Miguel Miguel, un gran legado para la curaduría de arte
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas…
En algunas ocasiones el público puede asistir a una exposición sin percatarse de que el recorrido disfrutado sucedió gracias al meticuloso trabajo de la curaduría. Así es, la curaduría es la labor profesional a través de la cual se organiza un viaje sensorial y expresivo que debe desarrollarse por medio de las prácticas discursivas, prácticas que se colocan de manifiesto en múltiples variedades y que se materializan tridimensionalmente en un espacio expositivo, bien sea, dentro de las salas de museos y galerías o al aire libre, de forma presencial, o de forma remota por medio de una muestra digital vía Internet, opción que se ha popularizado aún más durante estos tiempos de pandemia.
De manera que, el profesional de la curaduría, es decir, el curador tiene una gran responsabilidad implícita en el ejercicio de su labor, debido a que genera un invaluable aporte al crecimiento cultural de las sociedades. Este aporte se evidencia cuando se empodera al público visitante con herramientas de lectura, lo cual le otorga al ciudadano la capacidad de elevar sus niveles de interpretación y comprensión. Adicionalmente, esto traerá consigo otro efecto positivo: la estimulación y posterior surgimiento del sentido de pertenencia con el espacio expositivo. Cuando el visitante comprende el discurso que se llevó a cabo dentro de una exposición, y además siente que sus intereses fueron tomados en cuenta para el desarrollo de la misma, entonces el curador ha alcanzado el éxito dentro de su propósito, aumentando así el volumen de las visitas de una población que siente a la institución del museo o galería como parte de su patrimonio.
Ese precisamente fue el éxito alcanzado por nuestro querido Miguel Miguel García, quien se dedicó de forma ardua y constante al desarrollo de propuestas curatoriales en las que el público se veía identificado, razón por la cual los amantes del arte que visitamos los lugares expositivos a manera de templos comenzamos a reencontrarnos religiosamente dentro de las exposiciones montadas bajo su curaduría. La Galería Espacio Monitor dentro del Centro Cultural Los Galpones fue el lugar donde le conocí, galería de la cual fue curador desde su fundación en el 2014, jamás lo olvidaré: yo estaba muy nerviosa porque había estudiado su gran trayectoria profesional, y para mi grata sorpresa, una vez que estuve frente a él como un representante más de los medios de difusión, logró calmarme con esa gran humildad que siempre lo caracterizó. Con mucha amabilidad ofreció una visita guiada dentro de la muestra que se exhibía en esa ocasión y al final me presentó al artista creador de aquellas obras, quien esperaba al final del recorrido para dar una entrevista como cierre con broche de oro para la experiencia del visitante. Así vi cómo lo realizó con cada uno de los representantes de los medios que fueron llegando, con la misma pasión y entusiasmo desde las 11 am hasta las 4 pm. Ese procedimiento fue constante en muchas de sus exposiciones, la conexión entre el público y los artistas fue magnifica.
La formación de Miguel Miguel como curador, museógrafo, investigador y crítico de arte venezolano, comenzó con sus estudios de diseño gráfico en el Instituto de Diseño Neumann, en Caracas. Luego se formó en historia de arte y teoría de artes visuales en el Miami Dade College; estando en Miami también realizó estudios de museología, y más tarde de arte moderno y contemporáneo en la Universidad de París, en La Sorbonne. Más adelante se convirtió en miembro fundador de la Galería de Arte Nacional, co-director de la Galería M & O, co-director de la Galería Miguel & Fuenmayor, y director fundador de la Sala RG de la Fundación Celarg, fue también curador y museógrafo en la GAN y realizó una pasantía en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Como miembro del Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés) con sede en la Unesco, a comienzos de la década de los 80 del siglo pasado fue enviado por este organismo internacional a realizar investigaciones en importantes y prestigiosas instituciones museísticas europeas dedicadas exclusivamente al arte moderno y contemporáneo.
Visitó más de 100 museos de Francia, Italia, Suiza, Alemania, Holanda, Bélgica y España. En 1983 fue el co-curador de la exposición conmemorativa del Bicentenario de Simón Bolívar, que ocupó todos los espacios de la Galería de Arte Nacional y del Museo de Bellas Artes de Caracas, así como de una muestra itinerante múltiple trilingüe (español, inglés y francés) que con el mismo motivo recorrió más de 80 países de los cinco continentes. Curó exhibiciones en la Galería de Arte Nacional, Museo de Bellas Artes, Museo de Arte Contemporáneo, Museo Alejandro Otero, Museo Jacobo Borges, Museo de Arte Moderno Jesús Soto, Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, entre otros espacios expositivos como Estudio Actual, Sala Mendoza, Centro Cultural Consolidado, Centro Cultural Corp Banca, Centro Cultural BOD, Sala TAC, Centro Cultural Chacao, Espacio Capuy, Galería La Cuadra.
Organizó las primeras exposiciones individuales en Venezuela y América Latina de artistas como Paulo Castro, Sigfredo Chacón, Alí González, José Antonio Hernández- Diez, Arturo Herrera, Oscar Machado, Rodrigo Machado Iturbe, Jesús Moreno, Juan Nascimento, Juan Carlos Rodríguez, Meyer Vaisman, Alfred Wenemoser, entre otros, así como muestras de relevantes creadores como Carlos Cruz-Diez y Alejandro Otero, y de destacados jóvenes de generaciones emergentes. Fue jurado tanto de selección como de calificación en salones, bienales y confrontaciones de arte, entre ellas: Premio Eugenio Mendoza, Salón Arturo Michelena, Bienal de Guayana, Salón Pirelli de Jóvenes Artistas, entre otros. Escribió para publicaciones periódicas, revistas, catálogos y libros de arte contemporáneo nacionales e internacionales, así como en diarios de gran tradición criolla, entre ellos: El Nacional, El Universal y Tal Cual.
La mañana del recién pasado 11 de diciembre del 2020 se dio a conocer la triste noticia de su fallecimiento
Miguel Miguel fue un apasionado impulsor de las artes visuales en nuestro país, con cerca de 50 años de incansable trabajo como curador, museógrafo, investigador y crítico de arte. Pensando en su gran legado quisimos resaltar la enorme importancia que tiene para todos los ciudadanos el trabajo del curador de arte. Esta nota es nuestra manera de brindarle un sencillo homenaje a un gran profesional del mundo del arte, cuyo recuerdo llevaremos siempre enmarcado dentro de la admiración y un profundo agradecimiento.
Para conocer más del trabajo curatorial de Miguel Miguel en Espacio Monitor pueden visitar: https://www.espaciomonitor.com/
¿Cuál es tu reacción?
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas del arte ando en la búsqueda de nuestros grandes tesoros patrimoniales. Caracas está siempre lista para enseñar y sorprender a través de increíbles historias y mágicos rincones. Quiero ser parte de los que estén allí como testigo para luego poder compartir esas historias, mientras nos convertimos todos en sus protagonistas.