Cómo elegir el aguacate ideal
¿Cuántas veces has tenido que retrasar en casa la elaboración de una receta que contiene palta o aguacate, por no haber sabido seleccionarlo en el punto justo de maduración?
La chef Ana Irina Rodríguez León, que te ha acompañado estos días con su guía para disfrutar más de la comida y una deliciosa receta con aguacate y frutos secos, te ofrece sus recomendaciones para que siempre selecciones la mejor palta.
No es fácil seleccionar un aguacate o palta. Piensa las veces que lo escogiste muy verde o en cuántas oportunidades intentaste aprovechar una oferta de este fruto y acabaste con tres aguacates demasiado maduros que ni refrigerados pudieron aguantar dos días en buen estado.
Al momento de identificar el buen punto de cualquier ingrediente es indispensable saber que su acierto funciona igual que un diagnóstico médico: lo recomendable es no apresurar conclusiones a partir de un solo síntoma, sino evaluar distintos aspectos que sumados apunten a una misma conclusión. Por eso, nada mejor que incorporar en ese reconocimiento la mayor cantidad de sentidos posibles y por eso aquí te ofrezco cinco recomendaciones para que tomes la decisión:
- Piensa cuándo quieres disfrutar tu aguacate o palta. Lo más recomendable es que vayas a la compra con una idea clara de lo que deseas adquirir porque de esto depende el tipo de aguacate que buscas, si lo quieres comer de inmediato o si lo vas a guardar. Recuerda que puede que encuentres un aguacate perfecto según los próximos tips excepto por un punto de firmeza mayor al de la maduración exacta por lo que no podrás disfrutarlo de inmediato pero podría resultar una buena compra para su consumo posterior.
- Apariencia. Lo primero que un alimento debe superar para su selección es la prueba visual. El color y tamaño del aguacate dependerá directamente de la variedad que tengas frente a ti. Pero de forma general la cáscara no debería presentar perforaciones, nudos, resequedades o manchas muy notables. Su aspecto debe presentar la uniformidad característica en su tipo. Si son paltas de cáscara corrugada o lisa, la superficie no debería presentar grandes contrastes en un mismo ejemplar.
- Sonido de la semilla. Muchas veces hemos escuchado que la clave de un aguacate maduro la da el sonido de su semilla suelta al agitarlo, pero son muy contadas las oportunidades en que ese detalle, que es efectivamente certero, se manifiesta. Por eso, escuches o no algo claro al agitar tu aguacate, necesitas evaluar el siguiente aspecto.
- Firmeza. Necesitas tantear la firmeza de tu aguacate o palta. Para que esta acción no implique magulladuras innecesarias, lo recomendable es hacer solo un levísimo hundimiento en la zona del cabo que unía al fruto con la planta. Si notas que esa especie de ombligo se entierra ligeramente y parece regresar a su lugar, es señal de una maduración firme, perfecta para comerlo en rebanadas o cortes limpios. Si el cabo se hunde y cede al punto de desprenderse, tienes que volver a la vista, pero esta vez te fijarás en la pulpa.
- Color de la pulpa. Si la tonalidad que asoma la pulpa por el orificio es verde claro tienes otra buena señal de que la pulpa ya estaría en un punto más cremoso, que igual funciona muy bien para múltiples preparaciones untables. Si por el contrario la tonalidad fuera marrón, lo más probable es que esté muy avanzado en su maduración, lo cual implicaría un alto riesgo de pulpa deteriorada e inservible.