Televen.

Samantha Flores

Nos vemos a las 6:00 pm

Mi consejo en esta festividad es que no agarren el teléfono, ni se acerquen a las redes sociales. ¿Por qué? Porque siempre llegará alguien invitándolos a salir y ustedes se quedaran plantados en algun centro comercial por tres horas para finalmente escuchar a sus mejores amigos partiéndose de la risa por teléfono.  Pero calma, la venganza es dulce, y tendrán todo un año para planearla.

Cecilia Ortiz

Cosas de suegra

Yo sabía que no era el favorito de mi suegra, pero si me extraño que aquel día se comportara tan amable conmigo. Una tacita de café caliente, un pedazo de torta negra y un trozo de pan de jamón. ¿Cómo me iba a negar? Pero creo que hubiera sido mejor haberlo hecho, porque la indigestión que tuve no fue normal.

Querida suegra, no sé qué le echaste. Pero tranquila, yo también te quiero.

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Recuerdos de un Carnaval

Eliseo Nuñez

¡Chama Tembló!

Mujer prevenida vale por dos. Eran las 5 de la madrugada y mi cama se sacudió, la lámpara del cuarto se mecía tan cual un tarzan en plena selva, al cabo de un rato el temblor paro y opte por comunicarme con mi mejor amiga para saber si se encontraba bien. Como era de esperar, me respondió más dormida que nunca, le pregunté: ¿sentiste el temblor? Y su respuesta fue simple, por más dormida que estuviese:  Chama, hoy es 28, no te creo, no tembló, voy a seguir durmiendo. Y colgó. Después de 20 minutos, me escribo:  ¡chama hoy es 27, si tembló y no lo sentí!

Victoria Briceño

Amor, estoy embarazada

Algunas mujeres, realmente se ingenian la broma de los santos inocentes. Cada año mí novia me juega bromas, como la del 2015 que fue la aparición de un ovni, sigo sin entender como me lo creí. Aunque la mejor de todas fue la del año pasado cuando me dijo que estaba embarazada. Pasó una semana comentándome que el periodo no le llegaba, pero que  esperaría unos días para hacerse la prueba. Aunque estaba que me jalaba los pelos, me emocionaba ser papá, así que salí de compras a por un coche de bebe y teteros. Sin embargo todo era mentira, la prueba de embarazo que me mostró, era de mi hermana.

Jason Cordova

Cuéntanos ¿cuál ha sido la peor broma que te han hecho o hiciste el día de los Santos Inocentes?