Zapatería Agus: 60 años en La Candelaria
En la esquina Peligro de La Candelaria, el olor a cuero y el brillo y elegancia con la que se imponen desde las vitrinas cada par de zapatos advierten sobre la Zapatería Agus, un lugar que tiene más de 60 años ofreciendo “zapatos hechos a mano, para los pies”, exclusivamente con cuero y por encargo.
Sus empleados presumen de haber tenido clientes de la talla de Gilberto Correa, además de una larga fila de cantantes y políticos, gente de las artes y la televisión que son clientes fieles de sus zapatos de cuero hechos a mano para los pies.
Este negocio vio luz gracias a sus fundadores, una pareja de origen europeo. Posteriormente la zapatería cambió de dueños, pero siguió ofreciendo el mismo servicio, con el mismo espíritu y ahínco y hasta este momento han sido miles los zapatos de cuero de la mejor calidad, con este toque clásico y elegante de los zapatos de antaño que son especialidad de los zapateros de Agus.
La persona que desee adquirir un par de zapatos de la Zapatería Agus puede elegir entre los modelos existentes, puede traer un modelo que desee que se le realice o puede pedir un modelo personalizado, gracias al modelista contratado que también trabaja en la zapatería. A ese cliente se le miden los pies y se le dibuja el arco y silueta del mismo, para que los zapatos posteriormente entregados tengan el ajuste perfecto a los pies del cliente y se adhieran cómodamente a sus pasos. Ofrecen modelos para hombres y para mujeres, y se puede escoger entre cuero liso, tradicional, y cuero tejido, con una textura mucho más llamativa.
Pero además de la historia detrás de su trabajo, también vale la pena explicar el origen del nombre de la zapatería. Pues bien, los fundadores de este local eran una pareja de españoles, Fidel y Agustina Lanza, quienes compartieron una historia de exilio, de inmigración a un país caribeño desconocido para ellos, en el que llegaron a trabajar fuertemente hasta llegar a fundar la zapatería que el esposo, en honor a su afortunado y duradero matrimonio, decidió nombrar en honor a su compañera de vida. Este es el origen que esconde el nombre de la Zapatería Agus. Posteriormente fundaron una perfumería cerca de la zona que ya no existe.
Su historia de inmigración no se cerró, y tras alcanzar la vejez se devolvieron a su país de origen y vendieron la zapatería a un nuevo dueño de confianza que continuó hábilmente con el negocio hasta lo que es hoy.
Guillermo Martell, uno de los empleados, es jovencito, lleva nada menos que 25 años allí trabajando. Sus compañeros tienen aproximadamente el mismo tiempo trabajando en Agus. Comparten con el cuero la fuerza, con la que mantienen un trabajo incansable con productos de calidad genuina, auténtica, que cada día desde la esquina de Peligro de La Candelaria se cosen y moldean con el esfuerzo de los cuatro zapateros que le dan vida a este lugar.
La Zapatería Agus es quizá uno de los pocos rincones de La Candelaria jugando a la inmanencia, a la eternidad, una cualidad que comparten con el cuero con el que hacen sus zapatos, que resiste al pasar del tiempo, a lo duras de algunas épocas. La Zapatería Agus, al igual que muchos otros rincones discretos e inusitados de Caracas, contiene parte de la historia de la formación de la ciudad. Anímate a reconocerlos, apreciarlos y saber más sobre ellos.