¿Y si los Oscars se celebrasen en el Poliedro de Caracas?
Es la noche de los Oscars y más de uno está en sus casas escuchando la versión doblada de esta famosa premiación. Entre revisar el twitter, burlarse de ese vestido de plumas que no pinta nada y preguntarse quienes son estos nuevos actores les invito a plantearse esto: ¿Cómo serían los Oscars en el Poliedro?
Aunque por muy absurdo que suene, todos conocemos a alguien que de seguro se llevaría un Oscar a mejor actor, posiblemente en la categoría de drama, empezando por aquellas novias cuaimas y algunas que otras mamás histéricas.
Como bien sabemos, todo empieza en la alfombra roja en la que a cada actor, director, productor y casi todo lo que termina en “or” es entrevistado y fotografiado hasta más no poder. En donde la pregunta del millón es»¿Quién te viste?», mientras la mía es ¿Cómo no se marean con tanto flash? Para muchos la alfombra roja es el verdadero evento, desde la llegada y los ajustes a los vestidos que se hacen al lado de la limusina hasta el posible tropiezo que se pueda tener antes de entrar al teatro. En Caracas la trayectoria sería algo controversial, algo que ningún medio esperaría. En nuestro caso nos olvidaríamos de lujosos carros y la gran entrada de las estrellas se daría al abrirse las puertas de un vagón de metro en la estación más cercana al poliedro: La Rinconada.
Tras recorrer la alfombra roja desde la salida del metro hasta el Poliedro, podríamos conseguir entre fotógrafos y prensa, a todo tipo de vendedores, que por supuesto, no se pelan ningún evento y al que le sacan su mayor provecho, vendiendo las mejores camisas de “I love the Oscars” y claro las caídas más chistosas se las vacilaron ellos.
Por otro lado, los reporteros de Portadas, Vitrinas y La Bomba no se quedarían de brazos cruzados e irían corriendo a entrevistar a los grandes del séptimo arte. Sin duda, otro que no se perdería del glamour del evento, es el polémico Osmel Sousa, que sería el comentarista entre los mejores y peores vestidos. Y si se llegaran a presentar dos actrices con el mismos vestido resonaría la frase “se armó la tramoya”.
Una vez sentados en la famosa «olla» del Poliedro, dando inicio a los Oscars, Benjamín Rausseo, mejor conocido como El Conde del Guácharo se montaría en la tarima y de seguro lo primero que acotaría es el calor que hace en el Poliedro. Y esperemos que el maquillaje de más de uno, sea resistente, porque entre risas y calor, ni cuenta se daría Meryl Streep cuando el maquillaje se corre.
Aunque este año los Oscars no cuentan con un presentador oficial, nuestro Poliedro se sentiría incompleto sin Maite Delgado, por tanto ella sería la indicada para presentar (en conjunto con Daniel Sarcos) a los ganadores de cada nominación.
Otra controversia que hubo alrededor de estos premios, fue la noticia que algunos premios serían entregados en la publicidad. Tanto así que armaron todo un escándalo y recogieron firmas, por lo que la Academia tuvo que rectificar y ahora todos serán entregados en vivo y directo. Es por eso, que si algún discurso se llegase a extender más de lo debido, en vez de música instrumental a la que los famosos de Hollywood están acostumbrados, a la tarima del Poliedro entrarían Chino y Nacho, Caramelos de Cianuro y hasta Desorden Público a cantar sus mejores éxitos para apurar al ganador en su agradecimiento.
Sin duda los Oscars son la premiación más esperada en la industria cinematográfica. ¿Pero no sería más divertido que los Oscars se celebren en el Poliedro?