Super Mario Bros. en Caracas: una aventura urbana
Cinéfilo apadrinado por la música. Vivo de las artes audiovisuales,…
Los videojuegos tratan de sacarnos un poco de la realidad, regalándonos la oportunidad de manejar un personaje y poder hacer cosas que normalmente no podríamos. Un claro ejemplo puede ser el inigualable Super Mario Bros. Ahí es donde me doy cuenta de que vivir en Caracas es como vivir dentro de un videojuego de Mario.
No, no estoy loco. Sólo continúa leyendo, podrás entender un poco y saber porqué vivir en Caracas es toda una aventura.
Las arepas son comparables con los honguitos que hacen que Mario crezca, pues me dan energía para comenzar el día. Miles de obstáculos están en mi camino, puede que no sean bolas de fuego ni balas de cañón, pero entrar en hora pico al Metro de Caracas es todo un desafío.
Los juegos de Super Mario Bros. suelen dividirse en varias etapas, y al final de estas nos localizamos en distintos castillos que debemos superar. Suelo comparar
estos escenarios con las actividades que cumplo a lo largo de mi día. Además, siempre nos encontramos con un enemigo final en estos mismos. En mi caso, mi castillo suele ser mi trabajo y mi enemigo final vendría siendo mi jefa exigiendo las tareas que debí entregar la semana pasada. No te preocupes, estoy bien.
Buscar a mi novia a su trabajo puede ser otro castillo. Mi obstáculo: su inmensa necesidad de hacerme esperar. Ella trabaja en Chacaito y la Plaza Brión se convierte en mi estrella de invencibilidad. Siempre he amado este lugar, sus obras me recuerdan a mi infancia y me traen buenos recuerdos, por lo que me da fuerzas para continuar en la espera (sí, mi novia es el enemigo en este caso).
Me encanta pasear por la Plaza Altamira. Un día, mientras observaba el Obelisco, me di cuenta de que no solo se trataba del poder que me otorgaba la Plaza Brión, se trataba de mi ciudad. Aquella tranquilidad que sentía era mágica, tal como un videojuego.
Super Mario Bros. es un juego entretenido por una razón: superar sus dificultades hacen que pases un buen rato. Lo mismo ocurre con Caracas, por más adversidades que podamos tener, siempre encontraremos algún recurso que nos ayudará a superarlas.
Puede que no tengamos ninguna capa amarilla que nos haga volar ni flores mágicas que nos den poderes de fuego. Pero en el caso de mi ciudad, su belleza artística y urbana cumple esta importantísima función. Y el poder que me brinda es la inigualable inspiración para poder continuar cada día.
Al igual que Super Mario Bros. tengo obstáculos, pero él los supera por su princesa. Y mi princesa es Caracas.
¿Cuál es tu reacción?
Cinéfilo apadrinado por la música. Vivo de las artes audiovisuales, escribo también. Sumamente orgulloso y no recomiendo que me hagan molestar. Tengo 20 años.