Arte en el Metro: La Paz y El Silencio
Soy Sasha Licon, tengo 19 años. Cumplo en el mes…
Por lo general, la gente usa el Metro de Caracas para movilizarse lo más rápido posible por la ciudad: no es importante entonces detenerse en detalles, el asunto es llegar a un destino en el menor tiempo posible. A quienes sólo miran el piso y el túnel por donde llegará su transporte, hay que decirles que existen detalles y detalles que son arte en el Metro de Caracas.
Como caraqueños seguro alguna vez hemos recorrido las estaciones sin fijarnos en las obras que están en él, así sean mínimas algunas, pero si eres de los que prestas atención a los detalles y quieres saber más sobre estas, estás en el lugar correcto. Y si eres de los que no le prestan atención a estas obras, estás doblemente en el lugar correcto.
La Paz
Una estación pequeña en comparación con otras en el Metro de Caracas, pero es inevitable pasar por acá y que los ojos no se te vayan a la obra más llamativa que tiene. El nacimiento del hombre, tiene como título el gran vitral de Héctor Poleo. Esta obra corresponde a las últimas realizaciones del artista. La pulcritud de las soluciones para realizar el vitral, los colores que predominan, así como la aproximación fiel a lo que quería Héctor, se convierten en interesantes impactos luminosos y sutiles temperaturas que se apoderan de todo el recinto.
A las afueras de La Paz, tenemos Modulación roja, de Rafael Martínez. Una obra que para muchos no tiene sentido alguno pero que promueve la aparición de unos interesantes ritmos en donde los elementos cuadrados y rectangulares se alternan según el ángulo visual del espectador, ¿interesante, no?
El Silencio
A mí me gusta llamarla una estación de transición (parece un trabalenguas). Aquí, luego de la transferencia toca mirar hacia arriba. La obra Silencio de Luis Chacón compuesta por cinco módulos aéreos que emanan diversas varillas que actúan como vectores de centrífuga, la suspensión de estas estructuras, el color negro de sus pátinas y los reflejos luminosos, en conjunto con el carácter suspendido de las estructuras y con sus localizaciones al nivel del horizonte visual, producen múltiples efectos de transparencia y ondulaciones rítmicas. Vale mucho la pena apreciarlo.
Homenaje al trabajador Metro, de Max Pedemonte, es una de las más conocidas en nuestro subterráneo y una de las más incomprendidas también. Las figuras por las que está hecha vienen acompañadas por extrañas referencias que se definen de acuerdo con las selecciones perceptivas de cada persona: pueden verse vértebras, fósiles, los restos de un velero, la silueta de un portaaviones, la imagen de un laberinto, etc. Lo importante es que hay un horizonte abierto a la imaginación.
Toma unos segundos en apreciar los detalles, ¡no te arrepentirás!
¿Cuál es tu reacción?
Soy Sasha Licon, tengo 19 años. Cumplo en el mes 10 del año y estudié enfermería pero soy Community Manager. ¿Curioso,no?